Arranca una semana de huelgas por un regreso seguro a las aulas

Agencias
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El Sindicato de Estudiantes llama a todos los alumnos de España a secundar tres días de parón educativo para protestar contra las condiciones con las que se ha iniciado el nuevo curso escolar

En los primeros días del inicio del curso en Infantil y Primaria se han registrado varios positivos. - Foto: Salas

Los colegios e institutos continúan recibiendo a los estudiantes tras el parón educativo de marzo por la pandemia -hoy se incorporarán a las clases millón y medio de alumnos de Cataluña-, mientras el número de infectados en las aulas no hace más que aumentar día tras día. Un problema, sumado a la ausencia de algunas medidas, que ha llevado al Sindicato de Estudiantes a llamar a todo el alumnado a una huelga de tres días desde pasado mañana para exigir una vuelta al cole «segura».

Los lemas de la protesta son: Por el derecho a una educación pública presencial, de calidad y con aulas seguras y Por un plan de inversión masivo para la contratación de profesorado, la reducción de ratios y el fin de la brecha digital. El sindicato quiere que no se vuelva a repetir el «desastre» de la educación online del pasado curso y que se deje de criminalizar a los jóvenes por los rebrotes y por la situación de la educación.

Además, los convocantes piden a Educación un «plan unificado» de medidas como la bajada de ratios en las aulas, la contratación de 165.000 profesores o planes de refuerzo en la limpieza de los centros.

Este jueves están previstas movilizaciones en diversas ciudades de todo el país (entre ellas, en la Puerta del Sol de Madrid a las 12 horas), para las que, desde la organización, se ha pedido: «respeta todas las medidas sanitarias de seguridad y ven con tu mascarilla».

La secretaria general del Sindicato de Estudiantes, Coral Latorre, señaló el pasado agosto, en el anuncio de la huelga, que la comunidad educativa «no va a volver a pagar las consecuencias de una política de enseñanza que ha fracasado y no forma parte de ningún escudo social». De esta forma, criticó «las políticas educativas de la derecha» y pidió a Unidas Podemos que apoye públicamente las reivindicaciones estudiantiles.

En la Comunidad de Madrid los sindicatos UGT, CCOO, CGT y STEM han convocado asimismo una protesta educativa los días 22 y 23 de septiembre.

Por otra parte, el colectivo Estudiantes en Movimiento rechazó el pasado fin de semana que se pueda dejar «la puerta abierta a las familias» para limitar la educación de los estudiantes. «En caso de que sea inseguro ir a la escuela, lo deben certificar las autoridades sanitarias competentes y, en caso de que sea población de riesgo, certificar la imposibilidad del niño de acudir a la escuela y seguir su proceso educativo de la mejor manera que se pueda telemáticamente». «La educación es obligatoria y quieran o no quieran los familiares, los niños deben ser educados en las enseñanzas y valores que aporta la comunidad educativa para que una vez salga del sustento familiar puedan vivir por sí mismos», recalcó Estudiantes en Movimiento en relación a iniciativas como la asociación Derecho a la Enseñanza sin Riesgo en Pandemia, recientemente constituida. 

vuelta al cole en cataluña. Mientras, más de un millón y medio de alumnos catalanes se incorporan hoy a las aulas siguiendo estrictas medidas de seguridad para evitar contagios de la COVID-19,  algo complicado en vista del número de positivos registrados en varios colegios del país en la primera semana de la vuelta al cole.

El director general de centros públicos de la Generalitat de Cataluña, Josep González Cambray, afirmó ayer que el Govern prevé tener que confinar «bastantes» grupos de alumnos por semana. Cambray se refirió a la situación en los colegios de Valencia, donde hasta 35 grupos han sido confinados, para hacer una previsión: «Nosotros tenemos el doble de centros educativos que Valencia. Veremos qué pasa. Estamos preparados», reflexionó.

Por su parte, la consejera de Presidencia de la Comunidad de Madrid, Eugenia Carballedo, destacó ayer que de las 30.000 aulas que han retomado su actividad «en muy pocos casos, 26, han tenido algún conato o sospecha de contagio».