El Quintanarejo recepcionará carne de caza en otoño

A.I.P.
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El 1 de junio comenzó la actividad turística, tanto la parte expositiva como la de alojamiento, con un resultado «satisfactorio» en lo que va de verano

El Quintanarejo recepcionará carne de caza en otoño - Foto: VALENTÍN GUISANDE

Más de una década ha transcurrido desde que terminó la construcción del Centro Micológico y Cinegético El Quintanarejo, en la Reserva Regional de Urbión, dentro del término municipal de Vinuesa. Poco a poco, parece que la actividad se va instalando en este espacio que, en principio, estará a pleno rendimiento a partir del otoño, cuando comiencen a funcionar las instalaciones de recepción y procesado de carne de caza. Tal y como avanza el adjudicatario de lo que se conoce como la ‘nave’ y la ‘fragua’ de este complejo, Juan Zandio, la intención  es «a atender a las cuadrillas de cazadores» a partir del cuarto fin de semana de septiembre, cuando arranca el período hábil para la caza de ciervo y jabalí, ya que el corzo se puede abatir desde primeros del noveno mes del año.

Varios factores han dilatado el retraso de la puesta en funcionamiento de las instalaciones dedicadas al procesamiento de carne de caza mayor. Por una parte, asegura Zandio, «el diseño de este espacio no era el adecuado», entre otras cuestiones, porque disponía de «una cámara frigorífica minúscula» para la conservación de canales de corzo, ciervo o jabalí, «sin carrilería aérea» para transportar las piezas, por lo que ha sido necesario completar el equipamiento. «Hemos tenido que invertir bastante», admite Zandio.

En concreto, tal y como puntualiza el jefe del Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta, José Antonio Lucas, ha sido necesaria «la construcción, a mayores, de una nave frigorífica de 100 metros cuadrados» para las piezas de ciervo.

Cabe recordar que el centro de servicios El Quintanarejo cuenta con cuatro edificios y construcciones anexas. El inmueble principal es la ‘casa del ingeniero’, que consta de plantas baja y primera, con área de exposición permanente sobre caza y de muestra temporal. Colindante con la anterior está la ‘casa del guarda’, con plantas baja, primera y bajo cubierta. Y la ‘nave’ es la instalación acondicionada como zona de procesamiento de la carne con una planta baja para el almacén de producto acabado, cámara de recepción, zona de despiece y evisceración, y el área de empaquetado al vacío. Además, está la ‘fragua’, que es el más pequeño de los inmuebles del complejo, donde se ubica la zona técnica (cortavientos, despachos, laboratorio, tratamiento y desparasitación, etcétera).

«Aquí vamos a comercializar los productos de corzo, ciervo y jabalí  como Carne de Caza de Soria», avanza Juan Zandio, que asegura que la empresa tiene experiencia en la materia teniendo en cuenta que desarrolla la misma actividad en las comunidades de Navarra, Aragón y Cataluña.

En este sentido, el responsable de Medio Ambiente en Soria puso el acento en que es «una noticia positiva» para la provincia el hecho de que se vaya a comercializar la marca Carne de Caza de Soria y destacó, asimismo, que la intención del adjudicatario es vender piezas enteras envasadas al vacío y también «ha llegado a un acuerdo con una empresa soriana de embutidos» para la fabricación de productos de caza de animales recepcionados en El Quintanarejo. «Se están ultimando algunos flecos, pero las instalaciones ya están revisadas por Sanidad y empezarán a funcionar el último fin de semana de septiembre», aclara Lucas.

Hay que recordar que el pasado mes de febrero la firma Mocorlain SL, con domicilio social en Sant Joan les Fonts (Girona), solicitó licencia ambiental y de actividad para el Centro de Servicios El Quintanarejo, en concreto para la recogida y procesamiento de carnes procedentes de caza silvestre, tal y como publicó el Boletín Oficial de la Provincia del 10 de febrero y recogió El Día de Soria.

No obstante, la idea inicial, asegura Juan Zandio, era haber comenzado la actividad en la pasada temporada, aunque las restricciones de movilidad derivadas de la pandemia del coronavirus, que redujeron sustancialmente la caza mayor, en general, y las monterías, en concreto, llevaron al adjudicatario a tomar la decisión de retrasar el funcionamiento del centro de carne de especies cinegéticas.

En cuanto al empleo previsto, Juan Zandio adelanta que la recogida de piezas cinegéticas comenzará con un trabajador que se ocupe de esta tarea, aunque la plantilla aumentará «en función de las necesidades» que se presenten.

Parte turística. Por otra parte, la empresa Imponumantia es la que se ocupa de la gestión de las «dos partes turísticas» del Centro Cinegético y Micológico El Quintanarejo, describe su representante José María Muñoz. Por un lado, está la sala de exposición y proyección y, por otra, los alojamientos.

«Estaba previsto abrir el pasado otoño, pero lo ha ralentizado la pandemia y empezamos a funcionar el 1 de junio. Después de dos meses y medio, el balance es satisfactorio, va bien. Se nota que es un sitio nuevo y nos falta un poco de señalización. Estamos dejando invitaciones en las oficinas de turismo de Pinares y también en Soria capital. El Quintanarejo puede ser un complemento para el Museo del Bosque y el Parque de la Laguna Negra y Circos Glaciares de Urbión y cerrar así el triángulo», considera Muñoz.

De esta forma, los visitantes pueden acceder a la exposición permanente sobre las especies cinegéticas compuesta por paneles ilustrativos sobre los animales, con el objetivo de desarrollar de forma lectiva su evolución por edades, costumbres y características genéticas. Destaca la representación de un jabalí en una fíbula vikinga que data del año 200 a. C. y la cabeza de un ciervo en un anillo de bronce romano, del año 30 d.C. También se puede ver el holograma de un ciervo, así como maniquíes representando a un cazador y a un guarda de la Reserva de Urbión. La entrada (un euro) da la opción de acceso a la sala de proyección, con una capacidad para 35 personas y la posibilidad de ser alquilada para reuniones y pequeños congresos.

Además, la muestra permanente está complementada con otras dos de carácter temporal. Una de ellas es la exposición Valonsadero en imágenes, del fotógrafo soriano Valentín Guisande, que en septiembre será reemplazada por otra sobre el espacio natural del Cañón del Río Lobos. Y la segunda, sobre micología cedida por Proynerso, se puede ver directamente en el bosque.

Tienda y alojamiento. Asimismo, Imponumantia también se ocupa de la tienda, en la que se venden productos gourmet de caza y setas, así como otros artículos típicos que demandan los turistas que visitan la zona, como puede ser la Mantequilla de Soria con Denominación de Origen. «Aunque el 80% son embutidos y precocinados de caza», añade Muñoz.

En esta tienda, adelanta el jefe del Servicio Territorial de Medio Ambiente, José Antonio Lucas, también se venderá la Carne de Caza de Soria  procesada en El Quintanarejo.

En cuanto al alojamiento turístico, el complejo ofrece una casa rural para seis-ocho personas con un salón-comedor con chimenea, cocina, tres dormitorios y dos baños completos, y un apartamento con capacidad para dos ocupantes, que «puede ampliarse hasta dos niños más». «Este verano están funcionando muy bien. Es un sitio idílico, perfecto para pasar unas vacaciones, sin peligro para los niños y sin riesgos en pandemia», puntualiza José María Muñoz.

En este sentido, pone el acento en el incremento sustancial de la demanda que han registrado de cara a este puente de agosto, «tanto de turistas» para visitar las instalaciones del Quintanarejo como para «reservar» las casas rurales. «Esta es la semana estratégica», abunda el adjudicatario. A pesar de que debido a la situación epidemiológica se han suspendido las fiestas patronales, «Vinuesa, por ejemplo, está lleno» y ya el pasado fin de semana se pudo ver el aparcamiento de la Laguna Negra al completo.

Campaña micológica. El inicio de la actividad de las instalaciones de recepción y procesado de carne de caza coincidirá, prácticamente, en el tiempo con el arranque de la campaña micológica. Así, Muñoz explica que están perfilando el «contenido» que en otoño tendrá la zona expositiva del complejo y la intención es que en este punto se puedan expedir permisos para la recolección de setas y hongos, incluso poner en marcha una lonja micológica de ámbito comarcal. «Estamos pensando también en impartir clases de yoga en el bosque, proyectar películas vinculadas con la naturaleza...», enumera José María Muñoz.

A mayores. Por su parte, el jefe de Medio Ambiente confía en que en un futuro «puedan añadirse más usos complementarios», ya que hay empresas interesadas en este emplazamiento y en la organización de actividades vinculadas, por ejemplo, a la temporada de berrea en la Reserva Regional de Urbión. «La idea es mejorar servicios. Estamos ilusionados después de la inversión y del tiempo de espera. Ahora parece que se ve la luz al final del túnel. Además, generará empleo en el medio rural», sostiene José Antonio Lucas.