"No creo que haya más machismo que hace 30 años"

Lucía Sánchez -Ical-
-

La concejal de Igualdad y Perspectiva de Género del Ayuntamiento de Soria ha sido la responsables de campañas pro igualdad que han tenido eco a nivel nacional

"No creo que haya más machismo que hace 30 años"

Para ella el feminismo es su ideología y su forma de vida y, por ello, se marca como reto contribuir a que los sorianos se conviertan en agentes de igualdad. Gloria Gonzalo Urtasun (Soria, 1975) es la activa concejala de Igualdad y Perspectiva de Género del Ayuntamiento de Soria, que ha logrado que sus campañas para evidenciar que a la mujer se le cosifica y que padece como madre más carga emocional que un hombre han tenido un hueco desde Soria al resto del país. Hace unos meses colocó en las vallas publicitarias de la ciudad a mujeres no modelos con el mismo vestido de El Corte Inglés para evidenciar que la publicidad debe incluir a mujeres “diversas”. Desde los 18 años participa de forma activa en los movimiento sociales de Soria desde la plataforma 0,7 hasta el movimiento feminista.

Pausada, reflexiva y dialogante está soriana dijo sí a participar en la vida política, no sin alguna duda, pero sin ser capaz de decir que no “al llevar toda la vida reivindicando el espacio de las mujeres en todos los ámbitos”. 

Otra de las campañas más llamativas es la de la madre ‘guasapera’. A los móviles de los sorianos llegan desde hace un mes videos de una mujer madura, que bien podría ser su prima, amiga o una madre del colegio de sus hijos que invita a reflexionar sobre la carga mental que soportan las madres en el ámbito escolar, la hipersexualización de las niñas en carnaval, las tareas asignadas a las féminas por ser mujer o la crianza. 

No le duelen prendas en admitir que en igualdad se ha avanzado mucho, pero aboga por no bajar la guardia pues hay determinadas personas que están empeñadas en mantener el patriarcado. 

Gonzalo compagina su labor en el Ayuntamiento con su trabajo como directora del departamento de formación de Cruz Roja. De forma clara y contundente admite que el feminismo es “absolutamente de izquierdas”.

Algunas mujeres no se sienten representadas en la campaña a favor de la no cosificación de la mujer, que ha tenido eco a nivel nacional, protagonizada por mujeres diversas ataviadas con un mismo vestido de El Corte Inglés, ¿el feminismo está reñido con ser coqueta y arreglarse para gustarse a uno mismo y a los demás?

Para nada. La campaña no refleja a todas las mujeres porque es imposible. Nosotras pretendíamos ampliar la propia campaña publicitaria de El Corte Inglés, que se limita al modelo único de exhibir a una mujer joven, blanca, delgada y que está dentro de los cánones establecidos de belleza. Pretendíamos evidenciar que eso que nos quieren transmitir a través de la publicidad debe incluir a mujeres más diversas. No tenía por objetivo decir que las mujeres que se cuidan o que van a la moda no son feministas. No se me ocurriría a mi repartir carnets de feminismo pero sí era un mensaje a la publicidad para decirles que cuando hablen de mujeres intentar pluralizar y visibilizar la diversidad. No queremos el modelo único de mujer que nos encasilla y nos roba libertad. La presión estética es infinitamente mayor en las mujeres que en los hombres. En el ámbito de la publicidad y de los medios de comunicación es difícil ver mujeres de más de 50 años y los hombres siguen presentes. Física y estéticamente hay más modelos de hombres que de mujeres, a las que en primer lugar valoran por su físico y luego su profesionalidad. En los hombres, tenemos muchos ejemplos, de profesionales a los que se les permite envejecer, engordar y ser como quieran o como les apetezca. Los hombres es cierto que cada vez sienten más presión en este sentido y creo que también hay que revelarse desde ya. No obstante, la presión no es comparable. 

Prevé crear una red de apoyo feminista en Soria para que los responsables de las farmacias, peluquerías y demás establecimientos se conviertan en agentes de igualdad y ayuden a detectar y denunciar posibles casos de violencia de género….

Es un objetivo muy ambicioso, ya que la implicación de la sociedad es algo imprescindible para erradicar el machismo y la violencia de género. Lo primero que necesitamos es que no se mire para otro lado, que nos impliquemos y entendamos que la violencia machista no es algo que les pasa a algunas, sino que es un problema social que necesita la implicación de todos. Debemos rechazar a los maltratadores y apoyar a las mujeres. Con la campaña ‘Estoy aquí! queremos que las personas que formen parte de la misma desde sus establecimientos se posicionen de manera consciente para rechazar las conductas y actitudes machistas. Con el feminismo y la igualdad no puede haber neutralidad. O estoy a favor de la igualdad o a favor de una sociedad que nos discrimina. Vamos a darles una formación este trimestre de lo que significa la violencia machista porque el conocimiento y la sensibilización es la base. Ellos contarán con unas pautas de comportamiento ante la detección de esa violencia en sus establecimientos.

¿Con qué presupuesto cuenta su Concejalía para realizar el programa de actividades?

Contamos con 150.000 euros aproximadamente y está calculado en base a la programación. No obstante, hemos conseguido que cada Concejalía transversalizara la igualdad, es decir, que no fuera solo una cuestión solo del área de mi responsabilidad. De esta forma cada área del Ayuntamiento tiene una parte del presupuesto que dedica a acciones en las que el género y la igualdad están presentes. 

El Gobierno derivó dinero a todos los ayuntamientos a través del Pacto de Estado contra la Violencia de Género, algunos, sobre todo los más pequeños, o bien no lo han gastado o lo han utilizado para regalar mascarillas o tazas a sus vecinos o cambiar las placas de la calle. ¿No sería más útil invertir ese dinero en las víctimas?

Ha habido de todo y dinero del Pacto muy bien empleado en pueblos pequeños, medianos y grandes. Todo lo que se hace desde igualdad se mira con lupa y se critica mucho más que cualquier otra cuestión. Es cierto que se han hecho acciones que también desde mi punto de vista no han estado lo suficientemente bien encauzadas, pero creo que esto se puede mejorar haciendo un asesoramiento para que esas acciones sean de verdad útiles. Estoy de acuerdo que se debe invertir todo el dinero del mundo en las mujeres que sufren la violencia machista pero no nos podemos olvidar de la prevención porque al final si queremos un cambio estructural tenemos que partir de la base de la pirámide que es el rechazo y la abolición del machismo y eso se hace con prevención y sensibilización.

Los datos sobre las actitudes de control entre los jóvenes, varones y mujeres, son escandalosos. Se controlan por el móvil y a través de las redes sociales. A pesar de que cada vez se incide más en algunos aspectos sobre el control y aspectos tóxicos de las relaciones. ¿Existe una involución?

Cuando me dicen que ahora hay mucho más machismo, sobre todo, por aspectos que se ven en las redes, no estoy del todo de acuerdo. Creo que el machismo lo que hace es aprovechar los medios que tiene a su alcance para ejercerlo. Es decir, no creo que haya más machismo que hace 30 años sino que los machistas aprovechan las tecnologías para colarse y así está más presente a través de cualquier medio. Actualmente se visibilizan más las actitudes machistas y, por eso, creemos que está creciendo pero hay que mirarlo con perspectiva. También pienso que es cierto que diversos sectores están muy preocupados porque ven que el feminismo está ocupando muchos espacios en las agendas políticas y que existen muchas y muchos que estamos decididos a acabar con este sistema patriarcal que no es casual. Hay muchas personas interesadas en mantenerlo y el ataque es feroz. Parejas tóxicas las hay en todos los lados y se dan entre hombres y mujeres que se controlan. El machismo es cuando lo ejercen los hombres con una actitud de superioridad. 

¿Una feminista se hace en casa ? ¿Cuándo somos conscientes de que debemos retirar de la mochila aspectos que nos son atribuidos por ser mujer y que crean desigualdad? Cuándo despertamos?

Creo que cada una tiene su momento y su proceso y todos son respetables. Cada vez que se renuncia a los roles y los estereotipos de género y la discriminación nos quitamos peso de la mochila. Además la rebeldía contra el machismo cada vez nace antes. Los mensajes feministas están casi de manera permanente en muchos ámbitos de la sociedad y nos ayuda a evidenciar que hay alternativas en esta sociedad desigual.

Después de las agresiones sexistas o de violencia de género, ¿qué otro tipo de desigualdades se deben erradicar?

Erradicando el machismo acabaríamos con las violencias machistas. Además de los malos tratos y homicidios hay otras violencias machistas como el control, la humillación, la discriminación que pone a las mujeres en un plano inferior y que están sustentadas en el machismo.

En el tema de las tareas domésticas se han producido avances con la implicación del hombre en las mismas, ¿en qué otros aspectos respecto al hogar y la asignación de tareas se debe incidir?

Cuando hablamos de igualdad siempre hablamos de futuro y lo queremos todo y más pero hay que poner de manifiesto los logros conseguidos. Se ha avanzado en absolutamente todos los ámbitos y campos sociales y eso no ha sido gratis sino que es fruto del trabajo, la reivindicación y la lucha feminista. Yo siempre lo digo: por lo que fueron somos y no nos podemos olvidar de las que han hecho que lleguemos a estar donde estamos. Hemos avanzado en el hogar, en el empleo, a nivel personal y colectivo. Pero hay que conseguir la igualdad real. 

El lenguaje inclusivo que ustedes propugnan se contrapone totalmente con el lenguaje periodístico que promueve decir con pocas palabras muchas cosas. La prensa tiene poco espacio. ¿Cómo salvar este escollo?

Hay maneras. El lenguaje inclusivo es una herramienta de visibilización y de reivindicación. Es decir, que estamos y queremos que se nos nombre. Hay maneras de utilizar un lenguaje más inclusivo en los medios de comunicación y hay algunos medios que son más inclusivos que otros. Debe de haber un compromiso de formación, de intención y no solo en los medios sino también a nivel institucional. Es algo que tenemos que estar convencidos porque formas existen. 

Respecto del lenguaje es necesario retirar del diccionario palabras que denigran a la mujer por ser mujer pero realmente el diccionario de la lengua española lo que hace es recoger el uso de la palabra porque se utiliza en la calle, ¿cuándo conseguiremos que la palabra zorra u otras se conviertan en un arcaismo?

El lenguaje genera pensamiento y a la inversa. La Real Academia de la Lengua debería hacer una reflexión importante porque perpetúan términos y acepciones denigrantes y para nada justas. Abogo por que primero se haga una revisión de las personas que forman parte de la RAE que está absolutamente masculinizada y con ninguna perspectiva de género. Es la clave. 

¿Cuotas o meritocracia? ¿Cree útil la creación una tasa de mujeres en todos los ámbitos aunque no sean las mejores en lo suyo?

¿Estamos seguras que cuando no estamos están los mejores? Estoy absolutamente de acuerdo con las cuotas porque hay cuestiones de justicia social. Es que ese espacio que es nuestro no nos lo están dando y nos lo quitaron hace mucho tiempo. Esas cuotas es donde deberíamos de haber estado y no nos han dejado estar y ahora es una medida de acción positiva para mi absolutamente merecida. Sin ellas tardaríamos muchísimo tiempo en estar presentes. 

¿Cuáles son los roles que las mujeres tenemos asumidos y que debemos desterrar?

Yo sé los roles que la sociedad nos ha asignado como mujeres y los que ha determinado para los hombres. El primer paso de cada uno y cada una es mirarnos por dentro y ver qué es lo que hemos elegido o lo que nos ha venido impuesto por ser mujer u hombre. Ese es el primer paso del feminismo, es decir, una reflexión personal y colectiva y después decidir si eso lo quieres para ti o lo asumes por ser una imposición. Hay algunos roles asumidos muy comunes pero la reconstrucción es algo personal y también colectiva. Nos tenemos que descubrir por dentro. Cuando alguien me dice que no es nada machista no me lo creo. 

Cada vez se promueve más que las mujeres barajen la posibilidad de estudiar una carrera de ciencias u opten por una profesión masculinizada. Sin embargo, muchas por su propia naturaleza, tienen más inquietudes psicológicas y sociológicas y se decantan por el mundo de las letras, ¿no es mejor que cada uno haga lo que desee?

Desde luego, pero tenemos que asegurar que vamos a hacer lo que deseamos no lo que la sociedad nos marca. Mientras que los hombres y mujeres estemos encasillados y los hombres tengan más oportunidades laborales y existan las brechas salariales no estamos eligiendo. La libertad tiene que partir de la igualdad. Yo creo que las mujeres deben elegir lo que quieran y hay que repartir el ámbito del cuidado de forma corresponsable para que podamos tener tiempos personales y laborales y porque hay que acabar con los roles que se transmiten desde la propia familia tradicional con un modelo patriarcal. 

¿Qué se puede hacer respecto a la violencia económica que se ejerce en el hogar?

Creo que se debe incidir en que no haya hombres que crean que tienen derecho a controlar el dinero y que nos sigan infantilizando y humillando en cualquier campo. La clave es la prevención.

¿Cuál es el reto de la Concejalía de Igualdad en esta legislatura?

Cuando hablamos de ello los miembros del equipo de Gobierno tenemos objetivos ambiciosos y una estrategia feminista con cuatro líneas de actuación. El reto es generar cambios estructurales. Tenemos un puzle estructurado y sistematizado y mi reto es que sigamos encajando las piezas del mismo y que los cambios sean profundos. También queremos seguir sumando personas en esta experiencia. Estoy acompañada en esta tarea por concejales y concejalas que tienen asumido el reto de la igualdad como algo propio y esto da sentido a mi trabajo. Además, tenemos el apoyo del personal laboral y en la ciudadanía. Hay mucho diálogo con las asociaciones y eso es bueno para seguir sumando para conseguir y crear igualdad.