Arte, puntada a puntada

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María José Pascual lleva muchos años realizando delicados bordados que adornan las camisas del traje de las alcaldesas y aguederas

Arte, puntada a puntada

Las manos expertas de la segoviana María José Pascual llevan muchos años entre hilos y agujas creando verdaderas joyas textiles, puntada a puntada, que forman parte de la indumentaria tradicional de las alcaldesas y aguederas. El característico jubón negro, el cuerpo del traje, está abierto al frente y es de manga más bien corta para poder lucir el bordado de la camisa. Unos delicados dibujos que no tienen secretos para ella.

La costurera y bordadora ya lo tiene todo preparado para este fin de semana de febrero marcado por las celebraciones de la fiesta de Santa Águeda, muy especial para ella será volver a vivir en primera persona, otro año más, los actos en Zamarramala, donde fue alcaldesa hace 38 años y muy pronto continuará la tradición su hija. En varias estancias de su casa, la belleza de las camisas segovianas bordadas comparten protagonismo con los manteos de color rojo y los mantones de manila.

“Empecé hace muchísimos años a coser camisas, ya en Cándido había una señora que se llamaba Francis y fuimos a ver al vitralista Carlos Muñoz de Pablos porque tenía algunos dibujos y empezamos a hacer los dibujos de la camisas”, recuerda. Su primer encargo le llegó hace casi cuatro décadas para hacer camisas para un grupo de segovianos.

María José Pascual explica que las cuatro técnicas más normales de bordado para la camisa segoviana, tanto de hombre como de mujer, son: brochado, zurcido, punto segoviano y punto de cruz. “Las mujeres de Zamarramala las lleva siempre de zurcido”, detalla. María José quiso regalar al Concejo de Aguederas de Zamarramala los bordados de las camisas para las alcaldesas, con punto de zurcido en el pechero (el delantero) y brochado en las tiras y los puños. Prendas textiles que pertenecen al propio Concejo para las alcaldesas que no tengan camisa se las puedan poner igual que los trajes.

Además, lleva 2003 ayudando a vestir a las alcaldesas de Zamarramala para el día grande de la fiesta. Este domingo vestirá a Mónica Martín Gil, junto con otras dos mujeres. Desde muy temprano, se pondrán manos a la obra para ir paso a paso colocando todos los elementos que conforman su vestuario, del que que llama la atención la mantilla blanca de encaje que llega hasta los hombros y enmarca su cara, y la montera, que ciñe la mantilla, rematada en los laterales por un total de ‘doce apóstoles’.

Como manda la tradición

En Zamarramala, la tradición manda que los bordados de la camisa sean de color marrón, en el resto de los barrios la mayoría se decanta por el negro aunque últimamente está recibiendo también encargos para hacer los bordados en marrón. “La camisa tradicional segoviana para las mujeres lleva bordados en los puños, la tira y el pechero y no lleva nada más”, destaca.

Con la técnica del brochado, “el dibujo se ve mejor y queda más bonito. Todo en tela de hilo y al coger de tres hilos en tres hilos va quedando mucho más tupido y la puntada más fina. Con el punto segoviano queda más abierto”, explica María José Pascual, que también detalla que algunas mujeres le piden poner un adorno en las mangas con unas florecitas alrededor. En su opinión, “la camisa se valora muchísimo porque es justo lo que completa el traje”.