Cruz Roja El Burgo, volcada con la comarca

EDS
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David Crespo dirige «un gran equipo» que está echando el resto en esta pandemia para poder prestar ayuda a todo aquel que lo necesite y mantener los programas habituales en su sede de la calle Mayor

Cruz Roja El Burgo, volcada con la comarca - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez

La labor de la asamblea comarcal de Cruz Roja en El Burgo de Osma se ha intensificado durante la pandemia y está siendo crucial para llegar a los que precisan ayuda en más de 50 pueblos en estos momentos tan difíciles. Por ello, ha recibido elogios de Cruz Roja a nivel nacional y provincial del Ayuntamiento de El Burgo de Osma, con el que se ha trabajado con gran unión y mano a mano desde el principio. David Crespo, presidente desde 2019, agradece el reconocimiento por el trabajo realizado estos meses y, sobre todo, destaca el trabajo que ha realizado el «gran equipo» creado. Y es que son cerca de 130 personas las que están implicadas con Cruz Roja de El Burgo de Osma (algunas no pueden todo el tiempo que quisieran por trabajo y estudios), dedicando muchas horas del día a esta lucha incansable y a veces de gran dureza, pero también alentadora por lo que supone llegar a todo el que lo necesita.  

Cuando llegó el coronavirus, se reunieron con el Ayuntamiento «para ver lo que podían aportar y se creó un grupo de 35 personas, coordinado por la técnico Tamara Borja y por los voluntarios y miembros del comité Alfonso Tamaño y Laura Rodríguez. Unas 11 personas comenzaron a realizar trabajos de costura, elaborando unas 4.300 mascarillas y 1.400 EPIs con materiales donados (particulares, empresas...) que se repartieron en residencias de mayores, negocios y vecinos de la comarca, «pueblo a pueblo y puerta a puerta». Igualmente, Cruz Roja anunció en medios de comunicación su disposición a colaborar. «La gente avisaba al Ayuntamiento y nos poníamos manos a la obra», explica David Crespo destacando la labor de los equipos de compras, que acercaban alimentos y medicinas a enfermos con Covid o posible Covid y personas en cuarentena, así como a los mayores que lo necesitaran. «Hay personas con hijos que viven fuera que nos pedían que acercáramos lo que necesitaran a los mayores porque eran de riesgo, estaban muy preocupados», relata. Lamenta que la pandemia esté afectando tanto a la gente mayor, «porque después de todo lo que han trabajado, es ahora cuando pueden vivir bien». Yhace hincapié en la soledad y la tristeza de muchos de ellos, que atienden los equipos de apoyo de psicológogos. «Lo están pasando mal», incide.  

Durante todo este tiempo se ha mantenido el programa de acompañamiento de mayores, con llamadas telefónicas cada semana o cada 15 días «para saber qué tal están». También siguen realizando traslados, en su vehículo y si se les requiere, a revisiones médicas a centros médicos de Soria y Madrid. 

Igualmente, en colaboración con el Ayuntamiento de realizaron repartos de mascarillas para niños y diplomas de ‘Niños ejemplares’. Fueron especialmente emotivos los envíos de dibujos que hacían los pequeños para los mayores de las residencias, así como los actos de los Días del Padre y de la Madre. «Se ponían los pelos de punta cada día a las ocho de la tarde, la gente llorando y aplaudiendo...», recuerda David Crespo. Momentos difíciles en los que también le preocupaba que ninguno de los miembros de su equipo, que «estaban al pie del cañón», se contagiara. 

solidaridad. Una imagen se le ha quedado grabada a David Crespo, «la calla Mayor repleta de chalecos rojos de un lado a otro» que reflejaba la importancia del voluntariado, «es admirable». Esta zona se convirtió en epicentro de la solidaridad en esos momentos, allí está la sede (ahora se está reformando), se hacían las batas, se realizaban las compras para llevar... 

El presidente de Cruz Roja en El Burgo cree que la diferencia entre la primera oleada y las posteriores es que «estamos más preparados y más concienciados. Al principio era salir a la calle y no saber lo que ibas a traer a casa, te daba miedo». Cree que se ve de otra manera y no piensa que la gente se esté descuidando. En Cruz Roja, tanto en sus trabajos en El Burgo como en otros pueblos de la comarca, trabajadores y voluntarios siguen recordando las medidas a todos sus usuarios y a la gente que atienden de manera puntual. 

David Crespo insiste en la idea de «hacer equipo» y sumar voluntarios para poder llegar a más gente. «Lo malo es que los jóvenes salen fuera», apunta. «Ahora es más difícil que nunca captar voluntarios», reconoce, pero lo conseguirán «poco a poco». En el tema de compras siempre tienen alguna salida, pero ellos están dispuestos a acercarles lo que necesiten porque «la gente tiene que quedarse en casa» si están enfermos o a la espera de resultados. Además, mantienen el equipo de respuesta de emergencia (de 35 personas), en coordinación con el 112 para cualquier emergencia.

En definitiva, Cruz Roja echa el resto en la pandemia sin desatender sus programas habituales y siempre en coordinación con Ayuntamiento, trabajadores sociales, los Ceas de Diputación... Así, se desarrolla el programa de apoyo escolar (con 10 alumnos) y de clases de español para inmigrantes (más de 13 participantes de toda la comarca). Cuando se pueda, se retomarán las actividades que hacían con niños y mayores, aunque sí es verdad que en Halloween pudieron hacer una infantil que contó con gran participación.

Su mensaje es que «todos intentemos estar más unidos, porque una pandemia de estas pone a cada uno en su lugar». También quiere transmitir su pesar a todas esas personas que hayan perdido un familiar por la Covid, «han sido mmentos muy duros». Él continuará al pie del cañón junto a su mujer, que es voluntaria. Yambos transmitiendo a sus hijas, que se han portado «como campeonas» y han ententido la importancia de su labor, el valor de la solidaridad en tiempos difíciles.