Los Bécquer, a las aulas

Lucía Sánchez- Ical
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El catedrático de Literatura de la Universidad de Zaragoza Jesús Rubio sacará a la luz un libro sobre los Hermanos Bécquer en agosto en el marco de la Feria Expoesía de Soria

Los Bécquer, a las aulas

“La experiencia demuestra que si los adolescentes leen a Gustavo Adolfo Bécquer se enganchan con mayor facilidad a la lectura”, según el profesor de Literatura de la Universidad de Zaragoza Jesús Rubio Jiménez, quien colabora de forma activa con la sociedad soriana e incluso con la Universidad de Sevilla para conmemorar el 150 aniversario de la muerte de los hermanos Bécquer y a quien invita a honrar al poeta romántico por excelencia leyendo su legado.

Para este estudioso del poeta y también de su hermano Valeriano al que considera “un pintor extraordinario del romanticismo, pero muy poco estudiado”, Bécquer debería llegar a las aulas, es más, debería estar sí o sí en los planes de estudio junto con otros clásicos, pues su obra interrumpió en el mundo literario para cambiarlo todo a finales del siglo XIX.

Jesús Rubio, que ha estudiado en profundidad al autor y bucea en museos y subastas para encontrar pinturas de su hermano, el poeta sevillano no fue un romántico de grandes gestos o versos grandilocuentes, sino que tuvo una forma particular de expresar el dolor, la soledad o la intimidad desolada en sus rimas. Él, como nadie, supo expresar sus sentimientos más profundos en un tono nunca altisonante.

“En la prosa demuestra poseer una imaginación equivalente a los grandes románticos europeos. Sus ‘Leyendas’ o ‘Cartas desde mi celda’ son equiparables a la mejor literatura romántica europea. La prosa española antes y después de Bécquer es diferente, el romanticismo español cambia drásticamente”, reflexiona.

Es por ello, que el profesor de Literatura, natural de Ágreda (Soria), invita a que el poeta llegue a las aulas para que conozcan cómo expresó “la intimidad dolorida” y  cómo fue capaz de crear una prosa directa, llena de sensaciones, poética, más elaborada que la de sus contemporáneos sin perder el tono de aparente normalidad” y una prosa que chocaba con el discurso grandilocuente del romanticismo español que le predecía.

En el 150 aniversario, las instituciones sorianas preparan actividades para honrar al poeta y a su hermano, Valeriano, que murió tres meses antes que Gustavo y cuya vida transcurrió “de forma paralela”.

Jesús Rubio forma parte activa de la organización de los actos y colabora tanto con la Diputación Provincial como con el Ayuntamiento de Soria para honrar la figura de ambos artistas que “dieron visibilidad a la provincia”, pues cuando ambos llegaron para residir en ella (en la década de 1860) ya “estaba olvidada y fuera de las principales vías de comunicación”.

Gustavo y Valeriano, en su opinión, tuvieron la capacidad de entender una provincia marginada e inmortalizaron una serie de tipos populares y una forma de vestir.  Gracias a ellos se conoce la vida tradicional soriana de la época y también de otras provincias como Ávila o Zaragoza.

El literato es consciente de que la efeméride va a ser celebrada en Soria con actos que pueden “quedarse en fuegos de artificio, pues la cultura en general se entiende como una forma de consumo”, y es por eso que aboga que el legado de ambos llegue de una manera a otra a las aulas españolas.   

Asegura con rotundidad que muchos de los alumnos de la ESO y de Bachillerato seguramente, no vuelvan a leer a un clásico en su vida, ya que “estudiarán otras cosas”, y advierte que si no se conoce “lo rudimentario de la literatura española, la historia o el arte, durante la juventud, estaremos creando una sociedad de ignorantes”. “Luego que no nos sorprenda que en España haya diputados analfabetos tal y como ocurre en la actualidad”, critica.

En este sentido, aboga por que a los niños se les inculque la creencia en su literatura y lean, pues es la única manera de que adquieran competencias lingüísticas. “Sin lectura es imposible que un ciudadano hable en condiciones. Personalmente me pone de los nervios ver a tanto patriota enarbolando la bandera de España y después desmantelando el estudio de la propia tradición cultural española”, critica.

Es por ello, que advierte que si en la aulas no se lee a Machado, Bécquer o a Cervantes se convertirá a la sociedad española en “ignorante y desgraciada”, y agrega: “Luego no nos podremos quejar de lo que hemos generado, cuando lo único que hacemos es promover que los jóvenes consuman muchas series de las plataformas digitales”.

“Lo que edifica ciudadanos de cualquier país moderno es conocer a sus grandes literatos y sino estaremos fuera de la modernidad”, destaca, para advertir que en los planes de estudio prácticamente ha desaparecido la literatura española, algo “increíble cuando pertenecemos a una de las grandes literaturas españolas del mundo”.

Aniversario

Jesús Rubio junto con otros literatos y estudiosos sorianos y de fuera de la provincia publicarán un libro, editado por la Diputación de Soria, sobre el estudio de la indumentaria tradicional a través de la obra de los dos artistas con capítulos sobre Soria, Ávila, el País Vasco y Aragón. Además el libro contará con una biografía de ambos.

En solitario, el profesor de Filología Hispánica presentará en agosto y en el marco de la Feria Expoesía de Soria, un libro específico sobre los Bécquer que narra la relación de ambos con la provincia, el estudio de las leyendas de temática soriana y las pinturas y grabados de Valeriano.

Respecto de Valeriano Bécquer, Jesús Rubio recuerda que desde 1865 a 1868 cobraba como pintor una pensión del Gobierno, por lo que estaba obligado a presentar varios cuadros y en una de las provincias que trabajó fue Soria, por la vinculación de su hermano y su cuñada y porque tenía un tío viviendo en la ciudad.

“Entregó al menos tres cuadros de la provincia de Soria, también de Ávila y del Monasterio de Veruela. Hay algunos cuadros suyos que están sin localizar, pensamos que están en manos privadas pues también pintaba por encargo. En el Museo Nacional de la Habana encontré un cuadro de Valeriano de unos niños junto a una fuente en un pueblo de la provincia que tenía inscrito Soria 1865”, relata.

La Diputación de Soria dará a conocer en los próximos meses uno de los cuadros de Valeriano que fue donado por la Galería Cortabitarte: ‘Romería en Noviercas’, una obra que actualmente está siendo restaurada en el Taller de Restauración de Simancas, perteneciente a la Junta de Castilla y León.

El Ayuntamiento de Soria y la Universidad de Sevilla también preparan un ciclo de conferencias sobre los Hermanos Bécquer, coordinadas por Jesús Rubio. Además, los Cines Mercado acogerán un ciclo de películas y documentales sobre ambos, pues si sus obras fueron “extraordinarias” sus vidas no lo fueron menos.

En Soria todavía hay gente que conoce la vida azarosa repleta de amor, celos y traiciones de Gustavo Adolfo Bécquer y Casta Esteban, ella hija de un médico que ejerció en distintos pueblos de Soria y cuya madre era oriunda de Noviercas.

En Cueva de Ágreda afirman que Casta Esteban retozaba feliz con el bandolero ‘chupina’ en la Dehesa. Datado está que pocos meses después de morir Bécquer, la mujer del poeta se volvía a casar con un recaudador de impuestos, que fue asesinado y del que decían “fue un novio anterior”.

Si Casta no hacía honra a su nombre, su marido tampoco se quedaba atrás. En Soria no son pocos los que afirman que con su hermano Valeriano y en Soria capital, donde residía su tío Curro Bécquer, también ejercían de vividores nocturnos. Esto hizo que la pareja tuviera problemas maritales.

A este respecto, Jesús Rubio confirma que el último hijo que se le atribuye al matrimonio, pero que es improbable que pudiera ser de Bécquer porque en el tiempo que se engendró ambos estaban separados, está enterrado en Ágreda, tal y como recoge el Archivo de esta localidad. Este niño moría de lo que entonces se denominaba ‘el tabardillo’ (afección a la garganta) a los cinco o seis años de edad.

Lejos de su azarosa vida, los Hermanos Bécquer han dejado una impronta profunda en la provincia, por utilizar escenarios sorianos para sus rimas, leyendas y sus lienzos. ‘Rayo de Luna’, ‘El monte de las Ánimas’, ‘La Corza Blanca’ con el imponente coloso Moncayo al fondo no son leyendas “que contara la gente” sino “temas legendarios que él poeta ubica en esa geografía”.

Jesús Rubio invita a la sociedad española a unirse a la conmemoración, leyendo al autor y deleitándose con las obras de Valeriano que se ubican en el Museo de Bellas Artes de Sevilla y en el Prado. A los docentes les recomienda enseñar las rimas y leyendas del autor y a explicarlas en su contexto histórico y literarito.

A pesar de que no es optimista con el futuro de la literatura española, advierte que lo “mucho que hizo Bécquer” lo hizo en un corto período de tiempo pues murió con tan solo 34 años de edad y así pregunta quién hoy en día lega a la sociedad una obra como la suya en tal corto período de tiempo.

El aniversario para el experto becqueriano debe ser sinónimo de lectura, y por ello pide a la clase política encargada de crear otra nueva ley de Educación que no arrincone la literatura española y que haga visible y con esmero cuidado la tradición literaria española