El Balonmano Soria sigue inmerso en una pretemporada exigente para llegar en la mejor forma posible al arranque de la Liga en División de Honor Plata, prevista para el 25 de septiembre.

Los de Jordi Lluelles ponen a punto su estado físico y trabajan en la cohesión del grupo antes de implementar el sistema de juego para la nueva temporada. "Estoy muy contento con la plantilla. Entienden que el salto de Primera Nacional a la División de Honor Plata no solamente es un salto a nivel de nombre, estamos hablando de la segunda liga élite de España. Entienden que es un salto muy cualitativo y que se tienen que cuidar físicamente, a nivel de juego, de alimentación", ha dicho el entrenador.

De hecho, los jugadores han sido muy responsables durante las vacaciones: "Han venido con los deberes hechos a nivel de preparación físico, incluso a nivel de peso sin esa mochila extra que siempre dificulta las pretemporadas".

El equipo busca una temporada sin sobresaltos para lograr la permanencia. "Tenemos un objetivo ambicioso -ha continuado Lluelles-, intentar meternos en la lucha por el título para no correr peligro del descenso".

A falta de cerrar la plantilla son una veintena de jugadores, contando canteranos y las cinco incorporaciones. Algunos proceden de equipos que ya conocen la División de Plata, como el recién fichado Sergio Sarasola, quien ha considerado que "creo que tenemos una muy buena plantilla, para pelear, no vamos a estar tan abajo como mucha gente piensa por ser un equipo recién ascendido". Por su parte, el veterano Javier Castillo ha dicho que "pase lo que pase, tenemos que ir con tranquilidad, partido a partido y trabajando para que salgan los resultados".

Y asentar así un ilusionante proyecto que coincide con el 25 aniversario del Balonmano Soria.

Tras la suspensión del amistoso contra el BADA Huesca que esta previsto para hoy, el primer partido de pretemporada será en Nava de Asunción el 18 de agosto.