José María Hernández, conocido por todos sus amigos como "Kote", nació hace 55 años en Fuentes de Magaña pero sus familiares y allegados "nunca han oído su voz". Tiene parálisis cerebral desde que tenía seis meses, y su único medio para expresar lo que siente y lo que piensa es una tablet que tiene que utilizar a diario. Con ella, es capaz de contar, por ejemplo, que lo peor de vivir en el pueblo es "estar solo", aunque también tiene su parte buena: "la libertad".
Su madre, Margarita, tiene 90 años y cuida de él ayudada por Natalia Herrero, quien le supervisa todos los días. "Lo peor de esta historia es que en este país hay muchos 'Kotes' y 'Margaritas', y se debería ayudar a gente como ellos a estar donde realmente desean", apunta Javier González, un amigo de esta familia.