La falta de profesionales frena a la construcción

Ana I. Pérez Marina
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Aecop advierte de que hay que recurrir fuera de la provincia para encontrar trabajadores en determinadas especialidades

La falta de profesionales frena a la construcción - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez.

La construcción ha pasado en poco más de una década de ser uno de los sectores más castigados por la crisis, con despidos generalizados, a alcanzar cifras casi testimoniales, tanto en desempleo como en contratación. Y la patronal acusa en Soria falta de mano de obra cualificada en un momento de recuperación del volumen de obras. Los datos resultan clarificadores: en el primer trimestre de este año, el número de parados en el sector, tal y como recoge la Encuesta de Población Activa (EPA) publicada este jueves, es de 100, mientras que hace un año, en el mismo periodo, era del doble, y en años críticos como 2013 el número de parados se elevó a 1.100, o en 2010, a 800.

Otros datos reveladores de los momentos más duros de la crisis indican que en 2012 se registraron 997 desempleados y 277 contratos en marzo, según el Servicio de Empleo Público Estatal (SEPE), y en 2013, con 929 desempleados, solo hubo reseña de 122 contratos en el tercer mes. En marzo de este 2019 los contratos contabilizados en este colectivo sumaron 153, mientras que los parados al finalizar el mes eran 235.

Así las cosas, al mismo tiempo que el paro se ha ido reduciendo en la construcción también lo han hecho las contrataciones (tan solo 88 en marzo del año pasado), en lugar de aumentar, lo que corrobora que se produjo un éxodo de profesionales a otros sectores durante la época más complicada de la recesión, a lo que hay que sumar otros factores como la falta de vocación entre los jóvenes que se incorporan al mercado laboral y la ‘normalización’ de las retribuciones que en pleno apogeo inmobiliario eran más que generosas.

«En el ‘boom’ de la construcción hubo mucha gente, pero no tantos profesionales, que se metieron en el sector sin tener conocimientos. Se compraban una furgoneta y eran albañiles, yesistas o encofradores de toda la vida. Cae el sector, estos trabajadores van saliendo y quedan los profesionales que, además, se tienen que adaptar a los sueldos del mercado», explica Rafael Martínez, presidente de la Asociación de Empresas de Construcción y Obras Públicas de la Provincia de Soria (Aecop).

A esta situación general que se vivió en todo el país, hay que añadir que Soria siempre ha padecido la falta de profesionales especializados en áreas concretas de la construcción y ha tenido que recurrir, históricamente, a otras provincias para dar cobertura a estas necesidades laborales. La diferencia es que cuando la construcción estaba boyante en toda España no resultaba complicado buscar profesionales fuera de la provincia porque había tajo de sobra, pero en la actualidad, con el repunte de las obras, no resulta tan fácil recurrir a plantilla foránea. 

«Soria nunca ha sido una provincia de mucha mano de obra de construcción», sostiene Martínez. De hecho, tradicionalmente «ha tirado» de operarios de Castilla La Mancha (Ciudad Real, Albacete y Toledo, sobre todo) y de la zona de la ribera riojana y navarra, en particular de Alfaro y Tudela. «Ahora, sin embargo, hay mucho trabajo en Madrid y fagocita toda la mano de obra del centro de España. También sigue viniendo gente, aunque menos, de Portugal para estructuras, pero si hay empleo en Madrid van allí por volumen o por incentivos económicos», relata el presidente de Aecop.

lo que falta. Estructuristas-encofradores, caravisteros, soladores o pladuristas hay que buscarlos fuera y, aunque las empresas constructoras se van surtiendo del personal que requieren en cada obra, van acusando cierta ralentización en las esperas que tienen que asumir para la incorporación de estos especialistas. 

«Nos vamos apañando. Además, la gente que está es muy profesional», asegura el representante de los empresarios de la construcción. Si se necesitan encofradores se sigue recurriendo a personal de nacionalidad portuguesa y, de hecho, las empresas sorianas «tienen acuerdos» con firmas del país vecino. En el caso de los caravisteros se acude trabajadores manchegos o de la zona de la ribera navarra. «De yeseros o alicatadores andamos bien servidos», apostilla Rafael Martínez. Sin embargo, «nunca ha habido pulidores de hormigón -soladores- en Soria» y es necesario contactar con operarios del centro de España y, principalmente, de la provincia de Burgos, en particular con una empresa que «trabaja con casi todos», mientras en el caso de los pladuristas llegan desde La Rioja y de la provincia de Zaragoza. «En electricidad y fontanería estamos bien y con muy buenos profesionales en Soria, empresas de toda la vida», apunta.