La monitarización de la capilla de San Saturio, en dos meses

A.I.P.
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El resultado del estudio de la red de sensores determinará qué tipo de intervención necesita la ermita. Por su parte, el Ayuntamiento y el Obispado trabajan, entre otras cosas, en una audioguía turística

La monitarización de la capilla de San Saturio, en dos meses

La declaración de la ermita de San Saturio de Soria como Bien de Interés Cultural (BIC), más de cuatro décadas después de que se incoara su expediente, fue un compromiso de legislatura de la Junta de Castilla y León que se materializó el pasado 29 de julio. El director general de Patrimonio de la Consejería de Cultura y Turismo, Gumersindo Bueno, recuerda que después de una visita al templo del patrón de los sorianos hace dos años en la que se constató el estado de deterioro de la capilla del santo, en concreto de sus pinturas, se han dado pasos encaminados a la restauración y conservación de las mismas. El más reciente es la licitación [el plazo para presentar ofertas ha concluido este jueves 30 de septiembre] para la monitorización de este espacio, lo que permitirá conocer al detalle las «condiciones medioambientales interiores» antes de acometer la intervención.

«En 2019 encargamos un estudio termográfico de los paramentos interiores, es decir, comprobamos cuál era la situación y se vieron rápidamente los problemas en la linterna de la ermita, por donde entra agua y también que existe una concentración de humedad por falta de ventilación, algo bastante generalizado en muchos templos», sintetiza el director general de Patrimonio. Cabe recordar que este trabajo se adjudicó a la Fundación General de la Universidad de Valladolid por 2.250 euros.

Así las cosas, una año después, se elaboró un anteproyecto de monitorización en el que, atendiendo al deterioro diagnosticado previamente, se diseñó el sistema de sensores que habría que instalar en el histórico inmueble. En este caso, fue la empresa M2Sensors la que desarrolló el trabajo sobre el espacio para registrar datos medioambientales fiables, representativos y objetivos a lo largo del tiempo.

Ya en 2021, la Consejería de Cultura promovió un estudio de los paramentos para recoger muestras e «instalar medios auxiliares» para determinar la composición química de los materiales que son el soporte de las pinturas. «Todo esto es necesario para realizar una propuesta de  intervención ajustada», matiza.

De forma paralela, la Consejería de Cultura y Turismo ha adjudicado a la empresa Lámparas Rogo SL, por un importe de 3.194 euros, el estudio de iluminación de las pinturas murales de la capilla y también del exterior del templo para favorecer su lectura y entendimiento.

«Cuando se acometa la intervención total habrá que ver cómo será iluminación para poder disfrutar de las pinturas y cómo puede afectar a la conservación una vez se hayan restaurado, es decir, dónde se pueden colocar los sistemas de luz y de qué tipo», añade el responsable de Patrimonio.

En este punto, Bueno pone de relieve que se encuentra en licitación  el contrato para la monitorización de la capilla con la red de sensores mencionada para medir la «humedad, condensación, temperatura, puntos de rocío...» toda la información «necesaria» para saber «lo que está pasando dentro y compararlo con lo que está pasando fuera, que siempre tiene relación». Una vez se produzca la adjudicación, Bueno confía en que en el «plazo de dos meses» pueden estar instalados los sensores.

A partir de ese momento, al menos, se requiere «un ciclo de un año»  para alcanzar una radiografía integral que contemple el seguimiento durante las cuatro estaciones. 

«Con todo esto, tendremos un conocimiento mayor de la situación para los proyectos de restauración e intervención en cubiertas, en el interior y en las pinturas. Antes de que concluya el año, sabremos bastante de los comportamientos ambientales de la capilla, pero para el estudio completo se necesita un año», relata Gumersindo Bueno.

No obstante, a juicio del director  general de Patrimonio de la Junta, el sistema de sensores debería ser una instalación permanente en la ermita para continuar con el control de lo que sucede en la capilla, ya que «un  año puede ser distinto al siguiente» más seco o más lluvioso, más frío o más cálido. «Es conveniente tener el edificio monitorizado para que no nos pase como ahora, porque el deterioro actual se remonta a hace tiempo», apostilla.

El anteproyecto elaborado el pasado año definió donde se colocará la malla de sensores, que supondrá una inversión de unos 50.000 euros.

intervención ambiciosa. El director general de Patrimonio de la Junta admite que el proyecto de restauración y consolidación de las pinturas y otros elementos de San Saturio «va a ser algo complejo», por lo que considera que se requerirá la implicación del Ayuntamiento de Soria, la Diputación Provincial y el Obispado de Osma-Soria. «Todas las entidades que puedan tendrán que echar una mano», sostiene.

No hay un inversión definida de lo que podría costar, aunque Bueno avanza que la cantidad oscila en una amplia horquilla de entre 450.000 y 700.000 euros, en función de las conclusiones de los estudios de diagnóstico y de lo que sea necesario acometer para garantizar la conservación de la ermita del patrón de los sorianos.

«Este es el camino que hay que seguir, el análisis técnico, usar todas las herramientas para obtener un buen diagnóstico. Esto es más complejo que hace años cuando llegaba un especialista y ya planteaba un proyecto. Ahora se busca una fundamentación más completa y compleja para el diseño de las intervenciones», advierte.

proyección turística. Han pasado poco más de dos meses de la declaración de la ermita de San Saturio como Bien de Interés Cultural (BIC), por lo que resulta aventurado obtener conclusiones sobre el impacto de este reconocimiento en las cifras turísticas. «Creo que la noticia se ha quedado a nivel local y, además, todavía no lo hemos vendido fuera como BIC», subraya la concejala de Turismo en el Ayuntamiento de Soria, Yolanda Santos. 

Haya servido o no para atraer más visitantes, el registro sobre la afluencia al templo pone negro sobre blanco respecto a al interés que despierta la ermita junto al Duero: solo en agosto, se contabilizaron 16.277 entradas, mientras que en el mismo mes de 2020 fueron 8.675. Estos datos hay que contemplarlos con reservas. En primer lugar, cabe recordar que hasta la reapertura de la ermita tras el primer estado de alarma derivado de la pandemia del coronavirus no se contabilizaban las visitas y fue a partir de junio del año pasado se instaló una caseta para controlar las entradas, por lo que es desde ese momento cuando se dispone de estas estadísticas. Y, en segundo lugar, los aforos permitidos han ido variando en todo este tiempo en función de la situación sanitaria, así como las restricciones de movilidad entre territorios, lo que ha influido en el acceso a San Saturio. En cualquier caso, de enero a agosto de 2021, se han contado 38.249 visitas, mientras que de junio a diciembre de 2020 fueron 22.530. En cuanto a la comparativa del trimestre estival (junio, julio y agosto) de ambos ejercicios, la suma del año pasado fue de 11.452 turistas y este verano han sido 29.637. «Los datos de visitas demuestran que San Saturio es uno de los imprescindibles para el turista», resalta Santos.

Hay que recordar que, desde el punto de vista de la afluencia a los monumentos, este verano se han marcado hitos. Por ejemplo, el monasterio de San Juan de Duero recibió en agosto a 13.601 personas, mientras que el año pasado fueron 8.860 y en 2019, 11.872.

En este contexto, el Ayuntamiento de la capital y el Obispado de Osma-Soria continúan trabajando para «mejorar» los servicios turísticos en la ermita. «La caseta de recepción tiene que convertirse en algo definitivo, tenemos que conseguir una audioguía y la atención la tiene que prestar un informador turístico, una figura que puede coexistir con la del santero, que es quien ha estado siempre pendiente de las visitas. En todo ello vamos avanzando con el Obispado. Cuando esté todo esto, ‘venderemos’ también la declaración BIC», resume la responsable municipal del área.

Definir plazos para todo ello resulta «complicado», si bien la concejala de Turismo reconoce que su deseo es que  los cambios estén en marcha antes de que termine la legislatura. En es sentido, Yolanda Santos añade que también se encuentra en «renovación» el patronato compuesto por el Consistorio y la Diócesis que es la entidad de gestión de la ermita hasta el momento. «Es nuestro patrón y es la ermita de todos los sorianos. Tienen que compaginarse los usos confesional y turístico», concluye.