La tercera ola se desboca y deja la UCI al borde del colapso

EDS
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Se multiplican los ingresos y el hospital inicia la escalada.n menos de un mes los ingresos en planta pasan de cinco a 48 y obligan a abrir dos plantas. Delgado avisa que, si suben de 80, peligra la actividad asistencial y consultas

La tercera ola se desboca y deja la UCI al borde del colapso

Crece la presión sobre la Sanidad por la explosión dramática de las cifras y, si no hay un cambio radical en la curva de contagio, en unos días nos veremos en «una situación parecida a la de finales de marzo» y será necesario comenzar a anular intervenciones quirúrgicas y consultas, advierte el gerente de Asistencia Sanitaria en Soria, Enrique Delgado, quien se muestra «muy preocupado» por los datos y, también, «sorprendido» por el «crecimiento vertiginoso y rapidísimo» y por «la velocidad de contagio y de transmisión» de esta tercera ola. En lo que va de mes Soria suma casi 900 diagnósticos y este jueves se registró la segunda cifra de contagio más alta de toda la pandemia, cien positivos en un solo día. 

«Hemos alcanzado una incidencia acumulada próxima a los 900 casos diagnosticados por 100.000 habitantes y esta semana ya se ha producido un incremento hospitalario importante -hasta doce ingresos diarios-», lo que ha obligado ya a abrir nuevas plantas COVID y a programar la apertura de más. La escalada ha comenzado en el hospital y se teme que lo peor aún está por venir: «Es cierto que nosotros hemos empezado esta oleada un poco más tarde pero, viendo la evolución que hay en otros sitios, nos tememos que vamos por el mismo camino; y el camino es un incremento muy importante de la ocupación hospitalaria que viene derivado del incremento de contagios de los días de atrás», sintetiza el gerente, quien explica que «los contagios que ahora están saliendo van a ingresar en unos días y vamos a llenar otra vez las plantas, las UCI,y a tener fallecimientos». 

Los datos obligan a activar la alarma porque está demostrado que hay transmisión comunitaria y que «el virus está por todos los sitios». Además, cada día hay nuevas cifras récord, de modo que todavía es imposible saber si se ha alcanzado el pico. En los apenas veinte días de este 2021, se ha pasado de cinco hospitalizados en planta por COVID a 48 este jueves;de cinco pacientes en UCIa siete;de rondar los diez contagios diarios a no bajar de 60; de diez brotes a más de 70; de 550 casos activos a superar el millar;de una incidencia acumulada en catorce días de 90,26 a 877,75, casi diez veces más. Y, por lo que hemos aprendido en estos diez meses de pandemia, todo esto tendrá su reflejo en la presión asistencial, tanto en Atención Primaria como en el hospital. 

más plantas covid. La experiencia ha demostrado que, del total de diagnósticos, «en torno al 30% enfermarán». Y «un 10% ingresará», un porcentaje que puede elevarse «hasta el 20-25% en los casos diagnosticados con síntomas», mientras que en «los que se diagnostican por rastreo, cribado, test... se reduce considerablemente y se pasa de forma leve o asintomática». Es el ciclo ‘normal’ de la enfermedad provocada por el SARS-CoV-2 y, en base a ello, se preparan en la Gerencia para actuar.

El domingo, la planta denominada de triaje o de transición (donde esperan los pacientes el resultado de las pruebas de coronavirus) pasó ya a ser zona COVID, de modo que se dobló la capacidad de camas para atender a pacientes con el virus. De una planta se pasó a dos (sexta b y c). Pero la presión ha crecido de forma notable esta semana por el efecto «desbocado» de esta tercera ola, lo que obliga a seguir adoptando medidas: «La sexta a (hasta ahora de transición), la vamos a coger también. La de transición la llevaremos a otro sitio, probablemente a la tercera a o a la cuarta», anuncia Delgado. 

No queda más remedio que volver a abrir aquello que quedó en hibernación tras la primera ola, máxime cuando Urgencias, puerta de acceso de los pacientes COVIDmás graves, lleva ya días asumiendo un aumento notable de pacientes con sintomatología. Esta semana ha atendido algunos días a 80 pacientes diarios. No es un dato elevado en números absolutos, puesto que «en enero del año pasado fueron más», pero hay «un evidente crecimiento de la «actividad COVID», matiza el gerente. Y eso es lo que preocupa.

anular actividad asistencial. Con estas tres plantas ‘sucias’ (sexta a, b y c), la idea es llegar a 75-80 camas en el hospital Santa Bárbara para pacientes con diagnóstico positivo. La esperanza es que eso sea suficiente porque, de lo contrario, el panorama puede ser muy preocupante. 

«A partir de 75-80 pacientes COVID empezaría a afectar la actividad asistencial normal y es probable que habría que empezar a suspender actividad quirúrgica y alguna consulta», anuncia el gerente, quien recalca no obstante que el reto ahora es evitar precisamente esa situación y no repetir lo vivido en marzo. «Ahora hay otros objetivos. En la primera oleada solo atendimos COVID. Para eso ahora tendríamos recursos de sobra, pero queremos seguir prestando la asistencia sanitaria igual que la estamos prestando. Eso es lo que nos preocupa porque, si seguimos creciendo, no vamos a poder hacerlo», admite. Desprogramar cirugías y cerrar consultas «sería muy problemático y muy duro», máxime teniendo en cuenta la demora que se arrastra ya de los dos meses que hubo que parar. 

El problema, explica, no es de tanto de capacidad como de personal. «Tenemos los profesionales que tenemos y, si hay que atender a pacientes COVID porque esos suben, será necesaria más gente para atenderlos y, por tanto, habrá que empezar a reducir de otras  cosas». Eso sí, recalca, «nunca dejaremos de atender las urgencias y todo lo no demorable». 

como en marzo, con matices. Algunas situaciones recuerdan demasiado al momento en que explotó todo y eso «asusta»; pero hay matices.  «La contagiosidad», «la velocidad de transmisión», el perfil de los pacientes que lo soportan peor -«personas de edad o con patología compleja»-... es «igual que en marzo»;pero es evidente también que hay claras diferencias. Entre otras cosas, porque la experiencia es aprendizaje y se ha avanzado mucho tanto en herramientas disponibles (rastreo, cribados...), como en capacidad de diagnóstico. También en disponibilidad de material y suministros, en realización de pruebas y en tratamientos, lo que ha permitido mejorar los datos de letalidad y reducir los tiempos necesarios de ingreso hospitalario. 

«sin duda, se podrá». Por ello, asegura Delgado, aún en el peor de los escenarios, «en ningún caso se llegará a la situación pasada». Sí quizá en determinados aspectos de contagio, de elevada hospitalización, de alta ocupación de UCI, de suspensión de determinadas actividades quirúrgicas y consultas... pero no en términos generales. «No vamos a llegar a los 155 pacientes que llegamos a tener en marzo», afirma. El gerente garantiza ya que, «sin lugar a dudas», la Sanidad soriana va a «poder atender» esta tercera ola y «no va a haber ningún problema asistencial», en un claro mensaje tranquilizador. A pesar de las dificultades, Delgado aboga por lanzar un mensaje de esperanza con la vacunación ya en curso y pide un esfuerzo a la ciudadanía confiando en que esta sea ya «la última ola».