El espacio de estas páginas queda limitado para el reconocimiento infinito que merecen aquellos profesionales sanitarios que atendieron el famoso #SOSSoria de la primera ola, cuando nuestra sanidad se vio sobrepasada, y para esos equipos locales que se han ido conformando a lo largo de un año para atender las necesidades impuestas por la pandemia. SAMUR-PC, Médicos Sin Fronteras (MSF), dos unidades de Soporte Vital Avanzado del Ejército, cardiólogos procedentes del Hospital Universitario de Salamanca, médicos jubilados, estudiantes, la Unidad Militar de Emergencias (UME)... decenas de ‘manos blancas’ llegaron a Soria para respaldar la ingente labor en la que, desde el primer día, se volcaron nuestros sanitarios. Y, al mismo tiempo, se conformaban nuevos grupos como Covid Residencias [ver entrevista en las páginas siguientes] o el grupo de voluntarios del Cecopi (Centro de Coordinación Operativa Integrado) de desinfección. Capítulo a parte [ver páginas 16 y 17] merecen todos aquellos voluntarios de acción social y de logística, así como las decenas de muestras de solidaridad que se sucedieron, para cubrir todas aquellas carencias de material sanitario y de protección, además de atender a los colectivos más vulnerables en pleno confinamiento.

SAMUR-PC ERVIGIO CORRAL

«Lo que nunca se nos va a olvidar de Soria es la acogida de la gente, tanto en el hospital, donde nos trataron como a unos compañeros más, como cuando salíamos a la calle y el pueblo nos aplaudía», recuerda Ervigio Corral, el responsable del primer grupo del SAMUR-PC (Servicio de Asistencia Municipal de Urgencias y Rescates-Protección Civil) que se desplazó desde Madrid el 9 de abril para apoyar a los sanitarios sorianos. Este primer grupo, que sucesivamente fue relevado por otros, desempeñó distintas funciones en el hospital Santa Bárbara y en las residencias de mayores de la provincia de Soria. El SAMUR-PC llegó dotado con dos UVIs móviles, una ambulancia convencional y tres coches de apoyo. Precisamente, fue en los centros geriátricos donde médicos, enfermeros, técnicos y especialistas en riesgos biológicos del SAMUR-PC trabajaron activamente, así como en la puesta en marcha de una unidad de cuidados intermedios en el hospital, bajo la tutela de Medicina Interna, y apoyaron en los traslados a otros centros.

«Nos encontramos con una organización excelente en el hospital de Soria, apoyamos donde hacían falta recursos humanos, fuimos para eso, para echar una mano y asesorar en algunas cuestiones como riesgos biológicos», rememora Corral, que también pone el acento en el «buen» trato recibido por los medios de comunicación sorianos.

unidades de defensaTENIENTE ADRIÁN SUSÍN

En Djibouti, república ubicada en el cuerno de África, se encuentra estos días de misión el teniente médico de la Agrupación de Sanidad número 3 con base en Zaragoza Adrián Susín, que estuvo al frente de una de las dos Unidades de Soporte Vital Básico Avanzado que el Ministerio de Defensa envió a Soria del 3 al 15 de abril. «Fue una experiencia muy potente, poder ayudar, estar inmersos en la sanidad soriana, en el acompañamiento a los pacientes. La acogida en Soria fue increíble, todo fueron facilidades, fue una delicia poder trabajar allí esos días. También fue potente por los momentos tan difíciles, por esos casos duros que te tocan la fibra, aunque hay que intentar quedarse con lo positivo», sostiene. Las unidades militares llegaron a Soria para los desplazamientos de pacientes críticos a las UCI de Burgos y Valladolid, pero se integraron inmediatamente en las plantas de hospitalización de Medicina Interna, en la UCI y en tareas de administración y organización del material. Los ocho profesionales sanitarios del Ejército se alojaron en la residencia Antonio Machado.

operativo de desinfecciónJOSÉ ANTONIO LUCAS

Desde mediados de marzo a finales de junio estuvo activo el grupo de  voluntarios del Cecopi especializado en desinfección, coordinado por el jefe del Servicio Territorial de Medio Ambiental de la Junta, José Antonio Lucas, con la «colaboración inestimable en el día a día» del jefe del Parque de Bomberos de Soria, Juan Carlos Rodríguez. En total, fueron 95 voluntarios (19 agentes medioambientales, celadores y técnicos de la Junta; diez conductores y mangueristas de la Junta; cuatro trabajadores de Carreteras; 14 bomberos de Soria y empleado de piscinas; siete policías locales; 13 trabajadores de la Diputación; 20 bomberos voluntarios; un integrante del Club Motonieve de Urbión; dos empleados municipales de Covaleda; cuatro voluntarios de la Agrupación de Protección Civil de Golmayo; y uno del Centro de Educación Especial Santa Isabel). Un personal que estableció su base en el centro cívico Bécquer y que contó con 32 vehículos, a los que hay que sumar una ‘pickup’ cedida por el Ayuntamiento de Berlanga y un depósito con bomba del Consistorio de Tardelcuende sin personal asociado. 

«Este operativo desinfectó el interior de 217 edificios, la mayoría residencias, aunque también centros de salud, cuarteles de la guardia civil y otras instalaciones», resume Lucas. Y fueron 881 intervenciones de desinfección en exteriores de todos los pueblos de la provincia (contenedores, bancos, pasamanos, cajeros, entradas de tiendas o bancos, accesos de residencias o centros públicos...). «Para esta finalidad diseñamos una pistola especial de pulverización, para desinfectar solo el objeto a limpiar, nunca hemos hecho una limpieza masiva, es decir, nunca tirábamos agua con lejía por las calles de manera indiscriminada, dada la alta capacidad de contaminación y peligrosidad», apostilla.

Por último, este operativo se reconvirtió en un ‘Grupo Verde’, de formación e información al ciudadano a través del Cecopi, conformado en junio por personal del Servicio Territorial de Medio Ambiente y de los Bomberos del Ayuntamiento de Soria. Editó dos protocolos sobre desinfección en residencias de mayores, basado en la experiencia de los voluntarios, y otro sobre higiene y tipos de productos desinfectantes.

rastreadores-covid apJAVIER IGLESIAS

«Los datos de trazabilidad de Soria siempre son los más altos de Castilla y León», asegura el coordinador médico de los Equipos de Atención Primaria, Javier Iglesias. Y es que el sistema de vigilancia epidemiológica que se puso en marcha el 12 de mayo, es decir, el grupo de rastreadores se ha ganado en este tiempo este reconocimiento por su capacidad de trabajo y seguimiento. «Empezó con la idea de buscar esos contactos estrechos de los positivos para acotar el contagio, rápidamente nos organizamos y nos fuimos adaptando a los sucesivos cambios», relata el doctor Iglesias. En la actualidad son tres los responsables de este área, ya que el trabajo no cesa de lunes a domingo. En verano hubo hasta 43 rastreadores, mientras que ahora son 18, repartidos entre los centros de salud rurales y la unidad centralizada en el Hospital Virgen del Mirón en la que se encuentran desde noviembre los rastreadores de Soria urbana y Soria Rural, además de COVID-AP, para atender llamadas realizadas a través del sistema automático de citas de los centros de salud, en las que el ciudadano marca la opción ‘0’ (Atención por Coronavirus), así como la toma de muestras PCR para los vecinos de la capital y de la ZBS Soria Rural. «Ahora ya hay mucho entrenamiento con todo esto, al principio era todo nuevo y muy cambiante», apostilla el coordinador.