"La planta de biogás daría otra dimensión a nuestro negocio"

Ana I. Pérez
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La pandemia apenas pasa factura a la producción de porcino de capa blanca en Soria, que ha continuado su expansión, aunque sí se ha notado en el ibérico, en el torrezno o en el cochinillo de seis kilos, ya que su destino es la hostelería

"La planta de biogás daría otra dimensión a nuestro negocio"

El porcino cumple con su hoja de ruta. Con o sin pandemia. El sector sigue creciendo y tiene margen para seguir haciéndolo, en opinión del presidente de la Asociación de Productores de Porcino de Soria (Aporso) y de la Federación de Porcino de Castilla y León (Feporcyl), Miguel Ángel Ortiz. El órdago lanzado por los ganaderos sorianos nada más comenzar este 2021 es potente: un proyecto de una planta de biogás a partir de purines, valorado en unos 11 millones de euros, presentado a la convocatoria de manifestaciones de interés del Gobierno en el marco del Plan de Recuperación, Reconstrucción y Resiliencia dotado con  fondos europeos. «A ver qué pasa», sostiene Ortiz, que en este punto no tiene pistas ni para tener esperanzas ni para lo contrario. 

Continúa creciendo la cabaña porcina, se ha superado, por primera vez, el medio millón de cerdos. ¿Cuál es el tope que tiene la provincia de Soria?

Hemos crecido, estamos creciendo y a pesar del COVID-19. Es un sector fuerte. Soria partía de una cabaña mínima, muy pequeña, hace diez o quince años, cuando se trabajaba de otra manera en los pueblos, en comparación, por ejemplo, con la provincia de Lérida, a mi juicio también de manera excesiva, porque aquello no lo quiere el sector. El tope de Soria lo fija lo que los sorianos queramos. Hoy el sector porcino tira muy bien, las exportaciones también, somos referentes a nivel mundial en producción en calidad y en bienestar animal, en el modelo de integración. Los productores nos dedicamos a producir, que es lo que sabemos, y nos amparamos en empresas, en este caso en Copiso, que nos comercializan. En el porcino nos sorprendemos cuando hablamos de 4.000 animales, pero en el comercio mundial eso no es nada. 

Y la gestión de purines...

El límite también es el purín. De las hectáreas que podríamos abonar  en la provincia de Soria estamos en un 35%, así que tenemos margen, se puede llegar al 50-60%. Es verdad que hay zonas que tienen más censo, pero si hablamos de manera global, tenemos mucho margen en comparación con países del Norte de Europa como Dinamarca, Francia o Alemania. En Soria podemos crecer, hablamos de 500.000 cabezas, ¿por qué no el millón? y llegar al 60% de abono de la superficie agrícola. La tecnología nos va a permitir proyectos como el de la planta de biogás, lo que permitirá que no seamos tan dependientes de esas hectáreas, además de crear riqueza en el entorno y contar con un negocio paralelo al tuyo, una alternativa para los purines y cumplir mejor, todavía, con la normativa.

No entiendo por qué la sociedad cuando ve abonar las tierras con purín se escandaliza y cuando ve abono químico, pasa.

Comentaba que hay zonas en la provincia que están cerca de ese tope máximo. ¿Cuáles son?

Hoy por hoy se pueden montar granjas en todos los sitios sin problema, pero si se compara la zona de Ágreda con la de la Ribera, el censo es mayor, lo que no implica que allí no se puedan poner más granjas, la normativa es muy estricta y, si se cumple, ya está. Todavía hay mucha capacidad en Soria. He viajado a Dinamarca, Alemania... Holanda, que está reduciendo cabaña porque no les cabe, tiene un problema serio con los purines porque no tienen tierra. En Soria y en Castilla y León tenemos esa ventaja: nuestras tierras necesitan abono orgánico, los microorganismos que tienen los purines no los tienen otro tipo de abonos. Sería necio por nuestra parte no aprovecharlo. 

El porcino está aportando riqueza al medio rural, empleo, movimiento económico y social en los pueblos, donde están las granjas.

El empleo, ¿crece en la misma proporción que el número de granjas?

Ahora mismo en Soria en las granjas se está empleando a unas 1.400 personas directamente, los puestos indirectos (transporte, logística, técnicos...) es más difícil de calcular, pero Copiso se apoya mucho en el porcino, por ejemplo. ¿Crece el empleo? Claro, cuantas más granjas hay, más necesidad de mano de obra.

Estamos inmersos en la escuela de FP Dual de Ávila, ya es el segundo año y en abril vendrán los alumnos a hacer las granjas de Castilla y León, y también hemos abierto un curso con la Fundación Cepaim. El sector porcino necesita mano de obra cualificada y formada. 

Dice que la pandemia no le ha afectado tanto al sector porcino, ¿qué balance hace de 2020?

No somos ajenos, pero comparados con la hostelería, el turismo o los espectáculos, nosotros somos suertudos. Hemos pasado por baches al inicio, pero la rueda del porcino no ha parado. Saqué un hastag #elporcinonopara, pero es que ni para con el COVID, ni con la nieve, ni con nada. No es una máquina que la detienesy ya están, son animales que tienen que comer, beber y necesidades que cubrir. Y toda la distribución, la logística, las fábricas de pienso, los técnicos que se desplazan a las granjas, los lineales, las matanzas... pues han funcionado. Yo me he sorprendido, la verdad. No ha fallado nada, ha podido haber algún problema puntual, pero no se ha parado. Esto hace 40 años no hubiera sido posible, lo que demuestra que todo el trabajo, la tecnificación, sirve para algo. Hemos tenido suerte porque pertenecemos a un sector esencial y ha tenido que llegar esto para que el ser humano se dé cuenta de lo que es esencial.

¿Qué peso tienen las exportaciones?

Alrededor del 50% a nivel nacional. Soria exporta muy poco, pero no somos ajenos a lo que pasa en todo el mundo. China es el gran consumidor, aunque España exporta a 150 países más. En España todo está interrelacionado a través del modelo de integración, todos dependemos de todos y tenemos que seguir pedaleando, el círculo está cerrado para que estos vaivenes no afecten.

¿Dónde se consume más carne de cerdo procedente de Soria?

A través de los convenios Copiso se mata una gran parte en Incarlopsa, en el matadero de Tarancón (Cuenca) que es el proveedor de Mercadona, así que carne de cerdo de Soria se consume en toda España. Copiso es de los mayores proveedores de Incarlopsa, con lo cual en cualquier tienda Mercadona hay producto soriano.

El modelo de integración funciona bien en Soria, pero faltaría un impulso a la transformación de la carne a otra escala, aunque ya hay empresas cárnicas relevantes.

Todo es posible. Los productores bastante tenemos con lo nuestro, no sabemos de otra cosa, aunque intentamos saber cada día más. Los mataderos en España están donde se encuentra la producción. ¿Dónde hay muchos? En Lérida, donde como decía, la producción es exagera. En Ferpocyl instamos a la Junta a aumentar la distancia entre granjas, de uno a tres kilómetros. Tenemos territorio y es bueno para el sector, también para la sociedad, porque alrededor de la granja  garantizas el terreno suficiente para los purines, sin tensiones ni problemas.

Cuando haya una producción suficiente, no tengo duda de que algún inversor apueste por hacer un matadero en Soria.

¿Y cuánto hace falta para ello?

No lo sé. Por ejemplo, el último matadero que se abrió en Binéfar (Huesca) mata 30.000 cerdos al día, eso es un tope. En Dinamarca, Danish Crown, mataba 50.000 cerdos al día hace muchos años. Antes nuestro mercado potencial era a 100, 200 kilómetros de distancia, Madrid... ahora ha cambiado completamente, el mercado es el mundo entero. Si un danés es capaz de poner carne en España más barata que yo, se la van a comprar a él.

¿Cómo ha notado el sector el cierre y las restricciones en la hostelería?

El sector ha crecido en el porcino de capa blanca, pero el ibérico lo ha notado mucho. Los productos destinados a la hostelería y al turismo están muy afectados, el que más el tostón, el cochinillo de seis kilos que va al 100% a la hostelería. El que se ha comportado de maravilla es el cerdo de capa blanca, que es el que más tenemos en Soria, aunque hay alguna granja de ibérico y alguna que se dedica al tostón.

¿Qué ha supuesto la marca de garantía del Torrezno de Soria?

Que la gente hable bien del cerdo. Que todo el mundo diga por ahí: ¡Anda! si el torrezno viene del cerdo. Todo el cerdo de Soria que se destina exclusivamente para el torrezno ha sido un ‘boom’. La marca implica una promoción turística para Soria.

Aporso promueve un gran proyecto, la construcción de una planta de biogás a partir de purines. La iniciativa la ha presentado como manifestación de interés de cara a las fondos europeos de recuperación. ¿En qué consiste?

Unos cuantos ganaderos llevamos más de un año estudiando esta posibilidad, viajando para informarnos porque en España hay muy poco de esto. La  tecnología danesa es la primera a nivel mundial en esta materia y su implantación en Francia es una referencia. Allí visitamos una planta, promovida por ganaderos. Nos decían que sus granjas se quedaban pequeñas y no podían crecer para competir. Y era una forma de ampliar el negocio. Crearon una planta de biogás, con inyección a red, y servían a un centro de logística de una gran superficie cercana. 

Con la parte técnica no hay ningún problema, pero está la económica, por eso lo hemos lanzado a esta convocatoria. No nos compromete, pero nos dirá si el Estado quiere o no, si siempre es lo mismo o no, usar Soria para que lleguen recursos de Europa o si de verdad quieren un cambio de modelo energético. La sociedad está demandando este ecogás, las industrias también, el proyecto de la planta de biogás cumple con los criterios  para recibir los fondos, con los de despoblación, sector primario, cambio climático... con todo. Falta que el Gobierno lo diga. Ya veremos. No sé si saldrá o no. ¿Habrá un cambio real o el dinero se quedará en Valladolid? Lo veremos. El sector está por hacerlo, en Soria se ha presentado, también otros ganaderos en Castilla y León porque es posible. La planta de biogás daría otra dimensión a nuestro negocio, una alternativa para sobrevivir en caso de una crisis del porcino. Conseguiremos menos emisiones a la atmósfera y tendremos un digestato para abonar las tierras mejor trazado.

La inversión se sitúa en torno a los 11 millones de euros. Los promotores serán los ganaderos de Aporso y el desembolso es sustancial... 

Sí, todo el mundo que quiera puede sumarse. No todos los productores de porcino de Aporso participarían, está abierto al que le interese. No deja de ser una inversión. Somos unos cuantos los que no queremos quedarnos quietos, queremos ir más allá.

¿Qué ubicaciones están encima de la mesa para la instalación de esa planta de biogás?

Necesitamos determinadas características del terreno. Tenemos varios terrenos en mente, pero ninguno concreto. Se requiere una cierta extensión, que haya una red de gas para poder inyectar, una segunda parte para que ese gas también se pueda transformar en energía eléctrica, un punto de evacuación... La ubicación es lo de menos, no es lo preocupante. Casi cualquiera vale. Hablaremos con la Diputación, que tiene terrenos, y todo el mundo está muy interesado en este proyecto, desde la clase política a la sociedad y los propios productores. Lo interesante es que se crea riqueza en el medio rural. 

Un año más se prolonga la moratoria para la aplicación de purines. ¿Urge el cambio de modelo?

Tanto como urgir, no, pero es verdad que el porcino tiene que evitar las emisiones. Con las nuevas tecnologías, echando la vista veinte años atrás, hemos avanzado mucho, pero es verdad que la cabaña ha crecido. Por cerdo emitimos menos, pero al aumentar la cabaña, aumentan las emisiones. Eso sí, la pandemia ha demostrado también que cuando estábamos encerrados el medio ambiente se limpió, pero el porcino no paró. Igual no nos tienen que tratar como a niños pequeños para que nos echen la culpa de todo a los ganaderos. Hay mucho que hacer, no nos escabullimos, pero no somos el problema del mundo. De la pandemia deberíamos aprender que vivir hacinados no es bueno para nadie ni para nada. Todo se mueve por masas, que son las que mandan, y cuando Madrid, Barcelona o Valladolid se resfrían, estornudamos los demás.

¿En qué medida la ‘mala prensa’ en torno al porcino ha perjudicado al sector y al mismo tiempo le ha obligado a modernizarse? 

El sector ya venía poniéndose las pilas. La normativa vigente data del año 2000, cuando nosotros mismos dijimos que no queríamos ser tan grandes y hacer las cosas de otra manera. Entonces no había opiniones en contra del porcino. Tengo una teoría, que será o no válida: cuando teníamos los cerdos debajo de casa en el pueblo, nadie se acordaba de nosotros, y cuando el sector empieza a dimensionarse, a crecer, a invertir, surgen los empresarios del porcino... pues pagamos el coste de ser líderes. No hay tanta oposición al porcino, hay una parte, que son los fundamentalistas, con los que no hay nada que hablar, cuando tratan a los animales como a los humanos y hay intereses creados que se apoyan en algunas teorías para hacernos daño porque el porcino de España es líder mundial, esto tiene ventajas, pero crea inconvenientes. No creo que la sociedad soriana esté en contra del porcino, luego hay algunos mensajes que la prensa los compra mejor. ¡Nos van a inundar el pantano de purín! ¡La gente de Soria se va a beber el purín de Cidones! ¿Y dónde estaba el problema?

La contestación social en ese caso paralizó el proyecto... 

La Junta no se mojó suficiente, creo también que había que tener un par de narices para seguir adelante. Si el promotor hubiera querido, habría ganado, estoy convencido, pero hay que destinar una serie de recursos y de fuerzas que no tienes. Fue una pena, un chaval de la zona, con su familia, que quería invertir un millón de euros en el campo... y se le echó de esa manera. Se cometió un grave error. Hablas con la gente y te dicen que hay mucho que hacer en Soria. Pues si queremos un matadero, aquellos que tanto lo reclaman, que lo hagan, que se impliquen.

¿De qué manera, directa o indirecta, afecta al sector del porcino, la polémica en torno al proyecto de la vaquería de Noviercas? 

Es vacuno, no entra en competencia con nosotros. 

Sí, pero algunos argumentos contrarios a su desarrollo son los mismos que se emplean frente a las explotaciones de cerdos de mayor tamaño.

La normativa de porcino es muy restrictiva, no se la salta ni Dios, está todo muy claro. Un proyecto de porcino no se pone encima de la mesa y ya está, supone un gran trabajo para cumplir y si no se cumple, no hay autorización. En Soria surge, por ejemplo, el índice de edificabilidad de las fincas, que en algunos sitios es del 10%, pues para una granja de 2.500 madres hacen falta 14 hectáreas y eso en Soria no es tan fácil. Luego la ubicación, que tenga agua, luz... son una serie de requisitos.

En cuanto a la vaquería de Noviercas, a nuestro sector, ni fu ni fa. Mi opinión personal, sin profundizar porque no conozco los detalles, es que algunos dicen que es una macrovaquería, pues es posible, ¿y? Es que van a desaparecer las cabañas familiares de vacuno... no, perdona, ya está pasando, ahí está el problema que tiene la mantequilla de Soria. No va a crear tanto empleo... hablan de 200 puestos, ¿en Noviercas? ¿En Soria? No está mal, ¿no? Hablan de hacer un digestato... que luego no lo hacen, pues si nos engañan, eso es penalizable. Pero ahí está el proyecto. ¿Hay problema con el agua? En aquellos pueblos de la zona, seguro que, en su día, se hicieron perforaciones para abastecer a 5.000 y ahora son 500. Además, la Confederación Hidrográfica del Ebro dirá. La del Duero nos dice que en Soria estamos aprovechando un 30% del agua subterránea, no ponen problema para hacer una perforación, pero en Valladolid, en la zona de Campos, no se puede porque ya está muy saturado.

Entiendo a los que vienen aquí diez días al año y quieren encontrarse un paraíso, pero tiene que haber unos servicios. Yo con los de las casas rurales de mi zona tengo mucho contacto y no hay ningún problema.

¿Cómo están funcionando las plantas de purines de Langa de Duero y Almazán, reabiertas hace un año?

Bueno, están funcionando, creando energía y contratando personal. Con el convenio que hicieron pudieron garantizar unos precios. Han reabierto y bienvenidas sean. Todo lo que sea empleo y riqueza a los pueblos, está bien. Aporso se posicionó a favor de las plantas no porque hubiera una necesidad para nuestros purines, sobre todo porque había 50 o 60 empleados y esto no se puede despreciar. 

¿Cómo puede el porcino potenciar las sinergias con la universidad o con centros de investigación como el de los alimentos?

La formación y el I+D+i nunca se aprovechan lo suficiente, siempre falta mucho por hacer. Ahora el porcino en formación está empezando con la escuela de Ávila de FP Dual y con cursos, no solo en Soria, como el que comentaba con Cepaim. Estamos también en contacto con la universidad,  con la que hemos contado para el proyecto de la planta de biogás. Hay algunas empresas con las que tenemos convenios para digitalizar las granjas, para sacar más jugo a los datos. Cuando alguien no ha visto una explotación, sobre todo de madres que están muy tecnificadas, y ve que tenemos ordenadores, reguladores, sensores de aire, de temperatura, de CO2... se sorprenden. Generamos mucha información que luego es complicado procesarla, porque ahora a los ganaderos nos llaman los de las tablas Excel, pero queremos digitalizar las granjas y centralizar los datos, en base a términos de producción y de consumos, económicos, para evitar errores, a todos nos interesa que esté bien y más eficientes seremos.