El brote de coronavirus que afecta a Valdeavellano de Tera desde la semana pasada ha convertido la localidad de El Valle en un auténtico "pueblo fantasma", en palabras de su propio alcalde, Amancio Martínez. Casi todos los negocios están cerrados y las calles, vacías. La gente está en casa, "autoconfinada", tal y como había pedido el ayuntamiento en un bando. "Muchas personas mayores ni han salido para ponerse la vacuna de la gripe", añade el regidor.
Martínez ha recibido como "un mazazo" la noticia del fallecimiento de una interna de la residencia, donde el equipo Covid-Residencia continúa controlando a todos los residentes y trabajadores. De momento, la cifra del brote no ha variado desde ayer, con 73 positivos confirmados y 155 contactos estrechos en seguimiento.
El alcalde también ha asegurado que "algo ha fallado" en la población para que se haya producido este brote, con origen en un establecimiento hostelero. "La gente no ha sido tan responsable", ha añadido.
Esta mañana la máquina de desinfección de calles volvía a la localidad, que estuvo libre de coronavirus durante la primera ola y ahora es protagonista de uno de los focos activos en la provincia de Soria.