La ocupación en Pinares roza el cien por cien

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Viajeros de Madrid, País Vasco y Levante, que han querido evitar las aglomeraciones, permiten salvar la temporada de verano

La ocupación en Pinares roza el cien por cien - Foto: Javier Rodenas Pipo

La ocupación en la comarca de Pinares roza el cien por cien, confirman los hosteleros y los alcaldes, e incluso se mejoran las cifras del verano de 2019, cuando ni siquiera se conocía la existencia del coronavirus. «El pueblo está lleno y los alojamientos de turismo rural completos desde hace tiempo», celebra el alcalde de Vinuesa, Juan Ramón Soria. Para él, «la gente ha buscado la naturaleza y la tranquilidad. Y no por un día, sino con estancias prolongadas». Además, las segundas residencias «están todas ocupadas durante uno o dos meses», por lo que supone otro empujoncillo para la bares y restaurantes de la zona. 

El alcalde también destaca que hay numerosas caravanas en todo el término y que el aparcamiento del Paso de la Serrá «podrá solucionar que no estacionen en cualquier lugar del monte o en la orilla del pantano, será un sitio habilitado». «La idea es que las autocaravanas entren al camping, pero no quieren», lamenta Juan Ramón Soria. Sobre la reciente visita de los Reyes de España a la localidad para apoyar al sector turístico, el alcalde no cree que haya influido en la ocupación del verano y que será en la oficina de turismo o en los establecimientos hosteleros donde los visitantes hayan explicado el motivo de su estancia en Vinuesa.

Julio López Escribano, del hotel rural Santa Inés, reconoce que el verano está yendo «bastante bien» por las visitas de gente, principalmente del Norte y Madrid, que han buscado la tranquilidad de parajes como la Laguna Negra o el pantano. «El verano se ha salvado, pero no la primavera, y queda el otoño...», apunta el hostelero. Por ahora tiene pocas reservas para septiembre, aunque «la gente va al día» y «espera a ver cómo evoluciona la situación para decidirse». En la oficina de turismo de Vinuesa, Alba Valero ha atendido a numerosos visitantes desde el mismo día que se abrió, el 1 de julio. Sobre las procedencias, destacan País Vasco, Madrid, Cataluña y Comunidad Valenciana, comenta, y suelen ser personas que han querido evitar las aglomeraciones en playas y hoteles disfrutando de parajes naturales como la Laguna Negra y Urbión, haciendo actividades de agua en Playa Pita y senderismo y viajando en autocaravana y furgoneta. Sobre los extranjeros, «han sido pocos los que han pasado por la oficina de Vinuesa este verano» y, principalmente, de Francia y Alemania. Sí que notó un incremento de consultas el día de la visita de los Reyes, pero era gente de la provincia que no quiso perderse el acontecimiento.

reservas. En Duruelo, Francisco Simón, de Casa Rómulo, explica que la gente reserva de una semana para otra por la incertidumbre ante rebrotes de la pandemia y que hay muchos huéspedes de su establecimiento que son aficionados al senderismo y a la bici de montaña, al turismo activo y de naturaleza, sobre todo de Alicante, Valencia, País Vasco y Madrid. «En el mes de agosto tenemos gente como otros años e incluso más, porque llevamos más de 25 días al cien por cien», destaca. El elcalde, Alberto Abad, se muestra satisfecho por el balance que hacen los hosteleros de lo que  va de verano y destaca la gran afluencia a la Vía Ferrata y a Castroviejo, donde un día entre semana contabilizó hasta 104 vehículos. 

«Estamos contentos porque está funcionando bastante bien la hostelería», coincide el alcalde de Molinos de Duero, Miguel Bonilla, quien define la temporada como «fructífera, a pesar de las circunstancias». «La gente busca tranquilidad, pasear por el monte, estar tranquilamente en una terraza pudiendo guardar las distancias...», sobre todo hacer senderismo y montar el bici. Molinos no puede contar con oficina de turismo por los requisitos que exige cumplir Diputación (cinco empadronados desempleados durante todo el año) y tampoco ha podido abrir el museo, uno de los más visitados de la provincia, pero por asegurar y que no se incumplan las medidas de seguridad. 

José Antonio Lafuente, con dos casas rurales y un hotel rural en esa localidad, apunta que «las casas están al cien por cien y el hotel incluso a más», así como que los huéspedes se quedan más de una noche. El 30% llega de Madrid, el 20% del País Vasco y en torno a un 15% de Valencia, Cataluña y Aragón. En su caso, las reservas se han realizado con más antelación que una semana y para la próxima sí que tiene reservas de última hora. «En septiembre está más flojo, con menos ocupación que otros años, por ahora. La gente está aprovechando agosto por lo que pueda venir después», apunta el hostelero. 

El alcalde de Navaleno, Raúl de Pablo, comenta que lo de este verano es «exagerado» y «lo nunca visto» porque el pueblo está lleno de visitantes  que han optado por el turismo de interior y de naturaleza, evitando aglomeraciones. Asegura que los hosteleros de la localidad están «contentos», al tiempo que observa que «no ha habido aglomeraciones en las terrazas» de los establecimientos y que «se ha estado tranquilo», porque «la gente tiene miedo a juntarse y es muy prudente también haciendo turismo». Pero se encuentran más tranquilos en pueblos de interior como estos.

Belinda Peñalba, alcaldesa de San Leonardo de Yagüe, también señala que las casas rurales de la localidad «están a tope» y que el tiempo está acompañando para que los visitantes hagan excursiones por la zona. El Bosque Mágico es uno de los destinos por los que más se interesan los viajeros, pero sobre todo destaca el Cañón del Río Lobos en la zona. Asegura que los hosteleros harán un buen balance del verano cuando termine, porque ahora se centran en atender al turismo.