Laura de Blas chocaba su guante con la griega Korogiannau. La burgense era una de las elegidas para el Muay Trai Gran Prix Internacional celebrado en Madrid, su primer combate en un año, "es difícil volver como todo lo que dejas parado", reconoce la luchadora, "no solo por competir sino por el entrenamiento, el ritmo y el haber estado tanto tiempo encerrados".

Lo notó en el primer asalto ante una rival que le superaba en altura, "tiendo a salir un poco empanada", asegura. Con el paso del tiempo fue dominando la pelea, "después mejoré en el segundo y tercer asalto, tuve bastante superioridad y me pude hacer con la pelea".

Una importante victoria que conseguía en una prueba única del circuito absoluto que se celebraba por primera vez en España y con la que espera conseguir más combates, "a nivel deportivo es importante porque había muchos ojos puestos en este evento".

Laura de Blas vuelve a sonreir dentro del cuadrilatero. Solo espera que para volver a hacerlo no tenga que pasar tanto tiempo.