La Federación de Organizaciones Empresariales Sorianas (FOES) confirma que la falta de suministros «está afectando de forma generalizada a todos los sectores» e incluso «obliga ya a ERTEs que empeoran las expectativas del mercado laboral en la provincia». A corto y medio plazo, advierten que la crisis «puede afectar sobremanera a la generación de empleo en la provincia» y «supone un hándicap para la recuperación de la liquidez de autónomos y empresas que ven frenados sus negocios pese a la recuperación del consumo que se observa».
De esta manera, la patronal realiza un repaso por sectores.En cuanto al sector productivo de Soria, en la automoción la escasez de semiconductores ha ralentizado la fabricación de coches, lo que afecta a las empresas de automoción de la provincia que padecen la disminución de pedidos por parte de las empresas automovilísticas. Lo más grave para FOES es que algunas de ellas «ya están planteando ERTEs intermitentes por la ralentización y/o interrupción de pedidos por falta de suministros». Fico Mirrors ya habría anunciado un nuevo ERTE para finales de año. En cuanto a embalajes, las empresas «atraviesan un año con muchas tensiones en los suministros aunque, de momento, están capeando las incertidumbres y continúan trabajando». En el sector maderero, la escasez de madera que la industria lleva sufriendo ya desde hace años se intensifica en 2021. «El escaso stock ha provocado que la cotización de la materia prima haya subido un 110,27 por ciento con respecto a marzo del 2020, cuando estalló la pandemia», detallan con resignación.
servicios. Es una situación que afecta también muy negativamente al sector servicios, a la construcción y a subsectores como fontanería, electricistas, acabado de la construcción…). «El precio del aluminio o del hierro provocado por la escasez de materia prima se ha disparado durante este verano y afecta sobremanera a la industria de la construcción y a todas las auxiliares que trabajan para ella, que están perdiendo competitividad en este proceso y capacidad para resolver los problemas de liquidez que acumulan desde el inicio de la pandemia pese a que ahora las condiciones sanitarias les permitiría recuperar el ritmo de trabajo», especifican.
En obra pública, en pequeñas actuaciones (ayuntamientos, Diputación...) las empresas están asumiendo el incremento de precios de las materias primas, dado que no entran en los supuestos de revisión de precios que establece la Ley de Contratos. «La situación está obligando a las empresas a extremar el cuidado en la planificación de las obras para intentar evitar sobrecostos», apunta FOES. Los talleres y negocios de repuestos, por su parte, «sufren, por arrastre, la disminución del ritmo de producción en las fábricas de automoción, que no encuentran semiconductores suficientes para dar una respuesta a las necesidades del mercado». En logística, el sector sufre las consecuencias de la escasez de vehículos y los problemas de reposición de piezas en los talleres mecánicos, que afectan a la renovación y reparación de las flotas. La ‘crisis de los contenedores’ en el tráfico marítimo «dilata plazos de entrega de mercancías en los puertos y provocando el retraso de las entregas».
Por último, respecto al comercio, los concesionarios de vehículos «se ven afectados por la rotura de stocks, que provoca dilatadas esperas en la entrega de los vehículos». La recuperación del consumo se encuentra con la falta de stocks en los concesionarios, que tienen problemas para recibir nuevos vehículos y responder a la demanda, advierte la patronal. «La situación está provocando el aumento de la inflación de precios en los coches que ya están en el mercado (segunda mano)», añaden. En comercio textil, que depende en un gran volumen del mercado chino, se ve perjudicado porque afecta al consumo doméstico y a la fabricación que requiere de telas.