Aleia Roses cambiará el cultivo de rosas por el de cannabis terapéutico, que se exportaría a países como Alemania para la elaboración de esencias o calmantes. La decisión llega, según la empresa, por la falta de rentabilidad en la producción de esta flor. "Tras la campaña del 14 de febrero, que es su pico máximo de producción, ya vieron definitivamente que no era rentable y comenzó el levantamiento de uno de los invernaderos", explica Amor Pérez, secretaria provincial de la Federación de Industria de Comisiones Obreras en Soria.

Sin embargo, a pesar de haber iniciado los trabajos previos de preparación de instalaciones, la empresa está aún a la espera de conseguir la autorización de la Agencia Europea del Medicamento para la implantación de este cultivo. 

Mientras tanto, los 291 trabajadores seguirán en sus puestos realizando tareas de desmantelamiento, previsiblemente hasta finales de este mes. "Esperamos que no pase demasiado tiempo hasta que se consigan los permisos de cultivo, porque de momento la empresa no ha planteado la opción de hacer un ERTE", reconoce Amor Pérez.

De las 14 hectáreas de superficie de las que dispone esta planta, se comenzarían cultivando 3,5 de forma inicial, que generarían trabajo para 270 personas.