Una bolsa de 450 personas interesadas en Soria

Nuria Zaragoza
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Arraigo amplía a «cinco» los perfiles de nuevos pobladores. La idea será replicado en ocho pueblos de la Sierra de Madrid

Una bolsa de 450 personas interesadas en Soria

Madrileños, catalanes, burgaleses, canarios... en pareja, solteros, familias numerosas... jubilados, profesionales, emprendedores... «Más de 450 familias» de «perfiles muy diversos» engrosan en estos momentos la lista de personas interesadas en instalarse en Soria que gestiona el proyecto Arraigo. Es un volumen que supera con creces las expectativas iniciales que se marcó el proyecto en su nacimiento hace dos años (en abril de 2017). Entonces, el pretexto era «vincular a los urbanitas que quieren vivir en el medio rural con los pueblos que quieren recibir población pero no lo consiguen», básicamente para «segunda vivienda». El desarrollo del proyecto, la realidad social, y la «implicación de los pueblos, los ayuntamientos y los propietarios de viviendas rurales» ha hecho evolucionar Arraigo, y el perfil ha cambiado:«Nos hemos dado cuenta de que lo que necesitan los municipios es gente que se empadrone, casas que se abran y tengan vida. Por ello, ahora hemos ampliado a cinco perfiles: segunda residencia pero, también, primera residencia, emprendedores -bien que quieran desarrollar su iniciativa en Soria o bien que quieran trasladar su proyecto a un entorno rural-, y personas que buscan trabajo, que tienen talento y que se quieren trasladar a un pueblo y traer a su familia con ellos y enraizarse en el territorio», explica el impulsor del proyecto,Enrique Martínez Pomar, quien matiza que ahora la «preferencia» son familias numerosas con niños para garantizar la continuidad de las escuelas rurales, símbolo de vida en los pueblos. 

La experiencia ha hecho «aprender constantemente» y los ejes de trabajo se han ampliado. El paso uno sigue siendo el deseo de los urbanitas de «enraizarse» en un pueblo, bien sea como primera o como segunda residencia. Y sigue siendo «básica» también «la labor de los ayuntamientos, porque está demostrado que aquellos pueblos donde hay más hospitalidad, más casas, mayores facilidades para la resolución de problemas... tienen más éxito de arraigo», apunta, y pone como ejemplo los casos más recientes de Navaleno o Duruelo, donde la mediación de sus alcaldes ha sido «clave». Pero nada de esto da resultado sin la implicación de los vecinos: «Hay que sensibilizar a los sorianos que tienen sus casas en los pueblos deshabitadas para que las pongan en alquiler con opción de compra», insta. Además, se ha invitado a un nuevo elemento al proyecto, a las empresas, de la mano de agentes como FOESo UGT. «Ahora vienen trabajadores que se quieren arraigar en Soria. Les solicitamos una ficha y, si notamos e identificamos talento y existe demanda de trabajo, sincronizamos al trabajador con la empresa». Pero, recalca, deben ser trabajadores interesados en «arraigarse», «enraizarse», con sus familias con el territorio. «Ya tenemos ejemplos de gente que viene a trabajar y, cuando el trabajo falla, se van. Por eso es importante generar vínculos, para que, si el trabajo falla, se busque otro, pero la familia permanezca porque ya tiene sus vínculos con el pueblo.  Participa en la vida del pueblo, tiene relaciones sociales, hay una comunidad... tiene un arraigo, y permanece». Por ello, la prioridad sigue siendo, como en su origen, trabajar el «arraigo» social y cultural de los nuevos pobladores en un clima de «hospitalidad», y en esa tarea es necesaria la colaboración de «todos». Arraigo es un«proyecto integrador», subraya. 

réplica en madrid. Los datos evidencian que Arraigo«funciona» y prueba de ello es que el modelo se va a replicar en ocho municipios de la Sierra Norte de Madrid, con el respaldo de la Comunidad de Madrid. Ya se ha firmado el acuerdo para «introducir la metodología de Arraigo», aunque allí irá centrado a emprendedores.