Soria, en la carrera por el negocio del cannabis legal

Nuria Zaragoza
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Ondara prevé destinar el mayor invernadero de Europa a este cultivo y Naturasor, con participación de Soria Natural, ya trabaja varias hectáreas

Soria en la carrera por el negocio del cannabis legal

Después de trece operaciones, tres décadas de dolor y un escenario en el que todas las propuestas farmacológicas e intervencionistas han fallado, Carola Pérez encontró en el cannabis un ‘remedio’ frente al sufrimiento que condiciona su vida, un ‘remedio’ que le permite «dormir, comer, reír... y tener ganas de seguir viviendo». Pero conseguir su ‘remedio’ no es fácil, ya que en España el uso terapéutico de la marihuana está prohibido (también el uso lúdico). 

Sin reconocimiento médico ni jurídico, el acceso se limita a tres vías. Ninguna con garantías ni de seguridad ni de calidad. La primera es adquirirlo en un club social de cannabis, un lugar de uso recreacional, lúdico, donde no hay médicos que controlen el tratamiento, ni seguimiento de dosis, ni análisis detallado de las sustancias. Un lugar, cabe matizar, que no existe en ciudades como Soria. La segunda es el autocultivo para autoabastecimiento, lo que exige «instalaciones, conocimientos agrícolas, inversión...» y asumir el riesgo a una denuncia. La tercera, comprarlo «en la calle», es decir, recurrir al mercado negro, ilícito. «Dejar al paciente en manos de un camello no me parece la mejor opción. Es una situación cruel. El paciente tiene derecho al mejor tratamiento posible. Es cuestión de supervivencia», denuncia Carola Pérez. 

Como ella, se estima que en España hay «más de 300.000 personas» con esclerosis múltiple, epilepsia, cáncer, dolor crónico... que recurren al cannabis con fines terapéuticos [no curativos], para «mejorar su calidad de vida». Pero esta realidad, de momento, vive en «el armario». Porque en España la venta de cannabis con fines médicos está desregulada, es ilegal. Precisamente para acabar con esta situación, Pérez fundó hace seis años el Observatorio Español del Cannabis Medicinal, un grupo de expertos jurídicos, sanitarios y de otras disciplinas que lucha por que «el cannabis se puede comprar en la farmacia, como cualquier otro medicamento» que se utiliza hoy en día para paliar el dolor. No es una utopía. Países como Alemania, Canadá,Estados Unidos, Australia, Colombia, Chile, Dinamarca, Israel... cuentan ya con una regulación al respecto. 

Su batalla avanza mucho más lento de lo esperado, reconoce en declaraciones a El Día de Soria, pero, a la vista de lo que está ocurriendo ya en otros países y de las promesas políticas de los dirigentes nacionales, confía que en el plazo de «un año o año y medio esto esté resuelto». «Lo que alegan hasta ahora en España para no legalizarlo es que no hay evidencias científicas, que falta investigación. Pero en Israel, en Canadá, en Uruguay, en Alemania, en México, en Portugal.. hay ya una regulación, precisamente porque se ha investigado y hay evidencias científicas. ¿Alguien entendería hoy que se diga que no se pone en España la vacuna contra la COVID-19 porque los estudios no se han desarrollado aquí y, por tanto, no hay evidencias científicas ? Pues esto es similar. Si en Israel hay evidencias, ¿no sirven aquí?», se cuestiona. 

El estigma social que históricamente ha existido en torno a esta planta proscrita va cayendo. El CIS estima que el 87% de los ciudadanos admite ya estar a favor de la legalización con fines terapéuticos. También la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se ha pronunciado y ha reconocido ya las propiedades medicinales del cannabis. Nada es vinculante pero, sin duda, allana el camino.

El asunto está ya también en la agenda de uno de los socios de Gobierno (Podemos), así como de otros partidos como el PNV o Ciudadanos, por lo que la legalización de su uso medicinal en España se atisba en el horizonte, aunque sin fecha, pues el Ministerio de Sanidad se resiste. 

el ‘oro verde’ llega a soria. Mientras España se debate por dar un paso al frente, la regulación del cáñamo con fines médicos es ya imparable en decenas de países, lo que ha hecho emerger en los últimos años en España un suculento negocio basado en el cultivo del cannabis con fines médicos. Algunos estudios calculan que la industria mundial del cannabis moverá unos 50.000 millones de euros en 2025. Es el nuevo ‘oro verde’ y, en este nuevo nicho de mercado, Soria se posiciona para tomar parte y, en la medida de lo posible, liderar un negocio que, solo en Europa, duplica cada año su demanda. 

Dos ambiciosos proyectos empresariales se desarrollan en estos momentos en la provincia centrados en el cultivo del cannabis con fines terapéuticos. El más avanzado es el que promueve Laboratorios Naturasor, proyecto participado por Soria Natural. Se trata de «la primera industria global y cien por cien nacional dedicada al cannabis terapéutico». Plantea trabajar en tres líneas de negocio: el cultivo; la venta de extractos de cannabis para la industria farmacéutica, cosmética y alimentaria; y la fabricación y distribución de productos farmacéuticos. Tras culminar la experiencia piloto, Soria Natural cultiva ya «varias hectáreas» en Garray con la intención de tener su primera cosecha este verano.

El otro proyecto es el que lidera Ondara en su invernadero de 14 hectáreas, también en Garray. La firma estadounidense que compró la extinta Aleia Roses ha arrancado todas las flores para plantear un «proyecto de futuro» centrado en el cultivo de cannabis con fines terapéuticos que pretende exportar en el mercado europeo íntegramente. En este caso, el proyecto está en una fase más inicial, ya que Ondara aún está a la espera de los permisos necesarios para empezar el cultivo -de momento- en tres hectáreas. 

Ambas iniciativas empresariales nacen con posibilidades de expansión. Ondara cuenta con un invernadero de 14 hectáreas y, según asegura el presidente de la compañía, George Campbell, la idea es dedicarlo íntegramente a cannabis terapéutico y no diversificar. Soria Natural es líder en su sector y dispone en Garray de hasta 500 hectáreas para cultivar sus propias plantas medicinales. 

Soria avanza posiciones pero la competencia es feroz. El negocio ha interesado incluso a algunas firmas que cotizan en Bolsa y el Gobierno cuenta ya con decenas de solicitudes  sobre la mesa para autorizar este cultivo en diversas provincias. 

cannabis legal. En esta tesitura, surge una pregunta casi de forma inevitable, ¿cómo es posible que se pueda cultivar cannabis con fines terapéuticos en España si su consumo está prohibido aquí? Porque, aunque resulte contradictorio, la legislación lo permite. Existe en España un sector del cannabis legal. 

A falta de una nueva normativa, el uso del cannabis en el país se sigue rigiendo por una ley aprobada durante la dictadura de Francisco Franco en 1967 y una orden ministerial previa de 1963, que siguen lo establecido en la Convención Única de 1961 sobre estupefacientes. Por ley está prohibido en España el uso recreativo y medicinal del cannabis, pero existen algunas excepciones que autorizan el cultivo de plantas de cannabis bajo dos premisas:con fines de investigación, y con fines médicos y científicos. 

Sobre esta base legal, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), adscrita al Ministerio de Sanidad, es la encargada de conceder las licencias de producción de cannabis medicinal.

Naturasor ya ha iniciado su plantación, por lo que este proceso lo tiene ya avanzado. Ondara, sin embargo,  está pendiente de que la Agencia de el visto bueno a la memoria que envió ya en diciembre y visite sus instalaciones de Garray para comprobar que cumple los requisitos exigidos. 

ocho empresas autorizadas. El negocio está en plena expansión. La AEMPS concedió la primera autorización para el cultivo de plantas de cannabis en mayo del año 2012, según informan desde la Agencia a este periódico a través del departamento de prensa del Ministerio de Sanidad. 

Actualmente, hay diez autorizaciones vigentes con fines de investigación y ocho para la producción y/o fabricación de cannabis y sus productos con fines médicos y científicos. 

Según concretan desde la AEMPS, actualmente en España está autorizado el cultivo de plantas de cannabis con fines médicos en una superficie de 57,753314 hectáreas. Las plantaciones se localizan en las provincias de Almería, Albacete, Badajoz, Ciudad Real, Cuenca, Murcia y Tarragona, especifican desde la Agencia. 

En cuanto a las autorizaciones de cultivo de plantas de cannabis con fines de investigación, en España está autorizado el cultivo en 4,212028 hectáreas, añaden. Esto supone que, en total, apenas 62 hectáreas en todo España tienen autorización para cultivar de forma legal esta planta. 

24 solicitudes en trámite. Es evidente que se trata de un negocio emergente por su rentabilidad y estabilidad, por lo que el interés por llevarse una parte del ‘pastel’ se ha disparado en los últimos años. En estos momentos, según confirman desde la agencia española, están en trámite 24 solicitudes de autorización de cultivo de plantas de cannabis con fines médicos y científicos. 

No se sabe aún cuándo se resolverá la solicitud de Ondara, que espera la visita de la Agencia. No obstante, según apuntan desde la AEMPS, «el plazo máximo para dictar resolución es de tres meses conforme a lo establecido en la Ley 39/2015, de 1 de octubre, del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas. Sin embargo, este plazo puede suspenderse por alguna de las causas previstas en la normativa aplicable, como sería en el caso de que el solicitante deba presentar documentación adicional si la AEMPS considera que la documentación o información presentada por éste no es la requerida por la normativa vigente o necesita aclaraciones a la información o documentación presentada. Además, la AEMPS, previamente a la emisión, en su caso, de la autorización solicitada, realiza visita de inspección a las instalaciones donde se prevé llevar a cabo las actividades para las que se solicita ésta, aumentando, en este caso, el tiempo de resolución».

Al margen de este negocio legal, cabe apuntar, se esconde otro negocio irregular perseguido por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.