Tiermes y Cía. En busca de la ciudad perdida

Mitxel Girón
-

Los romanos montaron un imperio brutal y lo expandieron por todo el mundo. A Tiermes no le falta de nada, tiene graderío, templo, acueducto, muralla, foro... El estado de conservación de sus señales y elementos informativos no está a la altura

Tiermes y Cía. En busca de la ciudad perdida

Está feo que lo diga yo, pero muchas veces leo con mayor interés los comentarios de las noticias que las noticias en sí. Una de las mejores y peores cosas que nos ha dado Internet es la democratización de las opiniones. Por un lado, todos podemos opinar sobre cualquier tema y siempre va a haber alguna persona leyendo ese comentario a las dos de la mañana (como es mi caso). Por otro lado, hay gente que se desinhibe demasiado, tanto que llega al insulto. No soy muy futbolero, pero a veces me gusta meterme a leer los comentarios de las noticias del Marca. Eso parece la jungla, que si Messi tal, que si Zidane nosequé...

Voy al grano: hace unos días me enteré, gracias a El Día de Soria (barriendo para casa), que hay unos señores que presuntamente, y digo «presuntamente» porque no quiero líos, han descubierto un yacimiento celtíbero en Calderuela. Según contaban ellos en el artículo, llevan algo más de dos años encontrando posibles restos celtibéricos y romanos: monedas de bronce, plomos, puntas de lanza, clavos, hebillas e incluso un caballito parecido a la fíbula de Numancia. Esas piezas las han ido llevando al Museo Numantino.

La noticia ha causado bastante revuelo en las redes y claro, como buen investigador nocturno, después de leerme los artículos he ido a leer uno por uno los comentarios de los internautas. Y hay opiniones para todo.

Tiermes y Cía. En busca de la ciudad perdidaTiermes y Cía. En busca de la ciudad perdidaEstá el que dice que es ilegal, que no se puede excavar donde a uno le dé la gana. Luego está el que dice que no son unos expoliadores, sino unos héroes que han descubierto algo histórico. A lo que responde otro, argumentando que ahora los arqueólogos no van a poder hacer bien su trabajo porque ya está medio excavado y sin tomar ninguna precaución. Otro dice que está genial, porque así las administraciones se pondrán a trabajar en ello y a proteger la zona.

Y así un montón de comentarios más. Como podéis observar, cada uno tenemos nuestra opinión. Puede que no esté de acuerdo con algunas, pero me gusta leerlas porque ni todo es blanco, ni todo es negro. Yo, en este caso, me voy a reservar mi opinión porque aún necesito recopilar más información. Que me gusta mucho hablar sin saber cuando estoy de cañas, pero no cuando escribo en el periódico.

El Facebook. Esa herramienta que utilizaba cuando era un chaval para seguir a los grupos que me gustaban, para subir fotos de la fiesta de anoche y hablar con mis amigotes. ¿Ahora para qué lo uso? Para tragarme toneladas de publicidad de empresas que me quieren camelar para que compre sus productos. Menos mal que estoy metido en un montón de grupos sobre Románico. Me dan la vida. No os imagináis la de castillos, ermitas, iglesias, monasterios, Cristos y santos que veo cada día. Y dentro de todos esos posts, siempre hay alguno que mete la pata y pone fotos de restos romanos. ¡Romanos! 

Para los no iniciados, los romanos fueron unos señores que montaron un imperio brutal y lo expandieron por todo el mundo conocido hará unos 2.000 años (así, a grandes rasgos). Parece que eran bastante ambiciosos y les gustaba viajar y conocer mundo (serían algo parecido a los influencers de hoy en día, solo que los romanos influenciaban a base de guerras). Nos enseñaron un montón de cosas pero también nos arrebataron otras, no hay que olvidarlo. El hormigón, los arcos, las carreteras, el calendario, los números romanos, los acueductos, el periódico, la calefacción, el servicio de mensajería, la abogacía, las herramientas de cirugía, el grafiti, los edificios de apartamentos y Netflix. Bueno, Netflix no lo inventaron ellos, pero ellos inventaron las peleas de gladiadores en el Coliseo, que mola más que ver series, dónde va a parar.

El caso es que confundir romano con Románico está bastante feo. Románico es medieval, a partir del año 1000. Hay un truco que digo siempre, posiblemente ya os lo haya contado: si se parece a la película Gladiator, es romano. Si se parece a un castillo de Invernalia, es Románico.

Y si se parece a la catedral de Notre Dame de París (la que se quemó hace poco) pues es Gótico, que es el paso siguiente al Románico (llegando al final de la Edad Media). 

Mi hermano pequeño está estudiando Historia del Arte en el Bachillerato, le encanta. Y eso me llena de orgullo y satisfacción, como diría aquel, pero aún no le gusta demasiado el Románico. A mí tampoco me gustaba el Románico a su edad; me alucinaba el Gótico, con esa altura, esos edificios colosales, esas agujas afiladas que cortan el cielo, esas vidrieras... Pero el Románico era algo basto, más pequeño, primitivo, poco cuidado. Era esa iglesia de pueblo medio derruida... Hasta que pasó el tiempo y poco a poco fui adquiriendo esa sensibilidad que hace falta para admirarlo y valorarlo. Y ya me veis ahora, tratando de convenceros de que salir a ver edificios románicos es lo mejor que hay.

Otra anécdota. Una señora me discutía en Facebook: habían colgado una foto de una calzada romana y la ponían como románica. Y yo, como defensor empedernido del Románico, le dije (con mucho respeto, por supuesto) que lo sentía, pero que aquello era romano. A lo que ella contestó que en el medievo se reutilizaban y se restauraban obras, y que por ello esa calzada era románica. Claro, pensé, y si yo a mi viejo Renault Clio le pongo el volante de un Ferrari automáticamente se convierte en un coche de carreras y ya puedo irme a Monte Carlo... Pero como soy un caballero, no dije nada y le dí mi like.

Total, que menuda introducción más larga para lo que quiero contaros. Resulta que hará un par de semanas que estuve en el yacimiento arqueológico de Tiermes. Para quien no lo conozca, Tiermes fue una ciudad celtíbera, arévaca para ser más exactos (eran los que vivían aquí antes de la llegada de los romanos). Se estima que esta ciudad ha sido utilizada durante más de 30 siglos, desde la Edad de Bronce hasta el final de la Edad Media.

Tiermes cayó ante los romanos en el año 98 a.C. Para que os hagáis una idea, es una ciudad que se organiza en torno a un gran montículo de piedra. Los cimientos de los edificios se excavaban en la roca, así como algunas estancias e infraestructuras. No le falta de nada, tiene termas, tiene un graderío con teatro para hacer representaciones, tiene templo, tiene acueducto, muralla, foro romano, mosaicos, distintas necrópolis (rupestre, celtibérica y medieval), una gran puerta de entrada, murallas, distintas viviendas, habitaciones, tabernas... incluso una ermita románica maravillosa de la que hoy no voy a hablar. 

Y lo mejor de todo es que está en buen estado de conservación. Son ruinas, sí, pero se ha hecho una buena labor de restauración en algunas zonas y se intuyen perfectamente las distintas estancias del foro, de las casas, de las termas... Posiblemente sea uno de mis lugares favoritos de toda Soria. Mejor dicho, de toda Castilla. Me entristece no poder contaros más porque no soy experto en Celtiberia, pero es uno de esos lugares que te transportan a otra época. Es conocida como la Pompeya española, imaginad la importancia que tiene.

Y algo que me entristece más es el deplorable estado de conservación y mantenimiento de algunos de sus elementos informativos. Muchas de las cartelas y paneles explicativos están que se caen, borrosos, agrietados, sujetos al suelo con piedras encima para que no se las lleve el viento... Un desastre. También hay que destacar, pero para mal, los pasamanos y barandillas. Muchas de ellas están sueltas, a puntito de caerse encima de un mosaico.

Estuvo en la Lista Roja del Patrimonio, pero como hay actuaciones de conservación, mantenimiento y un proyecto de gestión, ha salido de la lista. En 2017 se realizó el itinerario acondicionado para la visita que hoy en día podemos disfrutar (si descifras lo que pone en la cartela borrosa, claro).

Resumiendo, Tiermes es una maravilla que os aconsejo visitar. Yo voy una vez al año y cada vez me gusta más. Y ahora viene el tirón de orejas: Señores de la Junta de Castilla y León, mimen un poquito más nuestra cultura y patrimonio. 

Os pido disculpas por haberos hablado de todo menos de Románico. Pero como me decía la señora del Facebook: «Romano, Románico, ¡qué más da!».