Orbis: dos meses a pie de Roma a Numancia

Ana Pilar Latorre
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La herramienta, como el Google Maps del Imperio Romano, recrea los recorridos

Orbis: dos meses a pie de Roma a Numancia

Orbis puede ser una herramienta útil para profundizar en la Historia y, concretamente, en el Imperio Romano, ya que recrea los viajes y calcula las distancias de aquella hasta las ciudades de Numancia, Tiermes y Uxama, también a Augustóbriga (Muro de Ágreda), Medinaceli o Las Cuevas. Así, se puede calcular el recorrido de los ejércitos romanos que sitiaron Numancia. Las nuevas tecnologías permiten conocer el pasado, algo que para Antonio Chaín, historiador del equipo arqueológico de Numancia, es positivo. Es una especie de Google Maps del Imperio Romano del siglo III -cuando el imperio se encontraba en su máximo apogeo, con seis millones de kilómetros cuadrados de extensión- e incluye 751 lugares, principalmente villas y ciudades, y 268 puertos, ríos y rutas marítimas. 

Antonio Chaín hace referencia también al Itinerario de Antonino, que sería «como la Guía Michelín de aquella época», y destaca la estructura de las calzadas romanas y la relevancia de la Vía 27, que pasaba a los pies de Numancia. «Eduardo Saavedra hizo un estudio de la Vía 27 de Augustóbriga a Uxama, lo que le dio la clave para situar Numancia en su ubicación», apunta.  

alternativas. En Orbis, para determinar el tiempo total de un recorrido entre un origen y un destino que se marcan desde un listado de ciudades, se pueden escoger distintas variantes: la estación o el mes del año; por tierra o por mar; y a pie (una media de 30 kilómetros al día), en carreta normal (12 kilómetros al día) o rápida (67 kilómetros al día), a caballo (56 kilómetros al día) o a marcha militar rápida (60 kilómetros al día). También se ofrece la opción de escoger el camino más rápido, el más barato y el más corto; así como el tipo de  vía, entre  camino, costa, río y mar abierto. Además, se puede especificar la cantidad de bienes que se quieren transportar, en base a los precios de un edicto del emperador Diocleciano del año 301 después de Cristo.

Antonio Chaín calcula la ruta más corta de Roma a Numancia y se plantea por mar pasando por Tarraco y Caesaraugusta, lo que da un resultado de 25 días de viaje para hacer más de 1.300 kilómetros. El experto indica sobre el viaje en barco de las tropas romanas, que solo viajaban así los oficiales, mientras que el resto tenía que venir andando. La opción por caminos, que sería la escogida para los ejércitos bordeando la costa italiana y francesa hasta los Pirineos y de nuevo a Caesaraugusta, serían 63 días de viaje para hacer 1.700 kilómetros. 

El historiador apunta que en los meses de invierno «no viajaban, sobre todo en la primera fase, ya que los cónsules se nombraban en el mes de marzo». Los cálculos coinciden con los que realizan los estudiosos de Numancia, que calculaban dos o tres mese en llegar desde Roma, la capital del imperio, según las condiciones atmosféricas. «Cuanta más información nos puedan ofrecer las herramientas sobre las claves del pasado, más datos podemos usar en el presente para la investigación», comenta Chaín. 

Para él, «estaría bien que introdujeran otras muchas vías de Hispania, como la Vía 27 de Numancia y el ramal que va de Uxama a Tiermes y otros que van a Medinaceli y a Clunia». «Los sistemas de información geográfica permiten calcular distancias y calcular con parámetros la ruta óptima, algo muy útil para los que trabajamos en el pasado, son una referencia importante», apunta el arqueólogo. 

la red. El atlas multimedia o mapa multimedia de la Antigua Roma ha sido creada por los profesores de la Universidad de Stanford  Walter Scheidel, especialista en Cultura Clásica, y Elijah Meeks, del área de Humanidades. La idea del equipo multidisciplinar que dirigen estos profesores es  mostrar cómo los romanos de aquella época percibían los viajes, el tiempo y su distancia. Orbis crea una red que permite recorrer más de 84.000 kilómetros de vías terrestres, 28.000 largos kilómetros de rutas fluviales y más de 192.000 autovías marítimas que conectan alrededor de tres centenares de puertos de los tres continentes en los que el poderoso Imperio Romano tenía presencia: Europa, Asia y África.