Todo el mundo conoce la disciplina de la halterofilia, es el levantamiento de peso oficial en la modalidad olímpica, pero a mediados de los años 60 en Estados Unidos comenzaba a practicarse una variedad que bautizaron como el ‘powerlifting’, traducido al castellano, levantamiento de potencia, «por definirlo de una forma simple se trata del levantamiento de peso máximo en tres movimientos diferentes con una sola oportunidad», asegura Tsanko Baliev, uno de los tres deportistas que practican este deporte en Soria, «se trata de conseguir el máximo en sentadilla, banca y peso muerto».

Es una modalidad más desconocida en España pero que ya cuenta con campeonatos nacionales desde 1978, «he participado en uno y es impresionante, lo considero más espectacular que la halterofilia». En ese evento atrajo a dos sorianos a practicarlo, David Burduli y Samuel Luzuriaga, los tres buscan estar este verano en el Campeonato de España de Málaga.

Pura potencia. Si visualizamos un movimiento de halterofilia, observamos que a la fuerza a desarrollar se le suma una pulida técnica de ejecución. El powerlifting solo se centra en la primera parte, «yo me dedicaba a la musculación sin intención de competir en nada más», reconoce David Burduli, «entonces me empecé a fijar en gente que pesaba mucho menos que yo pero que levantaba más kilos», comenta desde sus 105 kilos, «el deporte me atrajo desde el principio porque te lleva al límite en cada competición».

El funcionamiento de la competición es sencillo. Tres movimientos para levantar el máximo posible: en banca, en sentadilla y en peso muerto, el más espectacular, «mi marca oficial es de 220 kilos». Se trata de un esfuerzo intenso en décimas de segundo, «solo se levanta una vez el peso elegido aunque tienes tres intentos».

Este deportista es el que cuenta con los mejores resultados en apenas un año y medio de competición, «en el regional de León del año pasado quedé el segundo en mi categoría y no pude ir al Campeonato de España por el tema del coronavirus».

Es una disciplina peligrosa, «se sufren muchas lesiones porque se tiene que levantar mucho peso en movimientos muy explosivos», motivo por el que una buena preparación es vital para ser competitivo, pero también para no padecer lesiones.

Preparación. Espalda y rodillas, esos son los dos puntos que más se lesionan en el powerlifting, «son zonas que sufren especialmente porque exiges al cuerpo hasta el límite», reconoce Samuel Luzuriaga. Con apenas 75 kilos levanta más de 200 en peso muerto, «la preparación de cada persona es diferente pero en esencia es ir aumentando la carga a la vez que reduces el número de series».

En épocas lejanas a las competiciones se centran en realizar muchas series, «esto se debe hacer solo al principio porque es cierto que lo que queremos aquí es coger fuerza para afrontar pesos mayores», es diferente a la hipertrofia porque el objetivo es levantar la máxima carga posible, «es fuerza pura en estático, no tiene que ver con la halterofilia». Es una frase que no se cansan de repetir, «la técnica tienes que tenerla pero debes centrarte es esfuerzos cortos explosivos, en conseguir llegar en el momento óptimo a levantar ese peso que te contabilice».

Es la fuerza bruta en pura esencia, el llevar el cuerpo al límite. Es el powerlifting, desconocido para muchos, pero que ya cuenta con tres adeptos en Soria