El retraso de la apertura de las piscinas municipales está haciendo que muchas personas busquen alternativas domésticas para darse un chapuzón ahora que llega el calor. Una opción son las piscinas portátiles. Por eso, los aparejadores alertan del peligro de montar estas instalaciones en terrazas y azoteas.

Las hay de todo tipo, precios y tamaños. Pero estas piscinas portátiles no pueden montarse en cualquier lugar. De hecho, suponen un gran peligro si se instalan en terrazas o azoteas sin la debida supervisión de un técnico. Su peso pueden sobrecargar la estructura e incluso provocar derrumbes.

Antonio Alonso, presidente del Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Soria, ha afirmado que "si ponemos una piscina para que los niños se mojen los pies, si tienen 20 centímetros de agua, ya tenemos una sobrecarga de 200 kilos y no influiría en la estructura". "Si queremos poner una piscina más grande, y tiene 50 cm. una sobrecarga de 500 kilos por metro cuadrado es previsible que aparezcan fisuras", ha alertado.