El confinamiento aumenta la venta ambulante en Casarejos

Fernando Orte
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Jorge López lleva su pescado cada semana desde hace 25 años a las puertas de cada casa de la localidad que, con el estado de alarma, ha visto incrementada su población

El confinamiento aumenta la venta ambulante en Casarejos

La venta ambulante en pequeños municipios sigue a pesar de la pandemia. Es un servicio vital para la población del medio rural. A golpe de claxon aparece el pescadero en Casarejos, en la comarca soriana de Pinares. Una vez por semana y hasta cuatro en la época estival. Sus ventas han crecido a pesar del confinamiento.

"Al principio se vino al pueblo la gente que estaba en las capitales en cuanto dieron las vacaciones a los chicos, y ya no se han movido, entonces estamos trabajando un poquito más en los pueblos", asegura Jorge López.

Este pescadero, que tiene puesto fijo en el mercado de la capital, recorre hasta once localodades de la provincia y lleva su producto fresco prácticamente a la puerta de casa de los vecinos. Es el caso de Juanita López a quien sin esta pescadería ambulante no le quedaría más remedio que desplazarse varios kilómetros. "Tendríamos que ir a San Leonardo, porque aquí no hay otra cosa", comenta.

Eso sí, hay cosas que no cambian, como el pago en efectivo. "Hacerlo con tarjeta es imposible por la falta de cobertura", lamenta López, quien lleva 25 años vendiendo producto de calidad en el medio rural soriano.