El curso arranca sin cierres en centros de Soria

N.Z.
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El segundo año Covid echa a andar con más del 60% de adolescentes vacunados

El curso arranca sin cierres en centros de Soria

La cuenta atrás para la vuelta al cole ha comenzado.El próximo viernes, 10 de septiembre, arranca el curso escolar 2021-2022 en toda la provincia y lo hace con un leve aumento del alumnado y sin cierre de colegios en los pueblos, según confirman desde la Consejería de Educación. 

Deza, Serón de Nágima, Rioseco, Borobia y Casarejos, los centros con menos matriculación de la provincia, logran alcanzar el mínimo de tres alumnos y mantendrán sus escuelas abiertas un curso más, según ratifican los alcaldes de las cinco localidades sorianas, que coinciden en que el gasto del colegio es «el dinero mejor invertido» del Ayuntamiento, porque es lo que «da vida» a sus pueblos.

mismas medidas que en 2020Y AHORA, ADEMÁS, LA VACUNA

Las clases deberán convivir, por segundo año consecutivo, con la pandemia, lo que ha llevado a la Junta a mantener íntegramente la totalidad de las medidas que puso en marcha el año pasado. Siguen los ratios, los grupos burbuja, los laboratorios, despachos y salas de profesores convertidos en aulas para poder mantener 1,5 metros de distancia, el uso obligatorio de mascarilla, las limitaciones en el acceso a los colegios, el reforzamiento de la limpieza... y, también, el refuerzo de profesorado que, este año, será de 61 personas, según confirma la consejera de Educación, Rocío Lucas. Todo con el objetivo de poder asegurar «la presencialidad» en todos los niveles educativos y durante todo el año.

El curso comienza básicamente  como terminó el pasado pero, no obstante, este segundo arranque escolar de la era COVID ‘juega’ con un aliado: la vacuna. Según confirman desde la Junta, prácticamente la totalidad del profesorado de Soria se ha vacunado [cabe recordar que es voluntario] y a estos hay que sumar ahora también parte del alumnado, lo que en principio actuará como ‘barrera’ del virus en las aulas. En concreto, de los 6.137 adolescentes de doce a 19 años susceptibles de vacunar en Soria, hasta este miércoles se habían vacunado 3.888, es decir, el 63,35%, según los datos facilitados por la directora de Enfermería de Atención Primaria, María Victoria Álvarez. En la población de 20 a 29 años, que afecta sobre todo a los matriculados en Formación Profesional, el número de personas en los listados de vacunación es de 8.613 y se han vacunado ya 5.739, es decir, el 66,6%. 

Estos porcentajes, destaca Álvarez, se esperan aumentar antes de la vuelta a clase ya que durante la próxima semana se van a «abrir agendas» para «recuperar a todos aquellos que no han podido vacunarse, bien porque no estaban en Soria cuando tocó su turno, bien porque no han querido, no han podido...». «Ahora no hay falta de vacunas, hay dosis suficientes, así que vamos a abrir todos los huecos que podamos para llegar al mayor porcentaje de población vacunada posible antes de que comiencen las clases», insiste. 

No estarán todos los que son porque se estima que más de 13.000 alumnos empezarán sus clases en los colegios e institutos de Soria en las próximas semanas (17.000 si sumamos las enseñanzas artísticas, de música, idiomas y de adultos), pero es lo que establece de momento la Estrategia Nacional de Vacunación, que ha fijado el límite en los doce años. Esto supone que el curso comenzará previsiblemente con más del 60% del alumnado de ESOy Secundaria vacunado pero con los niños de Infantil y Primaria (7.300 alumnos) sin inyección de inmunidad. No  obstante,  de estos, una pequeña parte, unos 250, aún conservarán anticuerpos posiblemente tras haber superado la enfermedad este verano. 

«menos improvisación» AGRADECEN LOS PROFESORES

La experiencia del curso pasado ha permitido organizar este 2021-2022 «con menos improvisación» y, «en líneas generales», los sindicatos de la Junta de Personal Docente no universitario de Soria están «razonablemente satisfechos». «Parece que la Junta sí que ha cumplido su promesa de mantener los cupos del año pasado y el incremento de profesores de refuerzo», agradece la presidenta de la Junta de Personal, Nuria García. 

En este sentido, especifica, «el año pasado primero se cubrió la plantilla y luego se hicieron las contrataciones de los cupos COVID, de modo que algunos profesores se incorporaron con el curso muy avanzado y fue un desastre. Se hizo tarde y mal. Este año todas las plazas han ido a la adjudicación de vacantes, incluido ese refuerzo COVID, por lo que en principio se va a incorporar todo el mundo al inicio del curso. Ha habido mejor planificación este año», sentencia. 

Considera positiva también la decisión de la Consejería de convertir algunas medias jornadas en completas en Primaria, «lo que mejora la calidad del trabajo», si bien sigue reivindicando que se adelante la contratación de interinos para Secundaria ya que, haciéndolo el 15 de septiembre (cuando arranca oficialmente el curso) «no da tiempo a que la gente esté en su nuevo centro antes de empezar las clases». Con una semana, apunta, sería suficiente y permitiría «mejorar el funcionamiento de los centros». 

Reclaman también los sindicatos de profesores que no se dilate la organización de extraescolares para facilitar la conciliación familiar ya que, alerta, según la información que han recibido en los claustros celebrados hasta la fecha «parece que la Consejería no tiene intención de que haya extraescolares en el primer trimestre». 

También creen necesario que la cartera de Lucas concrete el futuro del programa MARE, el programa de clases de refuerzo en el horario de tarde. «Era financiado con fondos europeos y se ha acabado el programa y a estas fechas no sabemos si se va a implementar otro programa para suplir el MARE, que se ha rebelado como algo beneficioso para los alumnos». 

Desde la Junta de Personal Docente, en contra de lo que ocurrió el curso pasado en que su malestar llegó a ser tal que llegaron a pedir dimisiones, este año optan por dar un voto de confianza a la Consejería, aunque reiteran de nuevo la necesidad de que «incentive la estabilidad en los destinos rurales periféricos» ya que previsiblemente provincias como Soria volverán a sufrir los problemas para ocupar algunas plazas y, esa falta de estabilidad, afecta a la calidad educativa.

no cierra ningún colegioLOS CINCO ‘EN LA CUERDA FLOJA’

No es un año ordinario porque la pandemia lo macha todo pero, al menos, hay algunos datos para la esperanza. De los cinco colegios que hay en la provincia ‘en la cuerda floja’, todos logran sobrevivir un curso más. 

Deza lo hará con el mínimo que permite la Junta, tres alumnos. Logró reabrir su escuela el curso pasado pero este año de nuevo ha estado en peligro ya que dos niños (hijos de funcionarios que se han ido a otro destino) han abandonado el centro. «Afortunadamente, entra un niño de tres años en Infantil que sus padres son de aquí, con lo que vamos a conseguir mantener», felicita su alcalde, Vicente Alejandre Alcalde. Se muestra«realista» y sabe que «tarde o temprano no habrá niños de nuevo para mantener la escuela abierta» pero, de momento, opta por «vivir el día a día, disfrutar de la alegría que da tener la escuela abierta y dar un servicio a los vecinos que supone evitar 50 kilómetros todos los días a los niños de viaje». 

En Serón de Nágima se mantiene su escuela «con cuatro alumnos, como el año pasado», apunta su alcalde, Luis Hernández, quien se muestra «preocupado» porque «es difícil revertir esta situación». «Los autóctonos del pueblo estamos en Soria y la escuela se mantiene gracias a la población  inmigrante que ha venido a trabajar al pueblo, que se dedica a la construcción y están asentados desde hace años», agradece.  

También en Rioseco de Soria los nuevos pobladores de origen extranjero han sido claves para mantener su colegio, que depende del CRA de Berlanga. Este año rebajan los siete alumnos del curso pasado porque «algunos pasan al instituto» pero «se mantiene», destaca su alcalde, Eufemio Álvarez, quien asume que «cuesta atraer a la gente joven porque no hay trabajo». 

También aguanta el tirón este curso Casarejos, que el año pasado tenía siete alumnos y este años serán cinco. «Menos mal que vienen de los pueblos de alrededor», reconoce su alcalde, José María Peña, que apunta que «no queda gente joven aquí y algunos además prefieren llevar a sus hijos a un colegio más grande y los llevan a San Leonado». 

En Borobia, su regidor, José Javier Gómez Pardo, celebra que su escuela sigue abierta con ocho niños. Cada año son menos y por eso a nivel municipal han optado por tomar la iniciativa y ofrecen un incentivo de 50 euros mensuales por cada niño escolarizado (500 euros al año). Esperan que sirva para mantener pero, también, para atraer población, con la expectativa puesta además en que la mina genere el empleo comprometido. Además, anuncia su alcalde, «este año tenemos previsto contratar servicios de tiempo libre, de actividades extraescolares, para complementar el tiempo de los niños y apoyar la conciliación», justifica.

Todos admiten que el mantenimiento de sus colegios «supone un coste para el Ayuntamiento» pero «estamos encantados de asumirlo» porque«es el dinero mejor invertido», comparten. Y «hay que mirar la parte social, no solo la económica», avisan.