El coronavirus ha trastocado el sector del turismo al completo y negocios como las agencias de viaje han tocado fondo. Este verano se ha buscado tranquilidad, distanciamiento social y seguridad frente al virus y, como consecuencia, se ha impuesto el turismo de cercanía y de proximidad. Playas, islas, cruceros... han perdido peso y apenas ha habido viajes al extranjero, dadas las restricciones impuestas por varios países a los viajeros procedentes de España. El resultado:el verano de 2020 la facturación de algunas agencias sorianas ha sido de apenas el 1,22% de lo ingresado en el mismo periodo de 2019. Ya nivel general, «nadie ha pasado del 10% de facturación del año pasado», apunta el presidente de laAsociación de Agencias de Viaje de Soria (ASAV), Alfredo Tundidor, quien describe la situación como «ruinosa».
Todas las agencias han tenido que mantener a buena parte de su plantilla en ERTE (expediente de regulación temporal de empleo) en la temporada que se considera alta, y ahora cruzan los dedos para que esta «ayuda» del Gobierno «se prolongue todo lo que se pueda» ya que el otoño-invierno se aventura «muy complicado». «Generalmente en verano facturamos lo suficiente para aguantar el invierno, pero este año no ha supuesto nada y no tenemos ningún respaldo. La única ayuda que hemos tenido es la de la Junta porque el Ayuntamiento no nos ha incluido de momento ni en el bono-compra ni ha sacado ninguna ayuda para el sector, y la Diputación nos ha dejado fuera a la mayoría de los asociados de las ayudas disponibles (de las cinco agencias asociadas, cuatro están en la capital y no han podido optar a las ayudas a pymes y autónomos)», resume Tundidor, quien reconoce que la situación es «crítica».
Las previsiones, además, no son nada halagüeñas. Todavía están reembolsando viajes reservados en marzo y, en lo que se reserva nuevo, sufren continuamente «problemas». «Ahora se reservan algunas operaciones, pero se cancelan. En hoteles, porque están esperando ver si llegan al mínimo para poder volver a abrir pero no lo consiguen y cancelan;y en aviones porque no consiguen tampoco reunir el mínimo y anulan también. En octubre, por ejemplo, teníamos gente para Disney y, de tres vuelos que había al día, se ha pasado a uno», ejemplifica.
sin viajes del imserso. El año está resultando complicado tras acumular ocho meses con ingresos mínimos y no se espera una mejoría a corto plazo ya que la temporada que arranca ahora se suele dedicar a captar grupos de primavera y este año se aventura complicado por la amenaza del coronavirus.
De partida, acaban de conocer que, tras meses suspendidos por la pandemia, el Gobierno ha decidido cancelar lo que queda de la temporada de los viajes del Imserso, según avanzó esta semana el secretario de Estado de Derechos Sociales, Nacho Álvarez, en una comparecencia en la Comisión de Derechos Sociales y Políticas. Hasta ahora los viajes, de los que disfrutan cada año cerca de un millón de personas, estaban en el aire. Es la primera vez que se suspende el programa vacacional para mayores desde 1985 y supone un varapalo para las agencias que lo trabajaban ya que «aunque se gana poco, son muchas reservas y, si se contaba con eso, se salvaban dos meses más», resume Tundidor.
Este año tampoco estará el ‘flotador’ de los viajes escolares. «A partir de San Saturio solemos empezar a hablar con los colegios pero este año no creo que en Educación se piense en viajes, sinceramente. Me pongo en la situación y, personalmente, desaconsejaría ahora sacar billetes. Si todavía está pendiente de reembolso algunos viajes de marzo -y ha gente que lo entiende y gente que no- ¿cómo nos vamos a plantear reservar de nuevo? No me sale del alma», reconoce.
Así las cosas, admite, el año se da por perdido. «Un año se aguanta y esperábamos llegar bien a la temporada del verano que viene pero... ahora todo está en el aire», asume.