"Si no me hacen caso los del PP, seré reivindicativo"

Nuria Zaragoza
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El acuerdo in extremis de su partido, el PP, con la PPSO y Ciudadanos le ha colocado en la Presidencia de la Diputación. Benito Serrano ha conseguido desbancar al PSOE y recuperar la institución provincial para los 'populares'

"Si no me hacen caso los del PP, seré reivindicativo"

El acuerdo in extremis de su partido, el PP, con la PPSOy Ciudadanos le ha colocado en la Presidencia de la Diputación. Benito Serrano ha conseguido desbancar al PSOE y recuperar la institución provincial para los ‘populares’. Eso sí, lo hace con un gobierno en tripartito en el que tendrá como socios a Saturnino de Gregorio, por Ciudadanos, y, por la PPSO, a tres viejos conocidos: José Antonio de Miguel, Antonio Pardo y Ascensión Pérez, todos ellos salidos de las filas del PP. El órdago está echado.

Su nombre no aparecía en las quinielas pero ese acuerdo de última hora le dio la Presidencia de la Diputación. ¿Estaba en sus expectativas? ¿O fue una sorpresa incluso para usted?

Para mí fue una sorpresa porque nunca había tenido la expectativa de ser presidente de la Diputación. Llevaba cuatro años trabajando aquí y esa tarde, al final, salió así. Nadie se había postulado, porque aunque se dijo que Yolanda [la presidenta del partido] se había postulado, no es cierto; y alguien de los nueve diputados teníamos que hacerlo y, al final, me tocó a mí asumir la responsabilidad. 

¿Qué ocurrió realmente en esas horas previas al pleno? Luis Rey aseguró que la tarde de antes se había reunido con ustedes para hablar ya del reparto de comisiones entre PPy PSOE. ¿Es cierto? ¿Por qué el vuelco?

Yo lo que puedo decir es que a mí me llamaron esa mañana de Madrid. Estuvimos en Madrid hablando de la posibilidad de si quería tirar del carro. Yo me puse a disposición del partido. Teníamos que llegar a un acuerdo con la PPSO,y el acuerdo fue rápido. Nos faltaba un acuerdo con Ciudadanos. Esa tarde hablé con el portavoz de Ciudadanos y él me dijo que iba a seguir las directrices de su partido. Le dije que probablemente (porque había un pacto nacional) le llamasen desde Madrid, que es lo que a mí me habían dicho, y a las ocho de la tarde le llamaron de Madrid. Me llamó para decirme que había recibido esa llamada y me dijo que nos iba a apoyar. A partir de ahí fue el acuerdo. 

¿Nunca se produjo entonces esa reunión que dice el PSOE?

A ver, con el PSOE se estuvo hablando y se estuvo haciendo un planteamiento, pero como se habló con todos. Porque con la PPSO y con Ciudadanos no solo se habló esa tarde, ya habíamos hablado previamente.

¿Usted era partidario de ese acuerdo?

No solo era partidario sino que era ‘promotor’. Estábamos tratando de hacer un grupo de gobierno de centroderecha y estábamos recogiendo todas las sensibilidades que había: los nueve diputados del PP, los tres de la PPSO -que recuerdo que son los tres exmilitantes del PP, algunos hasta ex altos cargos-,  y con Ciudadanos que, según habían manifestado ellos, era su socio principal en España. Entonces, con esos mimbres creo que se tenía que intentar, y se intentó. 

¿Cree que es el acuerdo que quería la militancia del PP?

Pues yo en ese momento no lo sabía, pero lo que sí puedo decir ahora a toro pasado es que estoy convencido que sí, porque he hablado con cantidad de gente y todos me han manifestado estar a favor de este acuerdo. 

Y, también, creo que en este acuerdo no solo es importante el acuerdo de Diputación, sino que también es muy importante el acuerdo de unidad. Al final, estamos hablando de que el PP, por diferentes motivos, había tenido una disgregación de miembros muy importantes (dos han sido secretarios provinciales) y, al final, unirnos y no continuar con esa política de disgregación creo que es importante para el PP. 

¿Este acuerdo es el primer paso para reintegrar a esa gente que ha ido saliendo del PP en los últimos años?

Eso lo tendrá que decidir la dirección del partido y se tendrá que reintegrar quien quiera reintegrarse, no se puede obligar a nadie. Pero qué duda cabe que es un paso muy importante. 

Lo mencionaba usted, los tres diputados de la PPSO han sido pesos pesados en el PP, y en la Diputación ¿No teme que se le ‘coman la tortilla’?

Yo no vengo con ningún temor y creo que nadie, ni estos tres ni ninguno de los ocho de mi partido ni el de Ciudadanos, me vaya a comer nada. 

Cuando hemos hecho un grupo, vengo con la idea de que somos todos uno, y al final cada uno viene con sus siglas pero aquí somos un equipo de gobierno. Realmente no tengo miedo de que se me vayan a comer nada porque nunca he vivido de la política, salvo a lo mejor esta breve etapa que se me abre a partir de ahora. Sé que esto es de tránsito, que al final yo voy a estar aquí una temporada, tengo mi forma de vida, y no tengo miedo a nada de esto. 

Me refiero más al partido. A que la vuelta de los que se fueron suponga la pérdida de poder de los que están.

Es lo mismo. Yo no tengo ninguna ansia de cargo, estaba muy bien de militante raso. A mí al final esta circunstancia me ha sobrevenido así, yo he aceptado ese encargo de canalizar estas sensibilidades y ya está. Pero vamos, que igual que dije que sí ayer, si mañana alguien me dice que me tengo que quitar del medio, lo haría con el mismo gusto. No tengo ningún problema. 

¿Hasta qué punto este acuerdo compromete a su presidenta? De Miguel llegó exigiendo que De Gregorio no estuviera en las negociaciones...

Yo creo que no le compromete. En la toma de investidura yo agradecí a Yolanda porque yo sé lo que Yolanda ha hecho, y hay muchas cosas que no trascienden. Y Yolanda nunca dijo que ella quisiese ser presidenta de la Diputación, con lo cual nunca se tuvo que retirar de nada. Yolanda siempre me apoyó. 

Lo que dijo en aquel momento la PPSO creo que vino porque estaban dolidos por el tema de El Burgo de Osma, y creo que eso fue fruto de un día, porque lo cierto es que Yolanda ha estado en las negociaciones y al corriente de todo. De hecho, ella ha estado en todo momento conmigo y con Jesús Peregrina, que somos los que estuvimos en Madrid. 

No creo que esto le afecte en nada a Yolanda, al revés, creo que le refuerza en el sentido de que, cuando fueron las elecciones, se hablaba de los malos resultados del PP. Si en aquel momento alguien puede llegar siquiera a sospechar que iba a ser capaz el PP de gobernar la Diputación... nadie hubiese dado crédito. 

¿Cree que esta puede ser una maniobra arriesgada para ustedes? Al final están integrando a quienes han fagocitado el partido en los últimos años. Sin ir más lejos en la anterior legislatura su grupo se fracturó en dos y Ascensión Pérez, ahora socia suya, estaba enfrente. 

Yo creo que en política no hay nadie arriesgado, en política el único riesgo que hay es dividir. Ascensión Pérez fue compañera mía. De hecho, fue portavoz siendo yo viceportavoz la legislatura pasada. Me une a ella una buena relación a pesar de que ella, por sus motivos personales o por lo que entendieron en aquel momento, abandonara el partido.Creo que fueron más luchas internas que realmente estar en contra de unas siglas o de un partido. Yo no creo que tenga ningún riesgo esto. Hemos abierto una nueva etapa y en esta nueva etapa todo el que quiera, según ha dicho la presidenta, va a poder estar. No sé si en este caso las personas que estamos hablando están interesadas, pero aquí realmente se trata de gobernar la Diputación, no se trata de gobernar el PP. 

¿No cree que podrá tener repercusión en el gobierno del PP en un futuro?

Yo, desde mi punto de vista, siempre he dicho que toda la persona que venga a un grupo a sumar, por mí, bienvenida sea. No tengo miedo de que nadie me vaya a quitar una presidencia, en mi caso la de Diputación. 

Si mis compañeros entienden que en ese momento hay otra persona que es más interesante para el partido ponerla, pues fenomenal, no tengo ningún problema. 

Luis Rey desveló que el acuerdo entre el PP y la PPSO se había hecho ante notario. ¿Eso es cierto?

El acuerdo nosotros lo hicimos igual que en su día quisimos hacer el acuerdo en El Burgo por la Alcaldía. Sí, lo hicimos ante un notario, pero no por nada. No es que te fíes de nadie o te dejes de fiar, simplemente tiene un carácter más jurídico. 

Y si ese acuerdo se incumple, ¿qué ocurre? ¿Hay una sanción económica? ¿Qué efecto tiene realmente?

Ese acuerdo lo puede incumplir mañana quien quiera, tampoco va a ir a la cárcel por incumplirlo. Si se incumple, lo único que le vamos a hacer es una donación económica a una ONG. No sale beneficiado ningún grupo político, va a una ONG. 

¿Y de cuánto es la donación?

De 100.000 euros.

¿Eso se ha hecho por garantizar la estabilidad en la institución? 

No es que se haya hecho por desconfianza ni nada. Al final en política hemos visto ya acuerdos de todos los tipos y colores. Muchas veces son realmente un engaño a la población porque no te comprometen a nada, son solo declaraciones de intenciones. Y como aquí ya tenemos bastante experiencia en esto, le queríamos dar otro tipo de fondo y, al final, se decidió hacer eso. 

¿Pero no es porque no se fíen uno del otro, no? 100.000 euros es una cantidad más que importante...

Yo me fío absolutamente de todo el mundo. Porque, además, la mayoría de gente que estamos he tenido bastante relación con ellos y sé que tienen experiencia política, y no se trata de confianzas y desconfianzas. Te puede ocurrir con cualquiera y, de hecho, en la anterior legislatura, nos pasó en el seno del mismo partido. Quiero decir que también podría ocurrir esta legislatura en el seno de nuestro partido. Entonces, es que este acuerdo no compromete solo a los de la PPSO, compromete a todos los que estamos dentro del PP y de la PPSO. 

Yolanda de Gregorio aseguró que El Burgo no ha entrado en las negociaciones de la Diputación. 

Es cierto, no ha entrado.

Sin embargo, De Miguel ya ha dicho que espera que este acuerdo sirva para revertir la situación de El Burgo de Osma, de San Leonardo... 

Y de Covaleda. 

¿Usted qué opina sobre estas posibles reversiones de ayuntamientos?

En Covaleda el PP gana y se queda a pocos votos de la mayoría absoluta, pero hay un señor (de la PPSO) que, sin ninguna disciplina de partido, hace alcalde al PSOE. Si eso fuese reversible, la alcaldía sería del PP.

En San Leonardo es un caso parecido. Allí a un concejal del PP se le propone incluso ser alcalde y él nos dice que lo tiene que consultar con sus compañeros. Nos llama diciendo que no, que va a apoyar al PSOE, algo un poco extraño. Ahora ha entrado al equipo de gobierno siendo teniente de alcalde. No es muy normal. 

Se han dado situaciones anormales también en El Burgo y en otros lugares más, como Langa. Yo creo que estas cosas, según vaya rodando la legislatura, se irán asentando. Y no digo que en todas se vaya a cambiar, pero en muchas de ellas me imagino que habrá cambios o, por lo menos, es susceptible de que pueda ocurrir. 

Llegó pidiendo unidad. Para empezar, tiene que unir a su equipo. Su acuerdo es, por un lado, con la PPSO, y, por otro, con Ciudadanos;pero Ciudadanos y PPSO, entre ellos, no han pactado. ¿Esto plantea algún problema funcional? 

Yo lo que puedo hablar es de la experiencia de los pocos días que llevamos trabajando y no ha habido ningún problema, el acuerdo ha sido total. Hemos tenido reuniones y no ha habido ningún problema de nada. El acuerdo en la forma de trabajar, en la estructura... es total. 

Y,luego, estaría el otro caso, los doce  diputados que tenemos enfrente, del PSOE, que yo también apelé a la unidad en el discurso de investidura. Quiero recordar que en la anterior legislatura el PPperdió la Diputación porque Ciudadanos decidió dársela al PSOE pero, aún así, yo reclamaba altura de miras y creo que nosotros la demostramos, porque votamos a favor el 99% de las cosas que vinieron a pleno. Entendimos que teníamos que hacer una oposición constructiva. 

¿Va a abrir la puerta a la oposición? Rey habló en su momento incluso de un «pacto de Estado» por Soria.

Bueno, Luis abogaba por un pacto de Estado pero yo puedo decir que la oferta que nos hicieron es que llevásemos la Comisión de la Vigilancia de la Contratación. 

¿Nada más?

Nada más. Me sorprendió, porque además es la que ya teníamos. Se suele dar a la oposición y nosotros ya te adelanto que también se la daremos. 

Yo estuve hablando con Esther [Pérez], con Javier [Muñoz], con Luis. Y hablamos un poco del pacto este, de qué se nos iba a dar, qué nos ofrecían... Y vinieron siempre a oír, nunca a ofrecer, y la única vez que ofrecieron fue Vigilancia de la Contratación. 

¿Tienen ya decidido el organigrama? ¿Quiénes serán sus vicepresidentes?

No, pero está claro que Saturnino de Gregorio va a ser vicepresidente, José Antonio va a ser vicepresidente, y el resto está por definir. El portavoz de mi grupo tampoco está decidido. 

¿Y han decidido qué van a hacer con las dedicaciones exclusivas, con los puestos de libre designación...?

Tampoco. No hemos tocado nada. 

Pardo fue u n presidente más personalista. Rey apostó por lo contrario. ¿Cuál será su fórmula?

La fórmula será la misma que he aplicado en el Ayuntamiento de Golmayo, de donde vengo y donde he adquirido la experiencia política. Allí he procurado siempre trabajar en grupo. Para mí todos los concejales tienen su misión, tenemos nuestra misión, y yo soy un concejal más. La clave de que todo funcione creo que es eso. Tienes que delegar. Es también mi forma de ser y de ver las cosas, y lo procuraré hacer así. 

¿Cuál es su plan para la Diputación? ¿Cuáles son sus ejes principales?

Si hacemos una radiografía a la provincia, creo que todos coincidiríamos en lo mismo. Al final, la provincia tiene un problema muy grave, y el problema de la despoblación repercute en todo lo demás, en los servicios, en las infraestructuras... Los pueblos y la capital se están despoblando y cada vez los servicios son más caros. Creo que tenemos que tratar de revertir esta situación. Es complicado porque no sé si es antes la gallina o el huevo. 

Mucha gente habla de generar puestos de trabajo pero yo he visto que los empresarios se quejan de que tienen empresas pero no tienen mano de obra. Y vengo de un centro de formación profesional donde he dado clases y allí tengo 15-20 demandas de trabajo que no somos capaces de cubrirlas. Y también hablo con muchos empresarios y me dicen que viene gente y se les acaban yendo. Entonces, creo que son muchos los factores que tenemos que tocar. 

Creo que tendremos que traer servicios, industria, ir completando todo de forma homogénea, pero, sobre todo, creo que tenemos que vender Soria y vender la calidad de vida que tenemos en la provincia, porque realmente eso es lo que no hemos sabido vender. 

En materia de industria anunció la «captación de empresas foráneas, incluso de sectores no tradicional». ¿Cómo va a obrar ese milagro?

[Risas] Si lo logramos, que no me lo achaquen a mí. Me refiero a que aquí,  por ejemplo, tenemos la Ciudad del Medio Ambiente. La CMA ha sido un desastre, pero en ese desastre tenemos la empresa de las rosas y la de biomasa. O, por ejemplo, yo que soy de San Esteban de Gormaz, entre San Esteban y El Burgo se producen cantidad de manzanas, algo que hace 20 años nunca hubiera pesado. El cambio del cultivo tradicional en Olmillos... O lo que se está haciendo en El Royo con el tema de los frutos rojos, un tema que, por cierto, trajimos nosotros a la Diputación y que al principio no se veía con buenos ojos pero es cierto también que luego desde el equipo de gobierno se trabajó. O fíjate si somos capaces de traer lo del taller de los aviones a Garray. Se pueden abrir muchas vías, no tenemos que ir siempre a lo tradicional.

¿Con ese proyecto de los aviones tienen conversaciones abiertas?

Ojalá no se hubiese destapado y se pudiera trabajar más en sigilo, pero esas conversaciones siguen y nosotros estamos dispuestos a trabajar todo lo que haga falta por que se haga. Es lo que nos hace falta en esta provincia. Cosas diferentes, novedosas. 

Desde la Diputación, ¿qué se va a tratar de fortalecer? ¿Los polígonos de los pueblos, el PEMA [parque empresarial de la CMA], el polígono de Carbonera...?

En la autonomía municipal de cada pueblo no nos podemos meter, pero es cierto que hay polígonos en muchos pueblos que tienen diferente consideración. Vamos a trabajar con todo aquel que nos venga con una idea que veamos que se puede desarrollar y que es viable. 

Nosotros en Carbonera, del que me hablabas, planteamos un polígono diferente. Avanzamos en función de las empresas que van viniendo, y el factor más importante que tenemos es el suelo a precio cero. 

Otro de los retos de esta provincia es llevar la banda ancha a todos los pueblos. Hemos escuchado al anterior presidente los mil intentos infructuosos, tratando incluso de constituirse como operadora. ¿Cómo plantea solucionar este problema?

Yo en el esfuerzo que se ha hecho en las pasadas legislaturas tengo que decir que las circunstancias han cambiado. Hace poco presenté llevar la fibra óptica a Fuentetoba y se presentó también en Molinos, Navaleno, Salduero... Realmente a las operadoras hoy en día, tecnológicamente, cada vez les cuesta menos. En ese aspecto creo que lo vamos a tener más fácil, pero en determinados pueblos seguirá siendo bastante complicado. 

El hacerse operador de telecomunicaciones, ya lo intentamos en Golmayo siendo yo alcalde independiente para dar solución a Camaretas. No sé por qué aquí no se hizo y se siguió al final hacia un modelo más parecido al de la Diputación de Huesca. Tendré que retomar eso y ver, pero el objetivo es que nadie se vaya de un pueblo porque no tenga fibra óptica, o que los nietos no vayan a ver a los abuelos porque no tienen cobertura. 

En la relación de la Diputación con el Ayuntamiento de la capital hemos vividos unos años calmados por la connivencia de siglas. Ahora que son de diferente signo, ¿se va a hacer tabla rasa o aboga por entenderse porque hay temas fundamentales como la Film Commission, la pasarela… ?

Yo siempre, como alcalde de Golmayo y ahora como presidente de la Diputación, he intentado tener las mejores relaciones con el Ayuntamiento de Soria, no me mueve ningún interés ni ímpetu en contra de nadie. Pero creo que es público y notorio que el Consorcio de la Diputación con el Ayuntamiento le tienen que abonar a Golmayo unas facturas que llevamos tres años sin cobrarlas. Espero que se solucione y no tiene mayor trascendencia. 

Hay en algunos temas en los que se puede colaborar que no entiendo la cerrajón. Por ejemplo, cuando se constituyeron las comunidades urbanas, el Ayuntamiento de Soria no lo pidió y lo solicitó Golmayo, cuando sabíamos que no nos lo podían dar porque tiene que ser un ayuntamiento mayor de 20.000 habitantes. Posteriormente Soria lo solicitó y, al cabo de un año, si no hemos hecho nada, tenemos que devolver el dinero (nosotros 1.300 y Soria 53.000). ¿Por qué no se ha avanzado en eso? ¿Porque somos de diferente partido? Pues yo no lo entiendo. Yo avanzaría, lo tengo claro. No creo que se hiciera en la mala fe, creo que es más desidia o lo que sea. Pero creo que muchas veces hay temas que, si no protestas o reivindicas, no se hacen, como por ejemplo el tema de la pasarela. 

Con la vuelta del PP al Gobierno, ¿se volverá al ‘confesionario’ en los Planes Provinciales?

Yo soy el diputado uno que votó en contra de los otros 24 en los Planes de hace tres años [...]

No, me niego a eso. A mí nadie me ha confesado aquí y creo que es un término que se apodó por hacer política, y no creo que hubiera un confesionario. Y, si hubo un confesionario, estos cuatro años también lo ha habido [...] Que no nos digan nada porque yo también podría decir que, con los Planes Provinciales, a 20 alcaldes se les ha convencido para que se cambien de partido. Eso no sé si es confesionario pero se les ha ofrecido carreteras, centros sociales, mejoras... y con eso se ha hecho política para que esos alcaldes se vayan del PP y se presentaran por el PSOE. 

De Miguel ha defendido que apoya al PP por la sintonía con la Junta. ¿Está preparado para llamar a la puertas de sus propias siglas para reivindicar continuamente por Soria?

Yo lo que tengo claro es que llamaré todos los días que tenga que llamar, porque pesado soy un rato. Eso lo tengo claro. Si me hacen caso, les invitaré a que vengan. Si no me hacen caso, me tendrán enfrente dando guerra e igual que he sido reivindicativo con gobiernos del PSOE, en el caso de que no me hagan caso los del PP, seré tan reivindicativo o más, porque creo que hay que exigir tanto o más a los que son de tu partido que al resto. 

Herrera vino en contadas ocasiones a Soria. ¿Qué espera de Mañueco?

Herrera vino muy pocas veces, y yo lo he criticado y no me ha gustado. Mañueco en su época de precandidato y candidato ha venido muchas veces. Fue el primero que me llamó para felicitarme y creo que a partir del viernes que toma posesión tengamos el mismo hilo directo que hemos tenido para reclamar todo lo que en esta tierra creo que tenemos que reclamar, que son muchas cosas, y empezando por el Plan Soria.