CyL apremia al Estado a que insista en las ayudas a lechazos

SPC
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El consejero de Agricultura reclama agilizar el abastecimiento de equipos de protección individual para la industria agroalimentaria y de test rápidos para no «paralizar» la producción

Explotación de corderos en la provincia de Burgos, uno de los sectores más afectados por la crisis sanitaria provocada por el coronavirus. - Foto: Patricia González

Castilla y León pide a Europa que establezca medidas concretas para no perder lechazos y cabritos. Por este motivo, el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Jesús Julio Carnero, reclamó ayer al Gobierno que insista a Europa para el establecimiento «inmediato» de ayudas para el almacenamiento privado de lechazos y cabritos destinada a los industriales que operan con la carne. De no ser así, Carnero auguró que los sacrificios «se van a frenar», lo que supondrá «una importante bajada de precios a los productores, que no podrán enviar los animales a sacrificio». 

Así se lo trasladó Carnero al ministro de Agricultura, Luis Planas, con quien mantuvo una reunión por videoconferencia junto con el resto de consejeros del ramo de las otras comunidades. Carnero agradeció al Gobierno la iniciativa de ayudas para los ganaderos de ovino y caprino a la que la Junta ya ha hecho aportaciones que confió en que puedan «contribuir a mejorarlo». Una de las pretensiones de Castilla y León es que se aumente el número de animales subvencionables, de 70 a 130, y se amplíe el plazo de sacrificios a un mes desde la finalización del estado de alarma, como recoge Ical. 

Respecto al cochinillo, la «realidad» es que la producción de esta carne, tan especializada, dirigida al canal Horeca en más de un 90 por ciento, «está parada y no tiene salida». Por tanto, desde la Junta se solicitó al Ministerio la necesidad de que las ayudas a la salida de lechazos y cabritos se extiendan a los productores de cochinillo, solicitando también a la Comisión Europea, la ayuda al almacenamiento privado para este producto. Para ello se ha instado a que se incluya en dicho Real Decreto una ayuda para explotaciones especializadas en producción de cochinillo, 250 animales por explotación y una subvención de 32 euros por ejemplar sacrificado.

Por otro lado, desde la Consejería se insistió en la necesidad de agilizar el abastecimiento de equipos de protección individual para la industria agroalimentaria en una Comunidad donde hay unas 3.000 empresas de este tipo que dan empleo a 37.000 personas. Esto supone unas necesidades a corto plazo de en torno a 500.000 equipos y de momento los stocks «son escasos», lo que podría llevar a «una paralización de la producción» de alimentos en ciertos sectores. 

Carnero insistió al ministro Planas en la necesidad de cuidar oportunamente el tráfico aduanero para facilitar la entrada de materias primas indispensables para el sistema agroalimentario, especialmente trigo blando y soja para alimentación animal y correctores vitamínicos minerales en piensos.

También la Organización Interprofesional Agroalimentaria del Ovino y el Caprino (Interovic) reclamó al Gobierno medidas de retirada de producto para el sector para paliar la caída de consumo por el cierre del sector hostelero que se unan a las ayudas directas previstas por el Ministerio. La organización apoyó la petición del Gobierno a la UE de ayudas al almacenamiento, pero exigió también la compra «masiva» de producto por parte de las administraciones públicas, con el fin de que el «ejército, hospitales, residencias, cárceles y comedores escolares adquieran carne de lechal, cordero o cabrito».