Marta Roldán Melgosa y Blanca Almazán Oteo, de Afomic y la organización de On Photo Soria, conforman desde 2008 dúo fotográfico Luz Azul, un nombre escogido «por ser un palíndromo y simbolizar la igualdad que debería de haber entre los diferentes pueblos, razas, sexos...». «Nos gustó mucho el doble significado, ya que además tiene que ver con la fotografía», apuntan. Ellas son las responsables del proyecto Heroicas, en torno a la figura de la mujer ruraly su decisiva función. «Empezamos a pensar un tema y al vivir Blanca en Berlanga, más cerca de lo rural y de los pueblos, lo teníamos más fácil y nos parecía un terreno a explorar. Comenzamos por las mujeres y vimos que ese era el camino, tal vez porque nosotras también lo somos. Era lo que queríamos hacer», añaden. 

La primera sesión se centró en la veterana ganadera Juliana Romera, de Fuentetoba, porque buscaban «el ejemplo de mujer de una generación anterior, cuyas capacidades y trabajo no eran reconocidos como en los hombres porque formaban parte de su quehacer diario». Y una mujer les llevó a otra... hasta once, «la conexión entre ellas nos fue facilitando ir conociéndolas». «Son de diferentes zonas, de distintas generaciones... Hay representación de la cocina, la artesanía, la ganadería, la ebanistería, la agricultura, la acuicultua...», un abanico bastante amplio. Comparten experiencias, inquietudes, sueños... pero, sobre todo, haber apostado por el medio rural de la provincia de Soria, lo que para muchos supone un acto de valentía, un acto heroico, dada la situación actual. Es eso precisamente lo que el proyecto de Luz Azul quiere poner de manifiesto.

Heoricas se plantea contactando y plasmando en imágenes lo que ellas son, sin filtros, la realidad rural. «Han sido todas estupendísimas y se han prestado a colaborar con nosotras sin ningún problema. Se han abierto, han estado dispuestas a contarnos lo que hacen... Han sido muy generosas», destaca Marta Roldán haciendo referencia a que están en una red de mujeres rurales, por lo que muchas conocen y están en contacto, van juntas a actos... Eso es lo que les ha facilitado también mucho las cosas a las dos fotógrafas.

 La conclusión de su trabajo es el «compromiso» como seña de identidad y, en general, que son ellas las que  verdaderamente sostienen la vida en los pueblos. 

«Hace años fueron las mujeres las primeras que abandonaron el medio rural para estudiar o trabajar y los pueblos se han quedado muy masculinizados. Nosotras vemos que esto es el futuro, porque son mujeres que apuestan realmente por ello, por emprender y por hacer su vida en el pueblo, muchas de ellas con sus familias, con hijos que quieren educar allí. También por disfrutar de la calidad de vida en estas zonas», apuntan las fotógrafas. 

en positivo. Con Heroicas quieren también desterrar el pesimismo en torno al medio rural: «Parece que lo vemos todo negativo, pero en los pueblos se vive muy bien». Las mujeres de este proyecto tienen en común «el querer mostrar siempre al medio rural en positivo, ahora que tanto se habla de la España Vaciada en negativo, sin esperanza. Y no, porque estas mujeres verdaderamente han apostado por lo rural y ven en ello una oportunidad de vida. Con los medios necesarios, el medio rural podría ser una apuesta de vida para mucha gente».

El proyecto se muestra en redes sociales, ya que estaban planeando exponer en Soria capital y en la provincia cuando llegó el coronavirus. También se habían reunido en Madrid con Red Rural, del Ministerio de Agricultura, que les han publicado imágenes en la revista, para poder organizar alguna actividad en torno a su trabajo. «Estábamos muy contentas porque teníamos un montón de cosas, sin terminar pero con muy buenas perspectivas. Pero pensamos retomarlo en un futuro», comentan. Como contaban ya con una página web, durante el confinamiento han decidido «socializar» su trabajo a través de las redes sociales -Facebook e Instagram- «con mucho éxito». 

Luz Azul muestra a estas mujeres tal como son, en su día a día, en su labor, en sus lugares... «Hemos aprendido mucho de ellas, muchas cosas que no sabíamos del medio rural. Pero también hemos aprendido mucho la una de la otra, porque somos dos fotógrafas diferentes con dos puntos de vista distintos.Hemos compartido mucho y queremos seguir adelante», subraya Marta Roldán.