Aguas aptas para el baño

Ana Pilar Latorre
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El servicio de socorrista sigue sin prestarse en Playa Pita, al considerar Ayuntamiento y Mancomunidad que no es algo de su competencia

Aguas aptas para el baño - Foto: Eugenio Gutiérrez MartÁ­nez

En la provincia de Soria hay este año cuatro zonas autorizadas para el baño, de las 30 que se ubican este año en el total de la comunidad de Castilla y León, cinco menos que en 2018. León y Zamora son las provincias que más tienen, con nueve cada una, pero en Burgos, Segovia y Valladolid tan solo hay una. De las de Soria, tres son playas naturales en el embalse de Cuerda del Pozo (80,74% de su capacidad esta semana):una en la zona de las Cabañas o del Embarcadero y Playa Pita, cerca de Abejar; otra en El Bardo o la base náutica, en Vinuesa;y otra en  Herreros, en el término de Cidones. La otra se ubica en la zona del río Duero de San Esteban de Gormaz denominada La Rambla. 

Para que una zona de baño se autorice y controle, los ayuntamientos deben solicitarlo y garantizar la atención. Deben mantenerlas en las debidas condiciones de limpieza, higiene y salubridad; vigilar los puntos de vertido; instalar cartelería con información pública sobre la calidad y aptitud del agua, la prohibición de bañarse o la recomendación de no hacerlo y normas de educación sanitaria; comunicar a los servicios territoriales de Sanidad cualquier anomalía en la calidad de las aguas de baño; y solicitar las altas o bajas en las zonas. Antes de febrero, los ayuntamientos tienen que solicitar a la Consejería de Sanidad la inscripción o no para la elaboración anual del censo de zonas de aguas de baño. 

En todos espacios naturales existen exhaustivos controles que garantizan la seguridad del baño a lo largo de la temporada, que terminará el 15 de septiembre. Durante toda la campaña de verano se llevan a cabo tomas de muestras semanales de agua (para comprovar valores paramétricos de enterococos intestinales y de escherichia colie) e inspecciones visuales y se publica el resultado en el mapa de aptitud de las zonas con aguas autorizadas en el censo oficial de la Comunidad. Para llevar a cabo estos controles, la Dirección General de Salud Pública de la Consejería de Sanidad cuenta con una red de 300 inspectores farmacéuticos que, entre otras tareas, se encargan de supervisar la salubridad necesaria. El año pasado, de las 333 muestras realizadas en las 35 zonas autorizadas en cuatro ocasiones dieron resultados negativos de aptitud, por lo que tuvo que prohibirse el baño, es decir en el 13,32% de las ocasiones.

La información que semana a semana se ofrece en el portal de Salud de la página web de la Junta de Castilla y León www.salud.jcyl.es aporta  los datos más actualizados posibles. Para ello, cuentan con la red de laboratorios de la Comunidad, con una sede en cada provincia. La valoración de aptitud de las zonas de baño se realiza en función del decreto 80/2008 sobre la gestión sanitaria de la calidad de las aguas de baño en la Comunidad de Castilla y León, una de las pocas autonomías que disponen de normativa propia, que desarrolla el Real Decreto que se dictó a tal efecto.

ausencia de socorrista. En este apartado tenemos que hablar de la seguridad de los bañistas y la presencia o no de socorristas. Ni la normativa nacional ni la normativa autonómica imponen la presencia de vigilancia y salvamento en las zonas de baño naturales, a pesar de que la normativa higiénico-sanitaria de piscinas de uso público obligue a contar durante todo el horario con profesionales expertos en técnicas de salvamento, reanimación y primeros auxilios. Es contradictorio.

En estudios sobre accidentes mortales en el medio acuático, el 63% son en espacios sin servicio de socorrista y, a mayor número de usuarios, mayor número de ahogamientos. Un informe del Procurador del Común apunta que “se debería incidir en una adecuada respuesta pública (y privada) en torno a la dotación de los recursos humanos y materiales para estas tareas, reforzando la presencia de socorristas cuando mayor afluencia de usuarios hay en un espacio acuático”. 

En Soria el caso más polémico es el de Playa Pita, con mayor afluencia de bañistas en julio y agosto, donde no se presta el servicio de socorrista desde el año 2012 después de haberlo hecho durante varios años. El año pasado Cruz Roja presentó, a petición de Ayuntamiento de Soria y Mancomunidad de los 150 Pueblos, un estudio sobre el coste del servicio. Pero las instituciones rechazaron retomarlo por considerar que no era su competencia y que era inasumible por su parte. Creían más apropiado un servicio de tan solo un socorrista, lo que a Cruz Roja le pareción insuficiente, al proponer opciones que incluían desde siete profesionales, una lancha y una ambulancia con un precio de 42.000 euros a otra fórmula sin ambulancia y con la asistencia del 112, perdiendo inmediatez, por 31.000 euros. Ese servicio, según el estudio, se prestaría los fines de semana y festivos de julio y agosto en la zona de baño acotada con corcheras. Para este año, Modesto Fernández, presidente de Cruz Roja en Soria, asegura que este año no han recibido ninguna notificación respecto al servicio y que el año pasado ya se les dijo que el presupuesto no servía. Por su parte, Pedro Asensio, el presidente de la Mancomunidad de los 150 Pueblos, asegura que “el tema ya quedó claro el año pasado y que las instituciones no tienen competencia  en las zonas de baño y no hay socorrista como en otras zonas no solo de Soria, sino de España. El monte se deja usar como zona recreativa”.

I travesía a nado

No hay que olvidar que este domingo se celebra la I Travesía a Nado del Embalse de la Cuerda del Pozo, con una prueba infantil a las 11 horas y la de adultos a las 12 horas. Está organizada por Deporama, Camping Urbión y Club Deportivo 27 Grados, con la colaboración del Ayuntamiento de Soria y la Mancomunidad de los 150 Pueblos. Es una prueba popular no federada.