Hace 30 años llegaba a Soria Ramón Zapata. Lo hacía desde Madrid para continuar con la tarea que siempre le ha apasionado, ser entrenador de atletismo, «cuando llegué aquí en el año 1989 comencé a trabajar con cuatro chavales». Ahora sus grupos superan los 30 atletas desde edad benjamín hasta los 18 años. El entrenar en este parque surge de una forma muy simple, «el primer día quedamos a las seis en el Árbol de la Música y no he pensado nunca en cambiarlo». El razonamiento es lógico, «es un sitio pequeño que viene bien para trabajar con grupos reducidos y bien ubicado».

psicología. A la hora de valorar lo más importante que deben tener estos jóvenes atletas, Ramón Zapata responde con una sinceridad de sobra conocida por Soria, «que vengan. Cuando me preguntan si son buenos o malos les pregunto por qué quieren venir al día siguiente. Normalmente es porque han encontrado un amigo o algo que les motive».

El técnico es realista, «el atletismo no es un deporte que incite a la práctica, pasamos aquí muchas horas, frío, nieve hace años…, por ese motivo es importante que tengan una motivación». Zapata tampoco engaña a nadie, “yo no intento enganchar a nadie con juegos, mi estrategia es clara, el primer día corremos tres o cuatro kilómetros, eso es lo más duro pero ya vendrán después otras opciones». Se entrena por encima de todas las cosas.

Si le preguntas qué aspectos trabaja, Ramón reconoce que es más psicólogo que entrenador, «tengo la teoría de que si algo te hace fuerte es la cabeza. Te sirve para estudiar, trabajar y para toda tu vida, no solo para el físico». En el día a día «me gusta más educar y no me preocupa tanto el ganar como la gente se cree, aunque reconozco que siempre he tenido a alguien que ha destacado».

grandes nombres. Con esta metodología han pasado por sus manos nombres tan importantes como Belén Íñigo, 11 veces campeona de España, Saúl Martín, también con título nacional o Ignacio del Buey, «uno de los mejores atletas que he tenido por calidad». Aunque una deportista destaca en esta lista, Marta Pérez, «la ves hace poco en el Mundial de Doha y no te lo crees».

Ellos son el presente pero Ramón Zapata se encargó de forjar su futuro, «he tenido una suerte bárbara porque es importante destacar que son muy pocos los que consiguen triunfar de esa manera». Que haya habido tantos casos «es un milagro» y cuando buscas una explicación responde con sorna, «Soria es muy aburrida y entonces nos volcamos en cultura y deporte, y claro, en el atletismo hemos encontrado un filón”. Aunque no lo confiese, él tiene mucho que ver.