En el mes de febrero Estela Navascués tomaba una dolorosa decisión, «renunciar a correr maratón y abandonar el sueño de estar en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020». La atleta veía como jamás se podría quitar la espina de Río 2016, cuando tuvo que abandonar la carrera. El aplazamiento de la cita en el país nipón ha supuesto una nueva oportunidad que piensa aprovechar, «voy a afrontar de nuevo la maratón e intentar lograr esa mínima para los Juegos». Al ser Deportista de Alto Nivel cuenta desde el inicio de la Fase 0 con su entrenador, Abel Antón. Comienzan ahora una preparación que no será fácil, «por mucho que haya corrido en la cinta no tiene nada que ver, correr en el exterior hace que influyan otros factores». Y añade, «los tiempos en esa cinta son irreales respecto a lo que haces fuera, ahora es el momento de ir viendo en qué punto me encuentro y dar los pasos adecuados».

Estela Navascués es la luz en la oscuridad del coronavirus, una atleta que ha visto en el año en blanco una nueva oportunidad, «he vuelto a los entrenamientos con muchas ganas, se ha abierto una puerta y tengo que hacer todo lo que esté en mi mano para aprovecharlo». 

Aunque todavía no hay nada seguro, la preparación va enfocada a la maratón de Valencia del 6 de diciembre, «en principio no está cancelada y desde la organización trabajan para poder realizarla solo con atletas profesionales». Muchos meses por delante de incertidumbre, pero también de energías renovadas para Navascués.