Una tarde de marzo, el último año del siglo XIX

Ana I. Pérez Marina
-

El debate territorial también estuvo presente en la reunión en la que se creó la Cámara

Una tarde de marzo, el último año del siglo XIX

Comerciantes e industriales de Soria estaban convocados ese 7 de marzo de 1899, a las 20.00 horas, en los salones de la antigua Sociedad de la Constancia, para constituir la Cámara de Comercio de Soria y elegir a su Junta Directiva, cuyo primer presidente fue Epifanio Ridruejo Barrero. La entidad conserva al acta original. En sus líneas se descubren reseñas curiosas, pero también queda constancia que, en algunos aspectos, los tiempos no han cambiado tanto para la provincia de Soria ni para el país en términos generales.

El reglamento de la entidad cameral de Burgos es el que sirvió de ejemplo para el propio de la nueva Cámara de Soria, en el que se introdujeron algunas variantes. «Se dio de él detenida lectura, capítulo por capítulo, y con las pequeñas modificaciones necesarias, fue aprobado por la Junta General», puede leerse en el acta.

En la reunión se propuso la incorporación de industriales como José Morales Esteras, una de las personas que impulsó la fundación de la Asociación Mercantil y Cámara de Comercio. Previamente se había solicitado «consulta telegráfica a Zaragoza» para ello, cuya respuesta llegó, vía telegrama, en los momentos «previos» a tratarse el asunto. Fue favorable. Así, se acordó nombrar socio honorario al señor Morales y también a Joaquín Arjona. Fueron socios de «mérito, honor y distinción», tal y como se aprobó por unanimidad.

votación. La votación de la Junta Directiva de la Cámara de Comercio de 1899 dio el siguiente resultado: presidente (30 votos), Epifanio Ridruejo; vicepresidente (31 votos), Joaquín Arjona; secretario (40 votos), Pascual Pérez Rioja; tesorero (29 votos), Primo de Marco; contador (40 votos), Vicente Tejero; y vocales, Luis Saenz (43 votos), Santiago Las Heras (40 votos), Dionisio Peña Lucía (39 votos); Antonio Berzosa (35 votos); Vicente García Zamora (31 votos); y Ángel Lacalle (26 votos). «Tuvo además once votos para presidente, el señor Arjona», puntualizan en el acta. Once empresarios sorianos sorianos conformaron la primera entidad cameral.

«El señor Ridruejo dio las más expresivas gracias en su nombre como en el de sus dignos compañeros nombrados para los cargos respectivos, manifestando, como ya había dicho en la reunión anterior de la Asociación Mercantil, que se proponía con los mejores deseos e ilimitada voluntad trabajar cuanto le fuera dable al desempeñar el honroso cargo que tan inmerecidamente le habían confiado», transcribe el acta original.

También el señor Joaquín Arjona expresa sus agradecimientos y pone el acento en la importancia del comercio y de la industria que «no tienen fines limitados o locales tan solo, sino mucho más altos, nacionales, mucho más en las actuales circunstancias, y que ellos pueden traer los anhelados horizontes de paz y prosperidad para España, tan notablemente por los hombres de esforzada voluntad y patriotismo».

Arjona apela a estos «elementos tan valiosos» de Soria que «despiertan a la vida pública» y celebra que los labradores de la capital y la provincia estuvieran en proceso para crear la Cámara Agraria. «De este modo la defensa será común, porque esas corrientes regionalistas que parecen dibujarse en el horizonte pudieran sernos contrarias haciendo como suele hacerse siempre leña del árbol caído y entonces habría que defenderse con gran entereza y resolución», señaló. Un mensaje que no es muy distinto a algunos que pueden escucharse en el debate territorial que ocupa la actualidad.

Es más. Advierte Arjona, tal y como recoge el acta, que las «reformas y economías» pueden suponer la «supresión de provincias» por lo que considera que hay que salir del «retraimiento y mutismo» para defender los intereses locales y «tratando como cosa más esencial de que el país se salve». «Nada pues -acaba diciendo- más lógico que luchar digna y resueltamente por su porvenir que las clases productoras».

Asimismo, Epifanio Ridruejo informó de que solo era necesaria una cuota para contribuir con la Asociación Mercantil e Industrial y Cámara de Comercio.

trabajo de décadas. En el libro de José Antonio Martín de Marco Historia de la Cámara de Comercio e Industria de Soria se pueden consultar los momentos clave de la historia del organismo. En 1986, el presidente del momento, Domingo Hergueta Modrego, indicaba en el prólogo: «La Cámara ha estado -o procurado estar- presente a lo largo de los años, allá donde un resquicio de luz albergaba la esperanza de trabajar por Soria» y «ha luchado por salir del frío letargo de la carencia en esta tierra de casi todo, por sacar a Soria del ostracismo incluso a nivel de comunicaciones, por desarrollar los sectores secundario y terciario en pro de un progreso que haga caminar a nuestra querida provincia hacia perspectivas halagüeñas, hacía infraestructuras sólidas que hagan olvidar que somos la Cenicenta nacional».

Más de tres décadas después, la entidad sigue embarcada en distintas iniciativas para remar a favor del desarrollo económico y social de Soria. La ejecución de la Autovía del Duero y la Autovía de Navarra; la conversión de la N-234 en autovía en el trazado Burgos-Calatayud como continuación al Daroca-Calatayud y al Burgos-Aguilar; o la modernización de la línea de ferrocarril Soria-Madrid y la reapertura de la Soria-Castejón son reivindicaciones que continúan en el tiempo.

Asimismo, la Cámara promueve una campaña de márketing con medidas para promocionar Soria en positivo, como territorio atractivo para vivir e incentivar la actividad económica y la creación de empleo como eje fundamental para la urgente recuperación de población.

Históricamente, ha reclamado suelo industrial competitivo, ha trabajado activamente en el reclutamiento de empresas y se ha volcado en las necesidades de personal de los negocios, en la flexibilización del contingente de trabajadores extranjeros, en la lucha de la despoblación, en el comercio local, etcétera.