La Clave, ocio y formación

Ana Pilar Latorre
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Un equipo de coordinación de cinco personas, doce profesores, 400 alumnos y 1.600 usuarios en el Espacio Joven La Clave. El crecimiento continuo desde 2012 ya hace planear una ampliación de instalaciones

La Clave, ocio y formación - Foto: Eugenio Gutierrez M

El Espacio Joven La Clave es un centro que ofrece muchas alternativas a los jóvenes sorianos, desde formarse en materias que ellos mismos proponen hasta disfrutar del tiempo libre o actividades con personas de la misma edad y las mismas inquietudes. Distintos niveles de inglés (First, Advanced y Pet/Jet de Cambridge), alemán, francés, italiano y japonés; Rock School con bajo, batería y guitarra eléctrica y lecciones de piano y guitarra; yoga, meditación, zumba y danza del vientre; cocina creativa y costura; Academia Youtuber, fotografía y Escuela de Cine es lo que da de sí la programación del centro. 

Un equipo de coordinación de cinco personas –Iván Calle, Manuel Marrón, Roberto Jimeno, Ana Sanz y Cristina García- y 12 profesores hacen posible que todo esto funcione. Iván Calle, que era usuario del centro joven hace años y que decidió crear junto a dos profesores una empresa social sin ánimo de lucro que gestiona el centro desde 2012, agradece la confianza que el Ayuntamiento ha depositado en ellos y destaca el aumento de usuarios y alumnos, señal de que las cosas funcionan bien. «Es un recurso muy económico y de mucha calidad, además de un centro muy familiar y acogedor, donde los jóvenes se sienten como en su casa», destaca el trabajador social.

Comenzamos el recorrido por el centro -de 550 metros cuadrados- junto a Iván Calle, que nos comenta las principales novedades, como las clases de japonés, para lo que ha costado encontrar profesor, y el estudio Youtuber, que ocupa una de las aulas y para lo que se ha abierto un canal que se llama El Show de La Clave. «Los jóvenes comienzan a hacer su canal y nosotros les ofrecemos apoyo técnico», explica. Otra de las aulas se dedica a la Escuela de Cine, que ofrece ayuda a cineastas para que hagan sus cortos y que, además, sirve para colaborar con la sección de Kino del Festival de Cortos Ciudad de Soria. Hay material como cámaras, similares a las que se usan en películas como Vengadores, así como material de megafonía e iluminación. Allí también se ofrecen cursos de diseño gráfico y edición de fotografía digital. Allí se ubica también lo que denominan el Hotel de asociaciones, donde diversos colectivos que también usan las instalaciones pueden guardar su documentación. El centro cuenta, además, con aseos adaptados.

Llegamos a las aulas de idiomas, para grupos reducidos, e Iván Calle explica que hay muy buena relación entre los alumnos y que en inglés se hacen viajes de fin de curso, a lugares como Gales, Marruecos… «Las aulas de idiomas están todos los días llenos y a todas horas, de todos los niveles y de conversación.En inglés hay más de 70 alumnos...», detalla.

En la entrada de las instalaciones  se encuentra el «centro de operaciones» y la recepción. Yal otro lado una sala que se puede separar en dos para las clases de costura con máquina de coser, los grupos de baile (son cuatro y de música moderna), yoga, danza del vientre y zumba. Ya en la Rock School, se encuentran los instrumentos y el estudio de grabación, del que han salido ya unas 25 maquetas en acústico. Una de ellas la de Eva V., ganadora del Certamen de Creación Joven en la sección de Música en 2018. Se empiezan a preparar en febrero y se graban en junio. Al lado, el aula de piano para clases individuales. Al otro lado de la calle, el centro dispone de un gran espacio en el que se ubica el Aula Avelino Hernández y un salón de actos para teatro y otras clases (cromoterapia-yoga) que los fines de semana se convierte en cafetería. Los jóvenes acuden viernes y sábado a ver películas, bailar, jugar a las consolas... Una alternativa de ocio.

Además, se organizan cada año salidas a la nieve y culturales (a musicales o el Circo del Sol), así como los campamentos de verano. Hay que recordar que en el centro se ubica el Punto de Información Juvenil y el Punto Joven de Salud, muy relacionados entre sí. No hay que olvidar la cesión de salas para la organización de actividades, clases, teatro…

instalaciones. El Ayuntamiento de Soria puso en marcha estas instalaciones a través de la Concejalía de Juventud y la concejala de esta área, Inés Andrés, asegura que es «uno de los principales componentes» de la misma. Apuesta por que siga siendo «un punto de referencia» y que los jóvenes tengan un lugar para reunirse, sobre todo en los meses de invierno. «A través del centro se vertebra una potente red de actividades y proyectos para jóvenes de 14 a 30 años. Las dos patas fundamentales son la formación y el ocio, la primera para facilitar el acceso a clases a buen precio y la segunda para ofrecerles actividades en su tiempo libre y para que tengan un espacio para compartir el tiempo con sus amigos», explica. La clave del buen funcionamiento de la programación, para ella, es que «se adapta a sus intereses, porque son ellos mismos las que las proponen». La programación va variando según la demanda y los usuarios están «muy fidelizados». 

Andrés destaca que el número de socios y usuarios haya crecido en los últimos años, lo que ya ha hecho planear al Ayuntamiento ampliar el centro para contar con nuevas instalaciones en otras zonas de la ciudad. Se ha derivado alguna actividad como el taller de cocina al Centro Cívico Bécquer, pero se quiere buscar un local propio, que podría ser el mercado provisional en su nueva ubicación. La concejala se muestra satisfecha por el buen funcionamiento del centro, sobre todo por la interrelación del Ayuntamiento con los jóvenes, porque «de esta manera podemos conocer sus intereses y dar a conocer los proyectos municipales». «Queremos que sea un espacio de libertad, igualdad y participación», añade Inés Andrés.