Si el Numancia necesitaba un cambio para dar un vuelco a la dinámica de equipo, Diego Martínez se lo tomaba al pie de la letra en la visita al Andratx. Tres centrales y sin delanteros puros era la apuesta del técnico que por lo visto en los primeros minutos era la acertada. 

Porque el dibujo del equipo soriano sorprendía a los locales. Ballarín jugaba con libertad con San Emeterio de carrilero y Tamayo conseguía jugar en zonas de mayor influencia. Precisamente el comandante en una gran jugada personal rompía la maldición y adelantaba al Numancia fuera de casa en el minuto 11. 

Se liberaban los rojillos. Este equipo es otro por delante en el marcador, y prácticamente en la siguiente jugada de nuevo Tamayo sorprendía dentro del área para rematar un gran centro de Ballarín y poner el 0-2. El Numancia estaba desatado.

El Andratx era el equipo revelación del campeonato y lo demostraría en el minuto 19. Vinicius esta vez iba de azul pero bien podía ser el brasileño del Real Madrid viendo su gol. Recorte en el pico del área y balón al palo largo para poner picante a un partido de locura en solo 20 minutos.

Crecía en el partido en conjunto mallorquín aunque solo generaba peligro cuando la defensa rojilla recordaba a la de las últimas semanas. Precisamente una indecisión entre Adri Crespo e Isma Gil estaba a punto de convertirse en el empate. Suerte que el delantero del Andratx, Guille Palmer, la mandaba fuera con la portería vacía.

Sufrían los de Diego Martínez y en los últimos minutos Isma Gil realizaba una gran estirada para evitar nuevamente del gol de Guille Palmer. El pitido del descanso era un alivio para un Numancia de más a menos que se iba por primera vez por delante en el marcador a domicilio.

En la segunda parte había que sufrir... y mucho. Los rojillos se centraban en mantener el resultado mientras el Andratx se volcaba sobre la portería de Isma Gil con más intención que acierto. Pau Pomar mandaba un balón al palo pero la de Diego Martínez aguantaban el asedio.

Pasaban los minutos y el conjunto mallorquín iba perdiendo fuelle y Tamayo tenía el triplete en un lanzamiento de falta que se marchaba fuera por muy poco. A base de centros los locales lo intentaban pero la defensa rojilla, esta vez sí, se mostraba muy segura.

Con el pitido final un gran suspiro de alivio podía cruzar media España hasta Soria, era el respiro que suponía que el Numancia volvía a ganar fuera de casa. Tras el chasco en casa llega el golpe encima de la mesa a domicilio. Este equipo está muy vivo.