Un todo o nada. Esa era la mejor definición para explicar lo que el Numancia se jugaba en su visita al Racing de Ferrol. Si los rojillos no ganaba podían despedirse prácticamente de estar el próximo año en la Por.

Alex Huerta apostaba por su alineaxiond e confianza que incluía a Ximo Miralles en portería tras superar su lesión muscular. El partido se desarrollaba sin un claro dominador con dos equipos que apenas concedían atrás pero que tampoco conseguían ocasiones claras.

Por esos derroteros iba el partido cuando en el minuto 28 un córner botado por Lillo terminaba tras dos rechaces en las botas de Borja López. El central definía con sangre fría con el interior de su nota para abrir el marcador.

Con el gol el Numancia daba un paso atrás esperando a un equipo gallego que no conseguía poner en apuros a Miralles. El descanso llegaba con un disparo lejano de Menudo al larguero que estaba a punto de ampliar diferencias para los visitantes. 

El Racing de Ferrol mostraba su mejor cara al inicio de la segunda mitad. No había pasado ni un minuto cuando Ximo Miralles arreglaba su error al blocar un balón sacando con el pie a bocajarro un disparo de Joselu. No reaccionaban los rojillos y el minuto 50 el propio Joselu realizaba un bonito remate al segundo palo para hacer el empate.

El Numancia estaba noqueado y un minuto después solo el linier evitaba el segundo de los locales con un fuera de juego claro de David Rodríguez.

Alex Huerta buscaba una reacción y optaba por Gabarre que sustituía a un muy enfadado Moha. El técnico metía a un segundo delantero buscando un nuevo rumbo para el partido. El Numancia no conseguía inquietar la portería local y Rubén del Campo y Corral, entraban por sendas lesiones de Aguirre y Asier Benito.

A falta de 14 minutos Peñaloza estaba a punto de marcar el segundo para el Racing de Ferrol y sepultar definitivamente al equipo soriano que no conseguía crear ocasiones. Un minuto después Ximo Miralles realizaba un auténtico milagro a un cabezazo de Nathan. Joselu ponía justo después a prueba a Miralles que volvía a responder con brillantez.

El Numancia era un juguete en manos del equipo gallego. José Fran y Andrés, por Tamayo y Manzanara, eran las últimas balas de los rojillos. La más clara para los visitantes era del propio Ferrol que a punto estaba de meterse un gol en propia puerta a la salida de un córner, pero la desastrosa segunda parte consumaba un resultado desastroso para los intereses del equipo soriano.

Con este empate el Numancia solo dependerá de sí mismo si el Deportivo de la Coruña no gana mañana al Langreo. La sombra de un nuevo descenso asoma en la entidad rojilla, una situación grave de la que ahora difícilmente se puede encontrar una solución.