La gimnasia soriana se reinventa

Sergio Recio
-

La entidad ha vuelto a los entrenamientos adaptándose a una rutina diaria que ahora tiene que ser individualizada

La gimnasia soriana se reinventa

Con 238 deportistas, el Club Gimnasia Soria es una de las entidades con más inscritos en el mundo del deporte soriano. Desde edades tempranas, este club programa una evolución deportiva basada en la disciplina, el aprendizaje y la formación competitiva que les llevó la pasada temporada a un primer campeonato internacional en Francia al que no pudieron acudir al coincidir con el inicio del Estado de Alarma en España. 

Desde el mes de marzo todo se complicó, fueron meses con entrenamientos a distancia, sin la posibilidad de trabajar una coordinación en grupo básica para la estructura. Con la nueva normativa, ahora se compromete su funcionamiento, «el 80% de inscritos en nuestro club son menores de 12 años», asegura su entrenadora, Virginia Hernández, «esta situación nos limita mucho y todo nuestro planteamiento va con retraso, incluso en sedes como la de El Burgo de Osma no han podido comenzar con los entrenamientos».

Con las gimnastas de categoría nacional en preparación desde agosto, semana a semana están incorporando a contrarreloj a los grupos que van teniendo permiso, «ahora han abierto la posibilidad de entrenar con los mayores de 12 años pero no es sencillo», relata, «las familias han valorado alternativas y en muchos casos han buscado actividades para sus hijos».

Desde la entidad calculan que cuentan con 40 gimnastas menos que la temporada pasada, «entendemos la situación pero no hacemos más que recordar que en nuestro entorno están seguros, cumplimos un estricto protocolo y seguimos apelando a que en nuestros entrenamientos simplemente respetamos, aprendemos y haciendo deporte». El Club Gimnasia Soria ha comenzado ahora con un funcionamiento que se va acercando a su rutina habitual y se adaptan ahora a la posibilidad de ir a un campeonato nacional sin la suficiente y adecuada preparación.

El campeonato. Si la Federación Española de Gimnasia sigue adelante, el 18 de diciembre se celebrará el nacional en la modalidad de aeróbica, «por el momento han hecho un tanteo para saber qué clubes estarían dispuestos a inscribirse, pero ni siquiera hay sede». Son muchas las comunidades que no lo ven claro, «hemos hablado con algunas y están en la misma situación que nosotros». 

Con esa fecha marcada en rojo en el calendario el reloj corre demasiado rápido, «para empezar tenemos que tener en cuenta que durante casi seis meses no pudimos hacer nada». En agosto regresaron sus gimnastas de categoría nacional, «sorprendentemente no llegaron tan mal como esperábamos», reconoce, «físicamente estaban bien pero hubo que trabajar desde el principio la flexibilidad», un aspecto fundamental en la gimnasia y que a su vez conlleva mucha más preparación, «se pierde si paras, se reduce con el tiempo y se necesita una dedicación diaria».

Una vez superada la barrera física, se enfrentaban a la técnica, «no podemos hacer coreografías». La pregunta es simple, ¿cómo se prepara un campeonato de gimnasia aeróbica sin practicar en grupo? La respuesta marca la complejidad del problema, «de forma individual, sin contacto, sin compartir material y motivando todo lo posible». El equipo de entrenadoras debe reinventarse, «es todo un quebradero de cabeza pero intentamos dar dinamismo a cada gimnasta por medio de ejercicios que impliquen mucha movilidad».

A pesar de este sobre esfuerzo, «no sabemos si vamos a llegar con la base suficiente». Mientras tanto siguen con el día a día a la espera de saber cuándo podrán entrenar de forma grupal.

reinvención. La gimnasia rítmica se ha incorporado a los entrenamientos hace muy pocos días, «no es fácil adaptarse a la limitación de horarios y problemas que van surgiendo. En estos inicios trabajan «con grupos muy pequeños, tras muchos meses sin vernos y concienciando a las niñas de que esto no va a ser como antes». La principal premisa es «que vean esta nueva forma de entrenar como algo natural, somos muy exigentes en ese aspecto e intentamos que vena que así también se pueden divertir y mejorar».

Tras la primera toma de contacto «lo han asumido bien, siempre son muy aplicadas». Lo que al principio era todo nuevo, «entrar de forma ordenada, respetar la higiene o distancia social», ha pasado a ser un ejercicio más, «naturalizar las medidas de la pandemia, concienciar de que es posible seguir practicando lo que más nos gusta, y eso solo se consigue si respetamos las normas».

Una vez más las más pequeñas sorprenden, «asimilan muy rápido esta nueva forma de entrenar, son rigurosas, atentas y un ejemplo para que podemos seguir adelante con la gimnasia». Porque lo que se hacía un mundo al principio, va siendo más sencillo según avanzan los días, «vemos que podemos seguir con este deporte, que si ponemos de nuestra parte esta disciplina saldrá adelante».

Ahora se mantienen a la espera de recuperar a las menores de 12 años, intentan que el ejemplo que están dando sirva para que las más de 200 gimnastas vuelvan a su pasión.