Quedan poco más de cuatro meses para que se celebren las presidenciales en Estados Unidos -previstas para el 3 de noviembre- y las encuestas no son precisamente favorables para el candidato a la reelección, el republicano Donald Trump, quien decidió ayer reemplazar a su jefe de campaña, Brad Parscale, por esas malas perspectivas que ofrecen los sondeos -que otorgan una ventaja de su rival, el demócrata Joe Biden, de 15 puntos-. En su lugar, el inquilino de la Casa Blanca nombró al estratega Bill Stepien, que trabaja en la campaña desde las elecciones de 2016.
«Me complace anunciar el ascenso de Bill Stepien a la jefatura de la campaña de Trump. Brad Parscale, que ha estado conmigo durante mucho tiempo y ha liderado nuestras tremendas estrategias digitales y de datos, permanecerá en ese rol, como asesor», apuntó el mandatario.
«Ambos -añadió el dirigente- estuvieron muy involucrados en nuestra histórica victoria de 2016, y espero que juntos tengamos una gran y muy importante segunda victoria».
«Esta debería ser mucho más fácil ya que nuestros números en las encuestas están aumentando rápidamente, la economía está mejorando, las vacunas y tratamientos (para el coronavirus) pronto estarán en camino, ¡y los estadounidenses quieren calles y barrios seguros!», concluyó el dirigente.
El cese se conoció apenas unas hora después de las últimas encuestas, que apuntan que el 52 por ciento de los votantes se decantan por el exvicepresidente demócrata. Y no solo eso. Aventaja a Trump en 15 puntos, ya que el magnate obtendría el 37 por ciento de los respaldos. La diferencia entre ambos ha crecido significativamente desde junio, cuando el mismo sondeo apuntaba a un 49 por ciento de apoyos para Biden y el 41 por ciento a Trump.
Sin embargo, lo que habría precipitado la salida de Parscale de la jefatura de campaña según medios estadounidenses fue el desastroso mitin en Tulsa (Oklahoma) del pasado 20 de junio, con medio pabellón vacío pese a que el asesor esperaba un millón de personas. Acostumbrado a lugares repletos y largas filas de entusiastas, la imagen de Tulsa provocó una debilidad de Trump no vista hasta la fecha.
Parscale tiene una buena relación con los hijos de Trump, Donald Jr. y Eric, y su empresa de asesoría emplea para la campaña a sus respectivas parejas, Lara Trump y Kimberly Guilfoyle.