Los equipos ‘antidroga’ de la Guardia Civil y de la Policía Nacional han conseguido sacar este año de las calles de Soria cerca de cinco kilos de sustancias estupefacientes diversas que, en el mercado ilegal, hubieran superado los 50.000 euros de ‘beneficio’ para los traficantes. Esta cantidad, cabe apuntar, no incluye el valor que podrían haber alcanzado las cuatro plantaciones ilegales de marihuana desmanteladas en la provincia, donde se retiraron 88 plantas en verde.
No hay información estadística actualizada pero, según los datos recabados, en lo que va de año los agentes han desarrollado once operaciones relacionadas con delitos contra la salud pública (principalmente, por tráfico de drogas y por cultivo de sustancias prohibidas). De mayor o menor calado, se han traducido en la detención de 23 personas y la investigación de otras tres, de las cuales seis se acordó ingreso en prisión.
En concreto, la Policía Nacional ha asumido en estos meses seis intervenciones relacionadas con drogas y la Guardia Civil suma otras cuatro. Y a estas hay que incorporar la intervención más importante registrada en la provincia hasta la fecha, la Operación Escoba, una investigación conjunta de ambos cuerpos que se saldó con el desmantelamiento de una organización criminal dedicada al tráfico de drogas y la detención de diez personas en Soria, Madrid y Toledo, desarticulando dos puntos de ventas muy activos de la capital y un punto de conexión que introducía droga en la cárcel.
guardia civil. Los equipos policiales que luchan contra el narcotráfico en Soria han ido golpeando a traficantes y cultivadores, si bien también se han visto afectados por las peculiaridades de este año en el que la pandemia lo ha marcado todo. «En el negocio de la droga no hemos notado una modificación de hábitos ni tampoco en la compra-venta de sustancias estupefacientes como tal a nivel local pero sí que es cierto que durante el estado de alarma, entre marzo y junio, se detectó menos tráfico en general», apunta el capitán Isaías Galache Herran, jefe de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Soria. Ese hecho obviamente, sumado a la nueva normalidad COVID, ha obligado a «adaptar» el trabajo de la unidad y los servicios de investigación pero, «incluso con ello», en este tiempo se han «iniciado y detectado movimientos, como por ejemplo en la operación Escoba», recuerda. Alude así a las alternativas que buscaron los traficantes para salvar las limitaciones y, en este sentido, rememora cómo «la organización criminal estaba afincada parte en Soria pero utilizaba para sus desplazamientos un vehículo taxi, el cual, por su condición de servicio público, no tenía restringidos sus movimientos». «La delincuencia en su gran mayoría bajó a nivel estadístico, pero siempre quedaba alguno que se las ingeniaba para seguir delinquiendo a pesar de las restricciones impuestas en el territorio nacional», admite el capitán.
En cuanto a número de operaciones e incautaciones llevadas a cabo por la Guardia Civil, reconoce el capitán que «no suelen variar» mucho de un año para otro, y tampoco este año se ha apreciado un cambio sustancial. «Se desarrollan entre tres y cuatro operaciones contra la salud publica al año, llevadas a cabo por la Unidad Orgánica de Policía Judicial, incautándose gran variedad de sustancias estupefacientes, siempre en pequeñas cantidades, salvo algunas actuaciones más concretas, y siendo las sustancias más incautadas la marihuana, el speed y el hachís», especifica. En cuanto al perfil del traficante, «suelen ser conocidos a nivel local, aunque también se han investigado grupos u organizaciones criminales con conexiones fuera de la provincia». También las Unidades de Seguridad Ciudadana «realizan pequeños servicios en su ámbito territorial relacionados con el tráfico de drogas, gracias a los controles preventivos de seguridad e identificaciones que llevan a cabo».
policía nacional. En las calles de la ciudad el trapicheo también se ha visto afectado por la pandemia pero, en este caso, la rebaja de la circulación de personas ha ayudado a que se puedan advertir conductas sospechosas. «A raíz del estado de alarma, para controlar lo que establecía el real decreto, la polícía incrementó los controles y, gracias a esos controles, surgieron detenciones de personas que llevaban determinadas cantidades de droga superiores a lo que es una dosis normal para su consumo», apunta el inspector de Participación Ciudadana, Luis Gómez. Eso explica que se «ha notado un incremento de las intervenciones de sustancias», si bien insiste en que «no significa que haya más droga» en la ciudad ni que haya «modificado excesivamente el mercado» de la droga en Soria donde, considera, «la situación es bastante estable». «Al establecer más controles, es posible que se haya intervenido algo más de droga (no en exceso) pero ni la sustancia ni el perfil del consumidor o del pequeño traficante ha cambiado mucho», considera.
Cierre de fronteras y droga. Los dos responsables de Guardia Civil y Policía Nacional descartan que el cierre de fronteras y, con ello, la dificultad de entrada de algunas drogas, haya variado el mercado en Soria y la explosión de drogas como la marihuana, donde es posible el cultivo local. Galache admite que es cierto que la marihuana es «la droga más utilizada por los traficantes y también la más trabajada e incautado por los agentes», algo que justifica en que «es una droga blanda, fácil de producir y su venta genera una gran cantidad de dinero, ya que su valor del mercado es de los más elevados actualmente». No obstante, descarta un cambio de tendencia reseñable.
En cuanto a la Policía Nacional, Gómez apunta que «las sustancias que más se intervienen en Soria son marihuana, hachís y speed. Es verdad que durante las intervenciones del estado de alarma probablemente la sustancia que más se ha intervenido ha sido speed, pero no nos debe dar la impresión de que haya habido un cambio de sustancias; probablemente la sustancia que más se interviene en general es la marihuana. No creo que el cierre de fronteras, al menos en Soria, haya afectado», sentencia.