Optimismo pero con prudencia. Porque los datos epidemiológicos dan un respiro con la tasa de incidencia más baja de los últimos meses; pero «la pandemia no ha terminado» y «el virus sigue activo y la prueba es que todos los días se diagnostican casos nuevos. Pocos, pero hay». El gerente de Asistencia Sanitaria en Soria, Enrique Delgado, reconoce que la situación actual es de «estabilidad» y de «riesgo controlado» pero «no se puede bajar la guardia» porque, si algo ha demostrado este virus, es que «es impredecible» y que «en cualquier momento puede llegar otra variante y volver a empezar», máxime cuando «gran parte del mundo sigue sin vacunar». Por eso, su llamada es a hacer un «esfuerzo internacional» por una «vacunación masiva». Y, en el plano más cercano, animar a los rezagados a vacunarse frente a la COVID-19 ya que «se ha visto [en la quinta ola] que esta pandemia solo se ha podido controlar con la vacuna».

«Creo que se está perdiendo un poco el miedo al virus, pero el miedo sigue estando ahí porque hay casos y, si hay casos, eso significa que se sigue transmitiendo. Además, vamos hacia el invierno y eso supone que la actividad se traslada a espacios cerrados, donde es más fácil la transmisión», avisa el máximo responsable sanitario de Soria, insistiendo una vez más en un mensaje de prudencia.

presión asistencial. La pandemia da una tregua y aventura que la nueva normalidad será en connivencia con el virus, y eso tiene su traslado ya en la presión asistencial. 

En el hospital, se mantiene una zona COVID en la sexta planta donde al cierre de esta edición hay tres personas ingresadas. Además, siguen dos personas en la UCI «que llevan ya varias semanas». Y, «aunque sigue preocupando [la presión COVID en el hospital], es evidente que preocupa menos porque estamos viendo que son casos esporádicos, casos aislados que generalmente no desencadenan brotes, y muchos de personas vacunadas que presentan clínicas más leves, incluso cuando son personas mayores». Eso sí, advierte, en los no vacunados se siguen dando ingresos, independientemente de la edad, y «con los mismos efectos que en marzo de 2020», avisa Delgado, quien reitera que la vacuna protege pero «las personas no vacunadas es facilísimo que se contagien». 

En Atención Primaria la mejoría de la situación epidemiológica ha rebajado también la presión porque se han reducido las labores de rastreo pero, reconoce el gerente, la carga no ha bajado ya que «sigue haciendo mucha demanda» por los«efectos pospandémicos», justifica.