Los jóvenes condenados por violencia machista crecen un 70%

David Alonso
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La directora general de la Mujer explica que, entre otras cosas, el aumento de denuncias radica en que las «chicas están hoy mucho más concienciadas y ya no se toleran determinados comportamientos»

Los jóvenes condenados por violencia machista crecen un 70%

Cincuenta y una mujeres muertas a manos de sus parejas o exparejas, cuatro nuevas víctimas de violencia de género cada día y más de 5.000 condenados por machismo.  Estas son las cifras de la vergüenza. Los números que una de las mayores lacras que arrastra nuestra país han dejado en Castilla y León durante los últimos años. Solo durante 2019 la Comunidad registró más de 1.500 víctimas y más de un millar de condenados con sentencia firme por violencia de género, según se desprende del último informe del Instituto Nacional de Estadística sobre la materia. Un documento que pone de relieve una de las grandes preocupaciones que sobrevuelan actualmente sobre el machismo: la violencia de género se está enquistando entre los jóvenes y cada vez más arremeten contra sus parejas o exparejas. En concreto, el número de menores de 24 años condenados con sentencia firme por violencia de género marcó el pasado año un nuevo récord al superar las 151 condenas, un 70% más que hace un lustro, cuando apenas se sobrepasaban los noventa. Esta lamentable cifra supone que durante 2019, cada tres días un joven fue condenado por agredir o maltratar a una mujer. 

De hecho, y a pesar de ser el segundo colectivo con menor porcentaje de condenados –solo por delante de los mayores de 65 años–, lo cierto es que cada vez representan una mayor parte del infame pastel del machismo. Si hace un lustro eran solo el 9,5% de los condenados,  ahora  ya rozan el 15%. Una situación que se repite, aunque con menor intensidad, en el caso de las víctimas menores de 24 años, que han pasado de representar el 15 a rozar el 20% del total autonómico, con casi 300 el año pasado.

«Desde hace algunos años y de forma paralela al proceso de concienciación social se viene percibiendo que no existe un cambio notable en las actitudes de los jóvenes españoles», alertan desde el Instituto de la Juventud de España, que lamentan que «si bien se podría pensar que el relevo generacional es un elemento a favor del cambio, los datos acreditan que esto aún está lejos de producirse».

Para la Directora General de la Mujer de la Junta de Castilla y León, Ruth Pindado, el repunte de víctimas y denuncias entre los más jóvenes radica, entre otras explicaciones, en la «mayor concienciación». «Confiamos en que el hecho de que haya aumentado en jóvenes es porque la gente este más concienciada y ahora hay conductas que hace un tiempo no eran consideradas como violencia de género y ahora si», asegura la directiva autonómica, que sostiene que «ahora son más valientes, y con la cantidad de información que tienen, han visto que hay muchas cosas que no se puedan tolerar». Además, insiste en que  «todos los esfuerzos que se hacen tienen que ir en pro de una educación más amplia que enseñe a niños y niñas una igualdad máxima».

Ahondando en la parte educativa, Pindado no duda en mandar un mensaje a las más jóvenes: «Sí te controla las redes sociales, eso es violencia de género». No obstante, recuerda la intensa actividad en colegios e institutos para fomentar entre los jóvenes la «imperiosa necesidad de una igualdad real y máxima».

La Directora General no oculta su «temor» a que tras meses de confinamiento las cifras de violencia de género en la Comunidad se disparen. «Somos conscientes y estamos convencidos que una mujer que esta siendo violentada por su maltratador 24 horas al día no puede avisar, ni tener acceso al teléfono o salir a la calle», reconoce, por lo que augura un«repunte de casos» cuando termine el confinamiento.

En la relación

Más allá de la problemática juvenil, lo cierto es que las cifras sobre violencia de género en la Comunidad dibujan un oscuro panorama cargado de machismo. Según el informe, seis de cada diez víctimas, casi un millar, fueron agredidas o amenazadas por sus novios, cónyuges o parejas, lo que implica usar la violencia dentro de la relación sentimental. Otro 37% provino de exnovios o exparejas, mientras que apenas 15 víctimas estaban en trámites de separación con su agresor.