Las empresas de espectáculos de Soria se reivindican

Ana I. Pérez
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Encaran otra temporada incierta ante la falta de festejos

Las empresas de espectáculos de Soria se reivindican - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez.

Si la cultura es segura y parece que no hay motivo para pensar lo contrario, ¿por qué no plantear un plan B para esas fechas tan señaladas como son las fiestas patronales de los pueblos? Hay que reconocer que da apuro levantar la mano y decir: «Mi pueblo es el primero con programa de fiestas en clave COVID». Aplausos. Abucheos. Quién sabe. La decisión no es fácil. Las empresas de espectáculos y eventos comprenden las reticencias, por lo que coinciden en que a nivel nacional y autonómico deberían acordarse unas directrices que allanen el camino a ayuntamientos y asociaciones y se decidan a contratar. Porque ganas hay. A estas alturas, ya se sabe que son inviables las verbenas de toda la vida o cualquier acto que dificulte las exigidas medidas de seguridad: higiene, distancia, limitación de aforo y mascarilla obligatoria. Es decir, lo que hacemos cuando vamos al cine, al teatro, al supermercado o a la terraza del bar pero en la plaza o el salón del pueblo. 

«La gente quiere, pero a ver quién es el primero que se atreve... y así podemos quedarnos otro año en blanco», sostiene el empresario José Garijo. Y, desde luego, el medio rural soriano no tiene ni capacidad económica ni logística para experimentos como el concierto de Love of Lesbian en Barcelona el pasado 27 de marzo.

Garijo asegura que «hay un montón de espectáculos para ofrecer», incluso por parte de esas orquestas que durante tantos años amenizaron nuestros bailes populares.  Es el caso de los salmantinos Vulkano Show, transformados en Vulkano Kids. Presentan un musical familiar de dos horas, que repasa películas míticas de Disney e introduce números de magia. «Se ha hecho en varios sitios, no ha pasado nada y ha gustado», advierte el empresario.

Admite que a estas alturas ya tendría que estar contratada prácticamente toda la temporada e insiste en que asume que exista miedo por parte de los contratantes. Pero partiendo de la base de que «la fiesta patronal como la entendemos no puede ser» en este contexto pandémico, opciones culturales y lúdicas en ‘formato COVID’ existen y son viables, «aunque lo fácil es decidir que se suspende y ya está».

ESPERANZA. «Hay empresas del sector que tienen esperanza... pero a estas alturas pinta que el verano será parecido al anterior [...] Nosotros, el año pasado, trabajamos como un 5% de lo que solíamos hacer, si este año llegáramos por lo menos a un 30%, ya estaría muy bien», advierte Juanma Arroyo de la empresa Deporama.

La apuesta de esta firma soriana de organización de eventos deportivos y espectáculos no ha sido otra que «sobrevivir», porque para reinventarse «hace falta tener trabajo», coincide Juanma Arroyo con el empresario José Garijo. Porque si hay contrato, las propuestas adaptadas a la ‘renueva’ normalidad que se avecina este verano, cuando posiblemente en Soria ya exista la ansiada inmunidad de rebaño, se pondrán sobre la mesa de quien demande unos ratos de entretenimiento para sus vecinos.

«Fuimos los primeros que paramos, no somos una actividad esencial, aunque cuando estuvimos confinados todos tirábamos de cultura. El ser humano necesita relacionarse y distracción. Y lo nuestro  es cultura, no somos ‘los de la fiesta’ como suele decirse», reflexiona Arroyo.

En este sentido, los representantes del colectivo empresarial creen que ha sido la parcela cultural «más abandonada» institucionalmente y no han percibido apoyo alguno que garantice su continuidad. «Las agencias de viaje, los feriantes y nosotros hemos sido los más perjudicados, sin duda», manifiesta Manuel Gómez Cámara, de DMB Espectáculos.

Por ejemplo, en este caso en la «cresta de la ola» de la temporada, en julio y agosto, han llegado a contar con hasta 45 personas contratadas, y durante seis meses, de mayo a octubre, disponían de una plantilla fija de entre 25 y 30 trabajadores. «Son contratos temporales hasta mitad de octubre, más o menos, porque generalmente son personas que tienen otras actividades. La declaración del estado de alarma en marzo de 2020 nos pilló en vísperas de arrancar la temporada, así que no hubo que hacer ERTE», resume. No son empleos destruidos, pero no se han generado.

Por su parte, Deporama llegó a tener una plantilla de una docena de empleados en 2019, de los que nueve trabajaban todo el año, no solo en la temporada alta festiva para cubrir eventos deportivos y culturales a lo largo de todo el ejercicio. Con la declaración del estado de alarma, todos entraron en ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) y desde el verano pasado solo son dos los trabajadores en activo.

El propietario de DMB calcula que alrededor de «150 trabajadores» en la provincia viven de los ingresos que proporcionan los acontecimientos populares, tanto las fiestas patronales como eventos puntuales de ocio y entretenimiento.

«Esto nos ha hecho polvo. A ver si este verano es un poco mejor. Hay que hacer un llamamiento a alcaldes, comisiones de festejos y asociaciones culturales a que se animen a contratar actividades, que no tengan miedo. Sabemos que la fiesta va asociada a la desinhibición, a la noche, pero hay muchas alternativas seguras para el día», abunda Juamna Arroyo.

El representante de Deporama recuerda que ya el año pasado ofrecieron con éxito cine de verano con una pantalla gigante, tanto para mayores como niños, con las debidas distancias de seguridad, o hinchables acuáticos con la desinfección oportuna y con juegos organizados por turnos e individuales.

infraestructura parada. Por su parte, Manuel Gómez Cámara pone el acento en que toda su infraestructura está parada desde hace más de un año: cinco naves y treinta camiones. Y siguen tributando por todo ello como si estuvieran activo. Además, no pueden reutilizar los vehículos para otras actividades, porque se trata de carrocerías preparadas para escenarios y no pueden emplearse para transporte ordinario, también porque sería «intrusismo».

Igualmente, el representante de Deporama aduce que justo antes de que estallara la pandemia, la empresa invirtió en la iluminación de dos camiones-escenario que ni llegaron a estrenarse y pone de relieve cuentan con «mucho material propio», ya que apenas recurren a subcontratas   para ofrecer espectáculos y eventos.

En otros casos, como el de Garijo, se trata de una agencia de contratación de espectáculos de «primer nivel», con décadas de experiencia y con «clientes fijos» de muchos años.  Orquestas y compañías artísticas que cuando aterrizan en una localidad también suponen un reporte económico para el tejido hostelero y comercial del lugar.

‘la que has liao’. No hay fiesta que se precie sin la animación de una charanga. En general, la actividad principal de los músicos que conforman estos grupos no son las actuaciones, que se concentran en los festejos populares y en celebraciones, pero para muchos representan una fuente de ingresos sustancial. Incluso a algunos jóvenes integrantes es su medio económico para costearse su formación universitaria el resto del año. Juanma Valoria, saxofonista de ‘La que has liao’, cuenta que para los 13 componentes de esta charanga soriana es «una afición» y no tanto una profesión de la que vivir, pero admite que hasta 2019 les iba bastante bien. «Desde San Juan hasta septiembre teníamos muchas actuaciones. En los últimos seis o siete años, no nos podíamos quejar. Hasta que llegó el COVID», sostiene.

La participación en un concurso nacional antes de la declaración del estado de alarma en 2020 y algunas intervenciones puntuales en el pasado verano fueron los últimos encuentros presenciales de los músicos de charanga ‘La que has liao’, así como su asistencia online a un Concentración de Charangas de Peñafiel convocada hace dos semanas.

«Estamos intentando sacar un espectáculo-concierto con el público sentado, contactando para que la gente lo sepa y se lo piense. Todavía nadie, ni ayuntamientos ni establecimientos, saben qué van a hacer», reconoce Valoria.

Los músicos de ‘La que has liao’ tienen entre 24 y 30 años y si el rodaje no continúa este año, existe el riesgo de que algunos componentes no  puedan continuar porque «la mayoría» acaba de terminar sus estudios universitarios y están en pleno proceso de inserción en el mercado laboral. «La conciliación es más fácil si seguimos tocando. Si ya estamos más de dos años parados... no sé. Lo bueno es que antes de la charanga ya éramos amigos», reflexiona Juanma Valoria. 

Además, el músico soriano asume que hay «más reticencias» a contratar una charanga casi en su totalidad de instrumentos de viento, por el presunto riesgo que puede entrañar, que si se opta, por ejemplo, por un cuarteto de cuerda para un evento festivo o cultural. «Por ahora solo nos han llamado para una boda y no sé si saldrá, dependerá de las medidas», finaliza.

orquesta nueva orfeo. La Orquesta soriana Nueva Orfeo vaticina otro verano «en blanco», similar al anterior, asegura Rafael Pérez, que lleva casi cuatro décadas en esta agrupación musical. «Tampoco hemos podido ensayar con el cierre perimetral, porque hay componentes que residen en La Rioja y Navarra. Ni tenemos los contratos de 2019. Así que estamos igual», sintetiza el músico.

Los siete integrantes de esta mítica orquesta de la provincia no viven de la música, ya que para ellos es una segunda actividad que hasta 2019 completaba sus ingresos habituales. «Por suerte no vivimos de ello, dentro de lo malo todos tenemos trabajo», sostiene Pérez. 

La incertidumbre que persiste sobre lo que se podrá hacer y lo que no este verano no les ha animado a plantearse alguna alternativa adaptada a las medidas COVID, ya que no es una formación preparada para ofrecer conciertos si no música para verbenas.