Esther Isla, de gira con 'los pazos de Ulloa'

Ana Pilar Latorre
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El montaje teatral, adaptado por Eduardo Galán y dirigido por Helena Pimienta, es un homenaje a la célebre autora Emilia Pardo Bazán en el centenario de su fallecimiento

Esther Isla, de gira con 'los pazos de Ulloa'

La actriz olvegueña Esther Isla ha iniciado gira teatral con Los Pazos de Ulloa, la obra más destacada de Emilia Pardo Bazán y como homenaje en el centenario de su muerte. Se trata de una adaptación de Eduardo Galán dirigida por Helena Pimienta e interpretada por Pere Ponce, Diana Palazón, Marcial Pérez, Francesc Galcerán y David Huertas, además de la soriana, que se estrenó el pasado 16 de septiembre en A Coruña y el 7 de octubre en Madrid. Continuarán durante un año y el 17 de marzo estarán en el Centro Cultural Palacio de la Audiencia de Soria. «Estoy muy contenta de ir porque va toda la familia y el pueblo de Ólvega en general, que es muy agradecido», apunta la actriz. 

Sobre la obra que representa, explica que «es una de las novelas naturalistas mejor consideradas de finales del siglo XIX» y «se centra en la vida rural de Galicia». De esta forma, habla de la nobleza venida a menos y del enfrentamiento entre la crueldad y el deseo, las pasiones y el amor... «Es una obra muy oscura donde hay muchísima violencia en un mundo caciquil» en la que uno de los temas fundamentales es la discriminación femenina y la violencia de género. Esther Isla señala que ya Emilia Pardo Bazán, que se consideraba una feminista radical, acuñó el término «mujericidio». 

La soriana interpreta a Nucha, «una señorita de ciudad» y la hija del señor de la Lage, que se casa con su primo, el marqués de Ulloa». «Su marido la maltrata y le hace pasar por todo tipo de vejaciones desde que el primer hijo que tienen no es varón, como él deseaba», apunta la actriz. Como muchas mujeres de aquella época y de la actualidad, es una mujer «sumisa» a esas actitudes y «muy sensible». «Supongo que Emilia Pardo Bazán lo que quería exponer en su obra era una crítica a la sociedad de su época, un trato injusto y violento hacia la mujer», añade.

Esther Isla recuerda que la autora fue, además, la primera mujer catedrática de universidad, «sin alumnos porque la gente desconfiaba de que una mujer diese clase»;  y la primera socia del Ateneo y de la SGAE.  Igualmente, escribió en numerosos periódicos, fundó revistas y fue seguidora de la novela naturalista, ensayista, cronista... «Hizo todo tipo de cosas para poder subsistir porque luchaba por la emancipación y la autosifuciencia de la mujer, una mujer con un destino propio...», apunta insitiendo en que fue una «revolucionaria», sobre todo analizando esta obra, a pesar de ser muy conservadora y muy católica. «Se nombró a ella misma candidata permanente de la Real Academia Española, aunque nunca pudo entrar tenía en el corazón esa espinita», explica.

vocación. Su vocación por la interpretación surgió cuando era pequeña y la primera persona que le abrió los ojos fue su profesora de francés en primero de la ESO de Ólvega. «Pidió un ejercicio para clase y todos llevaron un texto traducido, pero yo debí entender mal y me monté un show. Me animó a apuntarme a teatro y me inscribí en un curso con Miguel Munárriz y Marta Juániz, de Pamplona, a los que siempre he estado muy ligada», después ellos mismos le contratarían en verano para las rutas teatralizadas desde los 14 años.

Empezó estudios de Sociología y Psicología y decidió presentarse a las pruebas de la Real Escuela Superior de Arte Dramático (RESAD) para tener la licenciatura, «de 800 personas entramos 28». Después estudió cámara para audiovisual, «no he dejado de formarme nunca y de hacer mil cursos». «Para los chavales es importante saber que hay una licenciatura en arte dramático, porque mucha gente no lo sabe», apunta.

Esther va trabajando en distintos proyectos y el año del confinamiento iba a ir de gira a Estados Unidos con Proyecto 42-3, de María San Miguel, con la que ha estado en París y el País Vasco. Uno de sus objetivos es hacer audiovisual y junto a su representante, Sonia Baena, no para de hacer castings y buscarse un hueco «sin dejar de hacer teatro». «Es una lucha continua pero a la vez muy gratificante porque estoy muy agradecida de poder seguir viviendo de esto porque la situación ahora mismo y siempre es muy difícil. Ha afectado muchísimo el momento COVID y es una profesión que siempre ha sido muy resiliente, pero continuamente ha estado en crisis. Ahora estoy tranquila por tener trabajo, porque no es muy normal», apunta detallando que solo el 0,8% de los actores viven de ello.

En cine ha estado siempre a punto de conseguir papeles conocidos, pero al final le ha salido algún capitular. «He estado a puntito de hacer cosas grandes pero al final no han salido. Una serie sería bienvenida como entrenamiento pero el cine me llama bastante la atención», añade. Uno de sus últimos trabajos en series fue en Vota Juan y acaba de participar en Señor, dame paciencia con «un personaje muy bonito que sale en dos capítulos de siete», aunque todavía no se ha emitido.

A Ólvega viene siempre que puede, que suele coincidir con fechas clave como verano y Navidad, «que iré ahora y dos semanas si puedo, si no hay bolos o castings». «Siempre necesito volver para tomar aire fresco y revitalizardos de la familia, los amigos, el pueblo y el Moncayo», añade. Desde los 18 años vive en el centro de Madrid, «casi el mismo tiempo que en Ólvega», y le gusta ir caminando a los teatros en los que trabaja. «Llevo a Soria y a Ólvega por bandera, pero también es verdad que llevo media vida en Madrid y también le estoy muy agradecida a todo lo que me ha dado», añade.

«Creo que una de las cosas que tiene que ver con que sea actriz son mis vivencias en Ólvega, la niña salvaje olvegueña y soriana; y también me gusta mucho como me he construido y como he aprendido y he crecido en Madrid. Estoy muy agradecida a estos lugares», explica la actriz.

Aunque quedan unos meses, invita a asistir a la representación de Los pazos de Ulloa en Soria, un montaje en el que está muy orgullosa de participar, con una directora de lujo y un reparto excelente. «Estamos muy satisfechos con la acogida que está teniendo en Galicia, Madrid, País Vasco... y además los aforos son completos ahora, por lo que tenemos que aprovechar esta circunstancia», concluye ilusionada la intérprete.