Si no se produce ningún nuevo retraso, a finales de este año podría abrirse al tráfico un nuevo tramo de la Autovía del Duero. Es el trazado de la A-11 entre Venta Nueva y Santiuste, que incluye el puerto del Temeroso. Diecisiete kilómetros, y otros seis de una calzada romana que se está restaurando, siempre que no vuelva a haber retrasos, incluidos los que provoca la climatología.

Según ha explicado el subdelegado del Gobierno en Soria, Miguel Latorre, las obras se encuentran en un grado de ejecución del 80%. Ha apuntado con cautela al plazo de fin de 2021 y ha destacado que su puesta en funcionamiento permitirá salvar el puerto del Temoroso, en la N-122, "uno de los puntos negros más peligrosos de las carreteras sorianas.

Por eso se espera con muchas ganas su puesta en funcionamiento. El concejal de Blacos, Alfonso Pérez, ha apuntado la necesidad de "dejar esta carretera N-122 al servicio de los pueblos por su importante movimiento de camiones, es un desfase, tenía que estar abierta ya hace muchos años".

En concreto casi tres décadas. Pero sólo para el segundo y último tramo en ejecución -el de la variante de El Burgo de Osma a San Esteban de Gormaz- habrá que esperar al menos hasta 2023. Toño Palomar, portavoz de Soria ¡YA!, ha dicho que "no es sólo prioritaria para Soria sino para todas las provincias por las que discurre". "Esto es la columna vertebral de esta Comunidad -ha añadido-, es una infraestructura muy importante para Castilla y León que tiene que realizarse ya".

Para así conseguir que Soria esté más cerca de Valladolid no sólo en las señales.