Diego Romero, el campeón agredeño

Sergio Recio
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Este nadador de 15 años del Club Impulso Global destaca ya en el panorama nacional como uno de los deportistas con más futuro en la natación adaptada

Diego Romero, el campeón agredeño - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez

Llega el momento de iniciar un nuevo entrenamiento y Diego Romero cumple con su rutina. Antes de sumergirse en la piscina se frota las manos, las introduce en la agua y se lanza. Metódico dirían muchos, una manía argumentarían otros. Pero es importante introducir un pequeño matiz, este nadador de 15 años tiene síndrome de Down. Su amor por el agua fue a primera vista, desde que tuvo que entrenar por problemas de movilidad hasta la actualidad, en la que ha logrado su primera medalla regional en deporte adaptado y ha participado en su primer Campeonato de España.

Ahora el nombre de este agredeño que pertenece al CD Impulso Global, comienza a sonar en este deporte, pero para él simplemente es su mejor afición, lo que le hace feliz en el día a día. Su entrenadora, Laura Martín, es su mayor apoyo, la que ejerce de portavoz y la que le inculca en cada rutina el amor por este deporte.

La Rutina. Desde que era muy pequeño Diego ha padecido problema de movilidad, «así fue como empezó en la piscina», recuerda Laura Martín, «solo era un trabajo de fisioterapia pero cuando esa preparación terminó, su madre buscó monitores para que siguiese nadando». Fue hace algo más de cuatro años cuando ambos se encontraron, «me ganó desde el primer día y desde ese momento seguimos juntos».

A Diego se le dibuja una sonrisa en la cara cuando se entrenadora habla de todo lo que hacen, «el objetivo siempre ha sido que disfrute, que se lo pase bien, pero es cierto que con el tiempo empezamos a ver que tenía talento». Los primeros meses todo estaba basado en la técnica, «era repetir y repetir movimientos, que aprendiese la respiración bilateral, algo complicado que debe mecanizar con la práctica pero todo lo capta muy bien». 

En ese momento Diego interviene, «el crol es lo que más me gusta», remarca. Pero Laura recuerda que para nadar en estilo libre necesita mucho trabajo, «le costó al principio pero es cierto que eso ahora es lo que más dominamos, de cintura para arriba todo lo hace perfecto, tanto en las brazadas como en la cabeza». Su mayor defecto está en las piernas, «tiene las rodillas muy separadas, algo que ya trabajó en sus inicios, y eso en el agua hace que no pueda tener tanta fuerza en la parte del tren inferior». Para pulirlo utilizan objetos como las aletas, «eso le corrige mucho la postura y seguimos trabajando en que coloque el empeine para seguir ganando potencia».

Porque ahora Diego no solo entrena para disfrutar, lo hace para competir, un nuevo punto de vista que a pesar de su timidez ha asumido mucho mejor de lo esperado. Los resultados no han tardado en llegar.

Competición. Hace algo más de dos años, Laura vio que Diego podía dar un paso más en la natación, «planteamos a su familia que estaba preparado para competir y fuimos a nuestra primera competición, ahora no recuerdo dónde». «En Burgos», puntualiza Diego. Esa experiencia fue complicada, «no es fácil para él salir de su entorno, todo fue algo caótico».

Desde el calentamiento se planteaban dificultades, «suele nadar solo y tenía que compartir calle con más gente, hubo choques y algún que otro disgusto pero salimos contentos». En enero de 2020, en el Campeonato Regional de Valladolid, sorprendió a todos, «la medalla de oro en 50 metros espalda fue una gran alegría», recuerda ahora, «siendo tan joven y sin apenas experiencia, es difícil explicar lo que sentimos en ese momento». Diego llamó también llamó la atención de la Federación de Castilla y León, «se pusieron en contacto para decirnos que contaban con él para la selección regional y para participar en el Campeonato de España de Madrid». Una prueba que Diego recuerda con cariño, «fue en la piscina de Valdemoro», añade. 

Los nervios en un evento de ese calibre le traicionaron en la primera jornada, «le impresionó bastante y eso hizo que no nadase como siempre». El segundo día todo fue mejor, «hizo marca personal  y culminamos el torneo con un buen sabor de boca».

Esta competición ha sido un punto de inflexión y ahora quiere más, «antes le daba mucho respeto competir y ahora me ha dicho que quiere estar en una nueva prueba regional que se disputa el 6 de marzo en Valladolid».  Para Diego competir ya no es una novedad y este campeón va a por todas.