El Centro de Referencia Estatal de Soria, dentro del proyecto Europeo 'In Care', comienza a trabajar en las líneas estratégicas y los desafíos de futuro de los cuidados de larga duración, no solo en España sino también en el ámbito Europeo. Es uno de los retos más importantes  que se marcan desde la Dirección General del Imserso con el fin de dar solución a ciertas deficiencias que se han incrementado, todavía más, a raíz de la pandemia.

Para ello se reúnen en Soria durante dos días una veintena de investigadores y expertos de diferentes institutos europeos, junto con profesionales nacionales del sector, pacientes y también con sus familiares. En lo que todos coinciden es, en que el futuro de los cuidados de larga duración pasa por la prestación de servicios de proximidad. Para conseguirlo abogan por sacar de las instituciones y de los centros tradicionales este tipo de cuidados para llevarlos hasta los hogares de la gente. Es la llamada desinstitucionalización hacia la que se dirigen los Fondos de Recuperación y Resilencia de Europa, por ello el Gobierno de España presentó su programa ante la Comisión Europea que tendrá una inversión de aquí a 2023 de 3.000 millones de euros según informa el Director General del Imserso, Luis Alberto Barriga. Pretenden que esos centros sigan existiendo, ya que aseguran, el objetivo no es cerrar ese tipo de instalaciones. La idea es reservarlas para las cuestiones estrictamente necesarias, pero mientras, el resto de pacientes, cuyo pronóstico lo permita, serían tratados en sus casas.

Los cuidados de larga duración tienden a la proximidad

Un plan de largo recorrido y difícil de lograr hacia donde tienden los cuidados en toda Europa. Por ello, España pretende ser pionera en la materia, trabajando desde la base, y realizando un estudio que cuente con las experiencias no solo de los profesionales del sector sino también de los pacientes. Aunque son conscientes del reto que ello supone, ya que para ello habría que abordar un cambio global en el sector e incrementar de manera notable la inversión en esta materia. Un cambio que, según explica Luis Alberto Barriga, redundaría en una mejora de la situación de las zonas rurales, ya que ello permitiría que mucha gente pudiera seguir residiendo en ellas y con la consiguiente repercusión tanto directa como indirecta que tendría la prestación de estos servicios en el territorio.

Los cuidados de larga duración tienden a la proximidad

Otro de los pilares fundamentales es la coordinación de los servicios que funcionan en la actualidad y el objetivo es prestar una atención global para los pacientes coordinando todos los servicios y necesidades que surgen de forma conjunta, una de las principales tareas pendientes por ahora.

Todo en un complejo escenario en el que la población española tiende a estar cada vez más envejecida por ello calculan, que para 2050 harán falta unas 290.000 personas más trabajando en este sector.