El judío converso que fue valido de los Reyes Católicos

Ana Pilar Latorre
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Raúl Romero Bartolomé aborda en un libro la figura del nieto de quien fuera rabino mayor de Castilla, una saga «extraordinaria»

El valido de los Reyes Católicos

El adnamantino Raúl Romero Bartolomé, vicepresidente de la Asociación de Amigos del Arte Altomedieval Español, continúa investigando sobre la saga de judíos sorianos Bienveniste, que «llegó a alcanzar un prestigio extraordinario en la España del siglo XV», y acaba de publicar Descubriendo a Miguel Pérez de Almazán, secretario de los Reyes Católicos. «Cuando me puse a escribir no conocía nada sobre el Bienveniste, solo tenía referencias sobre Miguel Pérez de Almazán, que fue secretario-canciller de los Reyes Católicos. Siempre tuve en la cabeza que ese señor era de mi pueblo, no podía se de otro sitio», así que comenzó a investigar y de ahí sacó el «hilo conductor» de «una saga absolutamente increíble y extraordinaria». 

Se trata de una familia de judíos sorianos y el bisabuelo de Miguel Pérez de Almazán fue «el rabino mayor de Castilla -Abraham Bienveniste- hasta mediados del siglo XV» y a la vez administrador del señorío de Almazán, que empezó en 1325. «Por ello, pasó en Almazán gran parte de su vida», incide el autor, que sitúa también en la villa a su hermano mayor, Simuel, como mayordomo de la Casa Mendoza, y a su nieto, Abraham (el nombre del bautismo cristiano, al reconvertirse como judío, fue Beltrán Pérez de Almazán), que vivió allí y fue el padre de Miguel Pérez de Almazán.

Este economista apasionado de la Historia, explica que Abraham Bienveniste «tuvo que alojar en su casa a lo que era el ministro de Justicia de los reyes Juan II y Enrique IV, que estaba perseguido y condenado a muerte por el alcalde de Toledo. Se refugió en Almazán y allí murió». Por ello, Beltrán Pérez de Almazán «tuvo que exiliarse, salir por piernas porque si no lo mataban a él. Huyó a Calatayud y allí nació su hijo Miguel». 

influencia histórica. «Era un personaje con doble ascendencia, nació en Calatayud pero sus padres llegaron allí de Almazán, esa es su historia», concreta. Sobre la influencia de esta figura en el reinado de los Reyes Católicos, subraya que fue «absolutamente extraordinaria». En palabras de un historiador francés, «llegó a ser el primer valido de la Edad Moderna». «Aunque no se le reconoció así, sí lo era porque el rey Fernando El Católico le consultaba todo. No era solo el jefe de la administración del monarca, también de sus pensamientos», llegó a decir un historiador de la época y, además, la reina Isabel La Católica también le nombró su secretario en 1486. 

«Tuvo una influencia muy grande, sobre todo en la alianza con el sacro imperio romano germánico, con los Austrias y los Habsburgo. Él fue el inductor que propició las bodas de Felipe El Hermoso con Juana La Loca y de el príncipe Juan de Castilla y Aragón con la archiduquesa Margarita de Austria», detalla elogiando al principal artífice de estas uniones con orígenes en Almazán.

Recuerda, además, que Juan de Castilla y Aragón o de Trastámara, el hijo de los Reyes Católicos, tuvo una corte en Almazán para antederle a él y a su esposa, «era el lugar limítrofe entre las dos coronas, entre los dos lugares, porque hacía frontera. No encontraron mejor lugar porque iba a ser el monarca de los dos reinos». «Estaba destinado a ser el rey de España [Castilla y Aragón, ya que aún existía el reino nazarí de Navarra] y allí había cortesanos aragoneses y castellanos para formar una corte única y regir los destinos de toda España. La pena es que murió al año siguiente, con 19 años», expone reiterando que Almazán podía haber sido la capital de este reino.

Miguel Pérez de Almazán se ganó «el respeto, la admiración y la amistad profunda» de todas las hijas de los Reyes Católicos, de Juana La Loca a Catalina de Aragón, que casó con el rey Enrique VIII de Inglaterra y que cuando fue presa en un castillo mantuvo una correspondencia «extraordinaria con él». Además, «cantó las cuarenta en bastos y las veinte en copas al Gran Capitán, ya que nunca admitió sus cuentas porque pasaba unos gastos descomunales». Al ser de ascendencia judía, tuvo un fuerte enfrentamiento con el cardenal Cisneros, esa fue la desgracia que terminó con la idea de unidad de España en ese momento. El religioso apostó por Carlos V, nacido en Gante (Bélgica) y que no sabía castellano, y Miguel Pérez de Almazán por su hermano Fernando, nacido y educado en España. «Este hombre fue el gran valedor de Fernando, el segundo hijo de Juana La Loca. Al final, todo salió al revés», comenta.

El libro sobre la figura de Miguel Pérez de Almazán se adentra en los siglos XIV y XV, la peste, la economía, las guerras de sucesión, la persecución de los judíos y su alcande en la vida de Almazán, las leyes antisemitas, el testamento del Realtor Real y el origen judío de los Pérez Almazán. «Todo un mundo fascinante de la vida social que permite al lector conocer mejor una página irrepetible de la Historia de Castilla y Aragón. Un pasado ilustre sepultado por el manto de la Historia, que ya no volverá, pero que los adnamatinos tenemos el derecho a conocer y el deber de respetar y recordar, para conocimiento de las generaciones venideras», apunta el  autor de la publicación.

El libre retrata «a un hombre ilustre, de una talla intelectual excepcional, dibujado aquí desde el punto de vista de su calidad humana». «Un Bienveniste de origen adnamantino, aunque nacido en Calatayud, que fue secretario de los Reyes Católicos y un trabajador incansable para lograr la unidad de ambos reinos. Para lograrlo estuvo presente incluso en la proclamación de Juana La Loca como reina de Castilla, una mujer que defendió su admiración por él en repetidas ocasiones, así como los propios reyes, Catalina de Aragón, Antonio de Nebrija, Lope de Conchillos o Margarita de Austria, entre otros, para no hacer la lista interminable. Peor recuerdo dejó en el Gran Capitán, a causa de sus 'cuentas', que repetidas veces rechazó», comenta el autor de la obra, que puede adquirirse en Amazon, La Casa del Libro y El Corte Inglés.

Raúl Romero Bartolomé trabaja ahora en otra saga «absolutamente fantástica», también descendientes de judíos sorianos, es decir, del rabino mayor de Castilla. Se trata de un primo de Beltrán Pérez de Almazán que, con la expulsión de los judíos de España, tuvo que huir a Portugal. «Dos de los bisnietos de Abraham Bienveniste, Francisco y Diego Mendes, fueron los dos grandes banqueros que hubo en Europa en el Renacimiento, por encima incluso de los Medici. Son originarios de Soria y fueron a Portugal con la expulsión de los judíos, tenían siete u ocho años».

san baudelio. El libro San Baudelio de Berlanga: un enigma al descubierto, también del adnamantino afincado en Madrid Raúl Romero Bartolomé, «surge después de una larga experiencia de casi diez años visitando la ermita». Como vicepresidente de la Asociación de Amigos del Arte Altomedieval Español, ha llevado a numerosos grupos hasta este enclave y ha dirigido charlas para el continuo y permanente estudio de la denonimada 'Capilla Sixtina de Castilla'. 

«Aunque se ha publicado recientemente, es una historia anterior», comenta incidiendo en que se plantea una tesis novedosa sobre la datación de la ermita, «con citas históricas que sitúan al templo como un mausoleo islámico para honrar la memoria de los caídos en la batalla de Alhandega» en relación con el cisma de la Iglesia Católica y la derrota del ejército de Abd al Rahman III en el año 939, desde la que los árabes nunca más conquistaron territorios al norte del Duero más allá de las razzias de Almanzor a finales del siglo X. De la arquitectura y las pinturas, se adentra en el simbolismo del ciclo cinegético y su relación con las citadas batallas y el triunfo del Islam.

«El simbolismo de las pinturas del llamado 'ciclo cinegético' es asombroso» y el autor encuentra en ellas la evocación de las batallas de Simancas y Alhandega, además de evocar el triunfo del Islam, que llegará de la mano del califa, representado en la figura del Cazador con Halcón. «Todo un mundo de sensaciones fascinantes, que llevarán al lector a conocer mejor una obra asombrosa levantada en un momento fascinante de la Historia», concluye.