La deuda comercial de Castilla y León creció un 13,3 por ciento (24,9 millones más) en el mes de septiembre respecto a agosto por los gastos derivados de las facturas del COVID-19, y se situó en los 212,3 millones de euros, cuando en el conjunto de las autonomías aumentó un 6,9 por ciento, hasta los 4.212 millones (274,2 más). La cifra de Castilla y León supuso el 0,4 por ciento del PIB, similar al 0,38 por ciento de media nacional, según los datos difundidos por el Ministerio de Hacienda recogidos por Ical.
El departamento dirigido por María Jesús Montero explicó que como ocurrió en meses anteriores la evolución de la deuda comercial “está relacionada con el aumento de la tramitación de las operaciones de naturaleza comercial, especialmente en el ámbito sanitario, como consecuencia de la pandemia de la COVID-19”. De hecho, sanitarias generadas entre marzo y septiembre se han incrementado con respecto al mismo periodo de 2019 en un 12,26 por ciento de media en España.
Así, la deuda comercial de Castilla y León se concentró en el sector sanitario, con 165,5 millones de euros, de los que el 99,9 por ciento tuvo origen este año. En España, la sanidad representó 3.194 millones de la deuda comercial. Los pagos computados en septiembre por Castilla y León en materia sanitaria se situaron en los 153,7 millones de euros, cuando un mes antes ascendieron a 132.
Por su parte, la deuda no financiera en la Comunidad fue de 371 millones de euros en el noveno mes, lo que supone un aumento del 13,65 por ciento respecto a agosto, cuando en el conjunto nacional descendió un 0,31 por ciento, con 10.603 millones (sin computar País Vasco). El dato de la Comunidad representó el 0,7 por ciento del PIB, mientras que el de todas las autonomías ascendió al 0,96 por ciento.
Pago medio a proveedores
Al contrario que en meses anteriores, Castilla y León abonó sus facturas por encima del plazo legal establecido (30 días) durante el mes de septiembre, y lo hizo en una media de 34,53 días, lo que supone que empeoró en un 20 por ciento (seis días más) el dato de agosto, que había sido de 28,78 días. El conjunto de las administraciones autonómicas también superó el plazo legal al pagar a sus proveedores en 34,77 días, ligeramente mejor que en agosto, que fue de 34,90, un 0,37 por ciento menos.
El periodo medio de pago de las facturas sanitarias se situó en 37,02 días en Castilla y León, frente a los 29,33 de agosto, con un empeoramiento de 7,69 días y 26,22 puntos porcentuales. En el conjunto de las autonomías, las facturas sanitarias se abonaron en 36,29 días, cuando un mes antes se consignaban en una jornada menos, 35,38.