Todo se ha quedado en un susto, en un gran susto. Esta mañana empleados de la Diputación retiraban los últimos restos de la granizada que el lunes asoló el casco urbano de Almazul y sus alrededores. Aún se están recopilando datos aunque todo parece indicar que pese a la espectacularidad no ha habido daños relevantes ni en el casco urbano, ni en los coches ni tampoco en el campo. En este último caso las cerca de cien hectáreas de girasol apedreadas han aguantado bien y sus propietarios todavía se están pensando si dar parte al seguro. Peor parados han quedado los huertos. En este caso sí tenían los frutos preparados para ser recolectados. En la mayoría de los casos han quedado arrasados.